Una traducción legal es la conversión lingüística de un texto dentro del campo de la ley. Como la ley es un tema dependiente de la cultura, la traducción legal no es una tarea fácil.
Solo los traductores profesionales expertos en traducciones legales deben traducir documentos legales y escritos académicos. Esto se debe a que una mala traducción legal de un pasaje de un contrato podría generar demandas y, como consecuencia, pérdidas de tiempo y dinero.
Un traductor legal debe tener una buena comprensión y conocimiento de los términos legales. Además, es imprescindible que ponga todo su esfuerzo en evitar cualquier tipo de error o malentendido.
Las traducciones legales abarcan, entre otras, las siguientes áreas:
- Planificación patrimonial, testamentos y fideicomisos
- Arbitraje
- Compensación laboral
- Litigios
- Derecho Empresarial
- Impuestos
- Inmigración
- Derechos internacionales
- Seguros
- Derechos laborales
- Bienes inmuebles
Los siguientes son algunos consejos que deben tenerse en cuenta al hacer una traducción legal:
- El material original recibido debe analizarse minuciosamente para determinar su dificultad técnica, volumen y peculiaridades lingüísticas.
- Por otro lado, la traducción debe hacerse con la ayuda de herramientas CAT (traducción asistida por computadora). Esto ayuda a mejorar los tiempos de respuesta y asegura que la terminología y la coherencia estilística se mantenga a lo largo del texto.
- Finalmente, la calidad de la traducción legal debe verificarse adecuadamente y se debe realizar un control final estricto para asegurarse de que el proceso se haya realizado de manera correcta y que los documentos traducidos estén listos para los procedimientos judiciales o el uso como documento legal.
Además, el traductor legal tiene que tener las siguientes características y consideraciones al realizar el trabajo:
- El traductor legal debe tener un vocabulario muy rico en el sector.
- Además, un traductor de idioma extranjero no calificado puede arruinar todo un caso. Por lo tanto, uno debe ser consciente de esto y siempre debe contratar un traductor legal profesional.
- Un traductor legal requiere un buen conocimiento en los campos legales, culturales y lingüísticos.
- Existen áreas legales separadas dentro del campo legal que requieren técnicas de traducción específicas. Un traductor legal debe estar al tanto de esto.
- Para una traducción legal mejorada, un traductor no debe referirse solo a un diccionario legal monolingüe sino que también debe estudiar el tema en cuestión y también debe consultar un diccionario bilingüe.
- El traductor debe usar las palabras del diccionario con la vigilancia adecuada.
- Además de la terminología, el traductor también debe enfocarse en aspectos importantes como las convenciones textuales en la fuente. En la mayoría de los casos, los idiomas dependen de la cultura y pueden no comunicarse con las personas en la cultura de destino. Por lo tanto, el traductor debe encontrar estructuras de lenguaje con la misma expresión que se escribe en el idioma de origen.
Como conclusión:
Todos los consejos mencionados son muy útiles para mejorar las habilidades de la traducción legal. Así que, practicar estos consejos ayudará a minimizar el número de errores y mejorar el nivel de escritura.
Por esto, en La Fábrica de Traducciones trabajamos con traductores especializados en traducciones legales, garantizando una alta calidad de nuestros servicios. Un solo error en un documento legal traducido puede costarle una fortuna al cliente. Por lo tanto, considerando el severo desafío que implica el trabajo, incluso alguien que es reconocido como un experto en este campo durante mucho tiempo nunca debe descuidar la tarea. Más bien, debería trabajar en ello con mucho cuidado y buscar continuamente mejorar sus habilidades de traducción.
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