El automático en su estado original
Como podéis ver, venía sobre una tabla vieja de madera con agujeros, que en esta foto ya he pintado previamente de blanco. Los agujeros que se iban a ver a pesar de colocar la caja, los he rellenado con una bolita de papel higiénico y he pintado encima la segunda mano. No es una solución muy ortodoxa, pero vale para engañar la vista. Como está bastante alto, no me complico la vida.
Después he cogido una caja del IKEA que tenía en casa, cuyas medidas se aproximan bastante a las de la madera y tiene la altura suficiente, y le he recortado un cuadrado en el fondo.
Posteriormente, la he sujetado con tornillos a la madera (también se puede encolar, pero me pareció más firme con los tornillos).
Como por dentro se veía el recorte del fondo y los tornillos, he pegado encima papel de regalo. Sólo se verá si se abre la caja, pero prefiero dejarlo también bonito por dentro:
El automático por dentro
Y finalmente, le he colocado la tapa. Así es como me ha quedado, encima del cuadro nuevo que me ha puesto el electricista:
Automático de la luz oculto
El invento está hecho con una caja de cartón que tenía por casa, pero se puede hacer también con plástico o incluso con madera, obteniendo un resultado más elegante. Se puede decorar al gusto de cada uno, combinándolo con los colores de la habitación y con un poco de imaginación :-)
Por otra parte, esta idea no sólo vale para ocultar automáticos de la luz, sino para esconder cualquier elemento que no os guste y no podáis eliminar (un trozo de tubería, una manilla del agua, etc.) transformándolo en un adorno original y divertido de vuestra casa.