Una de las formas de optimizar el inicio de Windows es limitar el número de procesos que se ejecutan por defecto cuando se inicia el PC. Con el paso del tiempo vamos instalando distintos programas, muchas veces como prueba o que dejamos de utilizar. Sin embargo todas esas aplicaciones van dejando procesos que se inician automáticamente como servicios de Windows y que acaban ralentizando nuestro ordenador.
Para comprobar cuantos procesos y memoria se consume en el inicio de Windows basta con ejecutar el Administrador de tareas y acceder a la pestaña de procesos para comprobar cuantos están funcionando. Antes de empezar a eliminar procesos hay que documentarse bien sobre cual es su función, esto se puede realizar en una página Web como Process Library , donde introducimos el nombre del proceso completo, por ejemplo MSCamS32.EXE y comprobamos si es un proceso imprescindible para el PC o no, incluso obtenemos información de si el proceso pudiera ser un virus o troyano.
Los pasos recomendados para eliminar los procesos innecesarios del inicio de Windows son los siguientes:
- Si el proceso pertenece a un programa que ya no utilizamos desinstalar el programa.
- Quitar del inicio de Windows los procesos que no se han desinstalado pero que no hace falta ejecutar al inicio.
- Ejecutar un limpiador como CCleaner para quitar las entradas de registro huérfanas después de la desinstalación