Si decide el contratar una empresa de mudanza, lo primero que debe de hacer es avisarles con al menos dos semanas de antelación para que le garanticen su disponibilidad y no tener problemas.
Si por el contrario decide hacer la mudanza uno mismo, necesitará manos amigas que le ayuden en la tarea, y también calcular el coste de alquiler de una furgoneta para la mudanza y sumarle el coste de las cajas, plástico de burbujas, etc.
El cambio de una vivienda significa nuevas expectativas, nuevas ilusiones y momentos de gran estrés. Para no dejarse vencer por esos momentos de tensión es muy importante el tener claro lo que uno desea llevarse al nuevo hogar y lo qué no, realizar un previo ejercicio de organización. Es cierto que se van a encontrar cosas que uno no sabía que tenía.
Unos días antes de la fecha prevista para la mudanza es fundamental el conseguir un buen número de cajas, bolsas, plástico de burbujas, fundas para la ropa que ayuden a proteger las cosas que se vayan a trasladar.
El organizar la mudanza supone dedicar un tiempo extra. Con respecto a los libros, novelas que ya se hayan leído, ropa que no se utilice de manera habitual, una opción es el depositarlos en un lugar de almacenaje en el que guardan las cosas de manera confidencial y segura, llevándolas al nuevo domicilio cuando la persona ya se encuentra instalada o las vaya a necesitar. Este servicio está pensado para ayudar a ganar espacio en casa.
A pesar de estar convencidos de que no se va a romper nada, es conveniente el tener plástico de burbujas de diferente grosor y así proteger los objetos más delicados como la vajilla, cristalería, objetos de porcelana, etc. Cada pieza debe de ir protegida de manera individual y bien ordenada.
Es aconsejable que las cajas no superen los 30Kg. de peso, ya que se corre el riesgo de no poder moverlas, ni colocarlas apiladas existiendo el riesgo de que se rompan.
Uno puede creer que recordará lo que ha metido en la caja; pero no es cierto. El realizar un inventariado de los objetos guardados en cada caja apuntando el contenido, ayudará a encontrar un determinado objeto de manera mucho más rápida.
También es muy importante el identificar cada caja con la habitación a la que está destinada y numerarse por números en el caso de que haya más de una caja por estancia. Luego se colocará el listado de objetos pegado en la zona superior. Resulta de gran ayuda el realizar una foto y guardar una copia en el móvil o portátil.
El embalar los objetos de una casa puede llegar a suponer el almacenar más de 50 cajas. Las primeras cajas seguro son manipuladas con un mucho más mimo y cuidado, pero conforme vayan pasando los días uno ya no va con tantos miramientos.
Se aconseja el reforzar el fondo exterior de cada caja con cinta de precinto para que esta no se abra con el peso y cerrar la parte superior con la misma cinta, puesto que en caso de que alguna caja se desplome, el contenido quede en su interior.
Desde que empieza la mudanza hasta llegar al nuevo domicilio pueden pasar unos días, por lo que se debe de preparar una caja especial, una para cada miembro de la familia con “básicos”, en el que habrá que incluir: el pijama, dos mudas completas, productos de higiene personal, la medicación imprescindible, el neceser, ropa, algo de comida y bebida, algún que otro hobby, etc.
También es muy importante el llevar consigo mismo los documentos de suma importancia como el libro de familia, escrituras de la casa, la cartilla de vacunación, el pasaporte, papeles bancarios etc.
Esta documentación deberá se introducirse en una carpeta que no ha de perderse de vista en ningún momento y nunca irá con el resto de la mudanza. El perder algún tipo de esta documentación importante costaría el tenerlos que solicitar nuevamente a entidades públicas o privadas.
Otra opción para este tipo de documentación tan valiosa es el contar con un servicio temporal que la guarda y almacena con total seguridad llevándola al nuevo domicilio en el momento que uno ya crea oportuno.
Antes de dejar la vivienda es momento de hacer memoria y repasar todos los lugares secretos, escondrijos en los que uno guarda dinero, joyas…, para que no sean encontradas por los nuevos inquilinos. Es importante el asegurarse de no dejar nada importante.
Una vez ya en el nuevo domicilio, es muy importante el concederse un tiempo prudencial para poder organizar y colocar cada objeto en su sitio. Se trata de un trabajo largo que debe de realizarse con la cabeza fría.