Uno de los mayores desafíos para quienes luchan contra los kilos de más es pasar la etapa de vacaciones sin tirar todo el esfuerzo realizado en el año a la basura. Por eso, hoy te voy a hablar de cómo perder peso en vacaciones.
5 pautas para perder peso en vacaciones
A continuación, verás algunos consejos que te ayudarán a llegar a enero sin sentirte frustrada y habiendo disfrutado la última etapa del año.
Enfócate en el progreso relativo
El progreso no siempre se mide en kilos perdidos. Si generalmente ganas peso durante las vacaciones, entonces mantener tu peso es un progreso.
Es necesario mirar para las fiestas con expectativas realistas sobre lo que es el progreso verdaderamente. Si cada año durante las vacaciones ganas 2 a 5 kilos, entonces no te castigues si no pierdes peso este año.
En este caso, simplemente mantener tu peso es un progreso. Es una mejora sobre tus conductas pasadas. La pérdida de peso no es la única medida de progreso.
La motivación viene en oleadas. Hay una buena posibilidad de que te veas afectado por la resolución de Año Nuevo, por lo que, si logras pasar las vacaciones, obtendrás ese aumento de motivación para llevarte a nuevos niveles de pérdida de peso.
Ten claro cuál es tu perspectiva
Nos preocupamos tanto por las vacaciones y nos obsesionamos con qué comer, que eventualmente decimos "no vale la pena". Voy a divertirme y comenzar de nuevo mañana (o lunes, o Año Nuevo).
Pero estos días festivos (Halloween, Acción de Gracias, Navidad, Año Nuevo) en el transcurso de dos meses no siempre van a romper tu progreso. Es lo que haces el resto de los días lo que influirá en tu resultado.
Comer 10 veces más cantidad de alimentos en los últimos dos meses del año, sí puede hacer la diferencia.
Las vacaciones no necesitan ser una fuente de estrés. Se supone que son una forma de relajarse y disfrutar un poco de la vida.
Por lo tanto, es necesario que te diviertas estratégicamente, que hagas lo mejor posible, y luego continúes y vuelvas con tus comportamientos saludables.
Planifica comidas confortables
Vas a comer cosas que no encajan con tus objetivos. Hay mucha presión social. Nuestro ambiente cambia y también hay un gran deseo de "tirar todo por la borda" por tu parte.
La clave es planificar alimentos confortables (y no saludables) y comerlos en porciones moderadas. Intenta comer lo que quieras, ten cuidado y deja de comer al 80% de tu capacidad. Es decir, cuando no estás totalmente lleno.
Esto requiere preparación mental en un momento en que piensas de forma racional. Si esperas hasta que llegue el momento, las emociones generarán comportamientos impulsivos, y en ese caso, no será bueno el resultado.
No siempre puedes controlar lo que comes
Lo que comes no siempre está bajo tu control, y eso está bien. A menos que tú personalmente prepares y comas cada comida en tu hogar (comida casera), habrá ocasiones en que lo que se sirve no se alinea realmente con lo que estás tratando de lograr.
Sin embargo, ésta es la cuestión: aunque no siempre puedes controlar lo que comes, siempre puedes controlar cómo comes. Y cómo comes tiene una influencia mucho mayor en tu resultado.
Lo que eso significa es que siempre tienes la última palabra sobre cuánto comes. Y tú tienes el control sobre tu mentalidad que rodea la comida y si estás viviendo con una mentalidad de abundancia o una que crea escasez.
Poner el énfasis en comer un pedazo de pastel y después sentir culpa tiene un impacto negativo mucho mayor en tus objetivos que tener una mentalidad de abundancia, darte permiso para comer una porción razonable de postre, comerlo con atención y parar antes de que te llene.
Misma situación. Perspectiva diferente. Diferentes resultados a lo largo del tiempo.
Mantente activo haciendo algo que disfrutas
Los horarios de vacaciones hacen que sea difícil realizar entrenamientos consistentes. Por lo tanto, es importante que no tengas una actitud de todo o nada respecto a la actividad física durante este tiempo.
El hecho de que no se pueda entrenar con pesas 3 días a la semana no significa que una vez a la semana sea malo. Haz tu mejor esfuerzo. Intenta mantenerte activo.
Caminar diariamente durante este período de tiempo puede hacer maravillas. Cualquier entrenamiento adicional es un plus añadido.
La actividad diaria, aunque sea pequeña, junto con la planificación y la alimentación consciente te mantendrán en el camino correcto hasta que las cosas vuelvan a ser "normales".
Luego, una vez que termine la temporada de vacaciones, no tendrás que esforzarte en forma extra para eliminar todo el peso acumulado y, en su lugar, podrás concentrarte en llevar tu cuerpo y su mente al próximo nivel.