¡Tercer casco intervenido! ¿Qué tendrá eso del tuning que a tantos nos engancha? Y con tuning me refiero a la customización de cualquier tipo de elemento relacionado con nuestros vehículos. Seas más de bici, moto, patinete o skate, en algún momento seguramente te habrá entrado un arrebato por personalizarlos.
Todo vale: Pegatas, modificaciones, accesorios de todo tipo.... En el tutorial de hoy por ejemplo, repasaremos cómo pintar un casco para renovarlo cambiándolo de color y que te quede como recién salido de fábrica.
El secreto para conseguir el mismo brillo y dureza de los cascos pintados de forma industrial es trabajar con la misma pintura y barniz que usan en los talleres.
¿Ves los reflejos? Pues ojalá pudieras teletransportarte aquí para tocarlo también. Te aseguro que el acabado en directo es muy heavy. ¡Mucho!
Nada que ver con los otros dos cascos que había personalizado hasta la fecha.
Tutorial | Tutorial |
En el tutorial, creado para los compis de Pintar sin Parar, también verás la forma correcta para enmascarar las zonas que no quieres que reciban pintura.
Se trata de un truco para que el acabado se vea tan pulido, que jamás dirías que el casco se pintó en casa.
En cuanto a los materiales que necesitarás:
- Pintura en spray específica para cascos y carrocerías. De altísima calidad, no necesita imprimación y del mismo tipo que usan los fabricantes de cascos. Yo usé una dorada pero la puedes pedir en el color que prefieras.
- Barniz en spray de dos componentes. Aplicando varias capas te da un acabado tan brillantes y duro que hasta le da un aspecto vítreo.
- Lija, cinta de carrocero, guantes, cútter y un cubretodo.
Y como no, el ingrediente extra indispensable para conseguir este acabado tan pro del que te hablo: PACIENCIA.
En concreto, para aplicar las capas de barniz esperando a que sequen entre una y otra y dejando que cure antes de volver a usar el casco. Ommmmmm....
Marta
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