Revista Decoración
La fibra de vidrio ha ido ganando posiciones como material preferido para la construcción de piscinas, porque ofrece claras ventajas si se compara con otros productos. Entre las ventajas de las piscinas de fibra de vidrio destaca la durabilidad y resistencia de este producto, con un esfuerzo de mantenimiento mínimo. Sin embargo, lo cierto es que al cabo del tiempo sí que pueden hacer falta ciertos retoques, como sería una mano de pintura.
Con unos cuidados muy básicos, podemos a acometer la pintura de nuestra piscina de fibra de vidrio por nuestra cuenta y conseguir unos resultados realmente buenos. En primer lugar es básico que las superficies que vamos a pintar estén perfectamente limpias, así nos garantizamos que van a quedar suaves y uniformes.
Una aclaración muy importante tiene que ver con cuál es el mejor momento para pintar una piscina de fibra de vidrio, porque este factor influye mucho en el resultado final que vamos a conseguir. Así, reservémonos un día que no haya riesgo de lluvia o viento fuerte, y busquemos el mejor momento teniendo en cuenta que tanto el frío como el sol directo pueden estropear el resultado del pintado de nuestra piscina.
Después de lijar y desinfectar bien las paredes de tu piscina de fibra, debes dejar transcurrir al menos tres días antes de lanzarte a pintarla, así que mejor que contemos con una semana para ocuparla con todo este proceso.