Vaya frío que hace, verdad? Es muy probable que en zonas diferentes de la casa tengas una sensación térmica muy diferente, bien sea por la orientación de la fachada como por la propia colocación de los emisores de calor. En este artículo hablaremos sobre las claves principales para poder distribuir correctamente los radiadores y algunas particularidades constructivas.
Cuando colocamos radiadores de pared buscamos la economía del sistema, ya que se coloca en superficie, incluso con las canalizaciones vistas, ya sean de agua o eléctricos. También tenemos la opción del radiador mural a gas, que requiere de una instalación más específica y más rigurosa. Vamos a ver cuales son las principales claves para instalarlos:
Generalmente se colocan debajo de las ventanas, ventajas? La propia circulación del aire caliente por convección calienta de una forma más efectiva el aire de la habitación. El hecho de colocarlo justamente ahí puede traernos algunos problemas como la interferencia de las cortinas y la suciedad. En este caso me gustaría comentar la existencia de la posibilidad de acumulación de más suciedad en la zona baja del radiador, que al calentarse y moverse a través del propio radiador se calcina y mancha la pared y la propia ventana. En especial los radiadores que tienen alguna protección por delante o por encima, (no las recomiendo porque bajan el rendimiento de los emisores) acumulan más suciedad y dejan “carbonilla” en el aire.
Se dice que colocándolos debajo de la ventana se reduce el efecto de pared fría. Esta fachada generalmente, por el hecho de ser exterior, tener la ventana y no tener completamente resueltos los puentes térmicos es más fría, por lo que reduce la aparición de condensaciones (ojo, a cambio de subir la temperatura de la habitación aumenta el punto de rocío y la cantidad de humedad, es necesario ventilar igualmente) No te preocupes por abrir la ventana media hora al día y ventilar, ya que si los muros están calientes, el aire se calienta rápido.
A diferencia de los acumuladores, tienen baja inercia térmica. De esta manera los radiadores con válvulas termostáticas se dimensionan para la aportación de energía óptima y permiten adaptarse rápidamente a los aportes gratuitos de calor (temperatura exterior, número de personas en la sala, segunda vivienda, etc.)
Para decidir la distribución es necesario conocer los aparatos que existen, ya que condicionan la forma de plantearse el sistema. En función de la tipología de un radiador la emisión por radiación o convección variará. Los radiadores con más aperturas y elementos aleteados proporcionan mayor calor en forma de convección (aire caliente) y los radiadores más lisos y con mayores superficies generalmente tienen mayor proporción de radiación. Los radiadores con mayor porcentaje de radiación mantienen mejor la emisión cuando trabajan a baja temperatura, al contrario que los que emiten más por convección, que bajan más su rendimiento. Por otro lado, los radiadores con más convección aumentan en mayor medida el rendimiento cuando trabajamos a temperaturas de agua mayores, a diferencia de los que emiten más radiación que aumentan el rendimiento de manera más suave.
El tiempo de funcionamiento también será un condicionante. Últimamente se están planteando sistemas de radiadores a baja temperatura, de manera que la fuente de energía no está tan solicitada, y esto apoyado en un buen aislamiento exterior, tendremos el sistema de radiadores listo.
Recomiendo que busques la “Guía sobre las claves para la optimización de las instalaciones de calefacción individuales” Eficiencia energética y máximo confort con radiadores.
Si no quieres complicarte y tienes espacio suficiente para hacerlo, bien porque tienes altura libre o porque estás con un proyecto nuevo te recomiendo que coloques un suelo radiante.