La primavera es una estación de cambios. Las temeperaturas aumentan y los días son más largos lo que provoca la movilización de nuestras hormonas haciendo que estemos más activos, más positivos. Pero en algunas personas este cambio ejerce un cambio negativo provocando cansancio, fatiga, tristeza, pérdida de apetito, de líbido, bajadas de tensión o hipertensión… Este cambio es lo que se conoce como astenia primaveral.
La astenia primaveral no es una enfermedad sino un síntoma de la adaptación de nuestro organismo a estos nuevos cambios de temperatura, luz y humedad. Suele durar un par de semanas. En algunas ocasiones cuadros alérgicos, estrés o llevar una dieta desequilibrada pueden ser desencadenantes también de la astenia primaveral.
¿Cómo podemos mejorar la astenia?
- Alimentación:
Lo primero es seguir una dieta sana y equilibrada. El hipotálamo es la parte del cerebro que controla la temperatura, el apetito… y que regula la producción de melatonina y serotonina. La melatonina es la responsable de regular el sueño y la serotonina se ocupa de regular la vitalidad y el estado anímico.
Por ello, es fundamental incluir en nuestra alimentación alimentos ricos en triptófano, un aminoácido que colabora en la producción de serotonina. Plátanos, chocolate, huevos, leche, pescados, carnes, cereales integrales… son algunos de los alimentos que no pueden faltar en nuestra dieta. Hidratos de carbono, alimentos ricos en hierro, en vitaminas A, C, E, B6 y Omega 3 y 6 son necesarios para mantener un estado vital óptimo.
Si sufres astenia, este es un buen momento para hacerte con un buen plan detox y depurar tu organismo.
- Hidratación:
Es fundamental mantener una buena hidratación. El agua es salud y su carencia ejerce efectos muy negativos en nuestra salud, por lo que hay que beber unos dos litros de agua diarios.
- Ejercicio al aire libre:
Salir a caminar, correr, pasear, ir en bici… ayudará a recargar nuestras pilas. Y si nuestra actividad podemos realizarla en entornos naturales, mejor. En primavera el cuerpo y la mente piden verde y los beneficios de la naturaleza sobre nuestra salud son muy beneficiosos tanto para el cuerpo como para la mente.
- Remedios naturales y suplementos dietéticos:
Plantas como el ginseng, el guaraná, la jalea real, la levadura de cerveza, el polen, el jengibre, la maca… te ayudarán a recuperar el tono vital aumentando tu energía gracias a su capacidad estimulante.
Si por ejemplo, como me pasa a mi misma, el consumo de ginseng o guaraná alterán más de la cuenta tu sistema nervioso puedes recurrir a infusiones de romero y regaliz que también son excelentes vigorizantes. También a un aminoácido con efectos asombrosos para nuestra salud, la arginina. Entre otros efectos, la arginina mejora la fatiga, la astenia en general, la concentración, la memoria…Notarás los efectos rápidamente.
El vinagre de manzana no sólo ayuda a depurar tu organismo, además es de gran ayuda para combatir el cansancio crónico.
La spirulina es muy rica en hierro y un excelente vigorizante. Inclúyela en tu alimentación.
Ginseng
- Sueño reparador:
Y por último y no menos importante debemos intentar que nuestro sueño sea regulador. Para ello, debemos intentar dormir siempre las mismas horas, un mínimo de 8 horas e irnos a la cama siempre sobre la misma hora. Esto nos ayudará a dormir mejor, a que nuestro sueño sea reparador y a que nos despertemos más descansados, relajados y con más energía.
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