Revista Viajes
Hola, buenas tardes bruselenses, queridos amigos, amigas, lectores, lectoras, seguidores ocasionales y no ocasionales, aquí está vuestro bloguero favorito dispuesto a daros las brasa, la lata, la turra (como dicen en Bilbao) dispuesto a contaros un extraño suceso que han sufrido mis neuronas, mis dendritas, mis cápsulas suprarrenales (que no tienen nada que ver, las pobres, pero tenía ganas de nombrarlas). La cosa es que se me había olvidado por completo que había leído este magnífico libro de Leonardo Padura. Me puse a leerlo la semana pasada y no me acordaba de nada, cielos, mis neuronas. Por supuesto, sabía que los acontecimientos que cuenta Padura, pasan en La Habana:
Fui descubriendo (re-descubriendo, debería decir) que un grupo de amigos, que ellos llaman "el Clan" (sí con mayúscula) se reúnen con frecuencia en la casa de Clara, que actúa como pegamento y sostén espiritual de grupo. Es impresionante, todos los amigos han sido entusiastas de la revolución, y están decididos a poner su esfuerzo para lograr ese mundo mejor que les prometen. Todos son profesionales de alto nivel. Sin embargo, la vida, los acontecimientos,. los van separando y enviando unos a la emigración, y otros a languidecer en una Cuba cada vez más miserable.
Yo me caí del albaricoquero (lo de caerse del guindo ya está muy visto), cuando Irving uno de los primeros en marcharse, cree ver a Elisa (que estaba desaparecida) enfrente de la estatua del ángel caído, en el parque del Retiro, en Madrid. Ello me sonó a "déjà vu" y efectivamente yo había hecho un comentario en Instagram sobre eso.
El ángel caído, en el Retiro, en Madrid.
Pero bueno, ahí va la explicación, como decía Antonio Machín en "cómo se puede amar dos mujeres a la vez" (preciosa canción que no os debéis perder). Creo que dejé de leer en ese punto y me dediqué a hacer platillos durante la pandemia.
Hay una serie de acontecimientos que sacuden al Clan, que sigue reuniéndose en casa de Clara en todos los cumpleaños, mientras suceden cosas. Suicidios, desapariciones, huidas fuera de Cuba.
El Malecón de la Habana
Habana Centro
El clan se dispersa, mientras un enorme sentimiento de decepción los abruma. Eso no es lo que ellos querían para Cuba. Elisa, desparece y cambia de nombre, se casa con un psiquiatra argentino. Su hija (luego se sabrá que es su hija, perdónenme sus mercedes este "spoiler" se va a vivir a Nueva York. Momento que yo aprovecho para poneros un par de fotos que hice en NY en los años ochenta
Un Checker
El Empire State y la luna
Irving está feliz en Madrid y vive en un apartamento en Chueca, con su novio:
Darío, el marido de Clara, se va Barcelona y se enrolla con una catalana que lo convence para hacerse independentista : Tiene un apartamento en Sitges. No me puedo resistir a poneros una foto de este individuo (no es Darío, soy yo, servidor) en Sitges, hace ya un porroncillo de años. Es que le vida pasa:
Pero vamos, tampoco voy a renunciar a contaros mis aventuras en la Habana en los años ochenta.
En La Bodeguita del Medio, entablé casta y maravillosa amistad con dos cubanas, que me invitaron a cenar a su casa. Sielos, vino todo el edificio a conocerme. Al día siguiente, me expulsaron de Cuba, sin que nadie me diera explicaciones. Cosas que pasan.
Ya puestos, os voy a hablar de otro libro de Polvo y viento, que es quien me ha hecho retomar el libro de Padura: "De la poussière et du vent" de Cathie Borie. No sé si estará traducido a la lengua de Galdós, pero vale la pena. Es corto y se lee sin darse cuenta. Es la historia de una familia francesa en los años más duros del siglo XX. Es tremenda toda la historia de Emilien, que por ser comunista es enviado, primero a un campo de concentración del régimen de Vichy y luego a un campo de concentración alemán, donde sobrevive de una manera terrible. El relato es terrorífico. Si tenéis estómago debéis leerlo. Que el fascismo no vuelva jamás:
Buenas noches, mis gentes, me voy a cenar. Os dejo con Kansas y Su "Dust in the wind"
Disfrutad