El artículo Como poner freno a la depresión aparece en consejos
La presencia continuada de sentimientos de tristeza, ansiedad, vacío, la fatiga y falta de energía a diario, la pérdida de interés por las actividades o pasatiempos que antes se disfrutaban, la dificultad de concentración y de toma de decisiones, el insomnio o el exceso de sueño, comer excesivamente o la pérdida del apetito o la aparición de dolores y malestares persistentes que no se alivian ni con tratamiento médico pueden ser, entre otros, síntomas de un estado de depresión.
Existen básicamente dos tipos de depresión, la depresión reactiva, que se produce como respuesta a una situación estresante en la vida, y la depresión endógena, sin un motivo aparente y que a menudo se hace crónica.
El cerebro es, sin duda, el principal responsable de nuestras emociones. Las células nerviosas del cerebro se comunican a través de los neurotransmisores, mensajeros químicos que informan de los estímulos del exterior y de la respuesta que se ha de dar a estos estímulos. Cuando los niveles de neurotransmisores no son correctos, nuestra percepción del entorno no será real o bien las respuestas a los estímulos serán o demasiado bajas o muy exageradas.
La serotonina es el neurotransmisor que más influye sobre el estado de animo. Regula la sensación de saciedad, equilibra el deseo sexual, controla la temperatura corporal, la actividad motora, la percepción y el aprendizaje e interviene sobre otros neurotransmisores que están relacionados con la angustia, ansiedad, miedo, agresividad, así como con los problemas alimenticios. También es necesaria para elaborar la melatonina, encargada de la regulación del sueño, e influye sobre los ciclos de sueño y vigilia.
Los niveles de serotonina en el cerebro pueden verse afectados por distintos motivos, como el estés, desequilibrio en los niveles de glucosa en sangre y cambios hormonales (sobre todo en los estrógenos). Cuando los niveles de serotonina son bajos se producen alteraciones mentales, como la esquizofrenia, el trastorno obsesivo compulsivo, la hiperactividad infantil y la más frecuente, la depresión.
En el organismo la serotonina se sintetiza a partir del aminoácido triptófano, que es esencial, se ha de obtener necesariamente a través de la dieta. Un paso intermedio entre el triptófano y la serotonina es el molécula de 5-hidroxitriptofano (5-HTP), que se encuentra también en algunos alimentos. Por tanto, el aporte de triptófano o de 5-HTP a través de la dieta, o en forma de suplementos, hará que los niveles de serotonina en el cerebro aumenten y ayudará a recuperar la sensación de bienestar emocional.
La Griffonia simplicifolia es una leguminosa cuyas semillas son ricas en 5-HTP, y de ellas se obtiene uno de los suplementos que actualmente está teniendo un mayor auge para el tratamiento de la depresión. El 5-HTP es una alternativa natural y eficaz a los antidepresivos de síntesis, y respecto al triptófano presenta una serie de ventajas:
· Es mejor asimilado a nivel intestinal.
· Es un paso más avanzado en la síntesis de serotonina, dando lugar a este neurotransmisor con mayor facilidad.
· No puede ser utilizada por el organismo para la síntesis de otras moléculas, mientras que el triptófano si se deriva con frecuencia a producción de proteínas o de vitamina B3.
· Atraviesa con más facilidad la barrera hematoencefálica para llegar a las neuronas, donde ejerce su acción.
Es importante tener en cuenta que el tratamiento de la depresión es largo y que debe estar controlado por un psicólogo o médico especialista y que, en el caso de querer cambiar de un tratamiento de síntesis al tratamiento natural este cambio siempre debe ser progresivo y bajo supervisión médica.