¿Que tal el verano? el mio cargado de cenas de bienvenida, comidas familiares, fiestas de despedida, aperitivos e incluso un viaje que podríamos calificar de gastronómico, por Portugal.
A veces aunque te lo propongas es imposible resistirse a todas las tentaciones del verano, además la falta de rutina, los planes de última hora...parece que nunca es buen momento para hacer ejercicio...
Mi solución! la playa. Además de ser el sitio ideal para echarse una siesta o leer tranquilamente un libro, puede ser el mejor lugar para mantenernos en forma!
Nadar o bucear: son una buena opción para los que disfrutéis de aguas cálidas como las del Mediterráneo y un deporte de riesgo para los que vivimos en el Atlántico, aunque siempre podemos recurrir a un traje de neopreno.
Acelera el paso, pasear por la orilla del mar es muy relajante, disfruta de la brisa, los beneficios del mar..., pero también puede ser un buen ejercicio si aumentas el ritmo. Apúntate al power walking!
Deportes acuáticos: puedes aprovechar para hacer un curso o alquilar el material necesario para hacer surf, padel-surf o piragüismo. Yo tengo mi propia tabla de surf, por cierto, soy una surfista malísima, pero me lo paso muy bien intentándolo una y otra vez!
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Jugar a las palas: puedes montar un pequeño campeonato para que sea más divertido y si no sabes jugar perderás la cuenta de la cantidad de sentadillas que puedes llegar a hacer cada vez que se te cae la pelota.
A última hora cuando la playa se va quedando vacía es el mejor momento para practicar yoga.
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Y a tú en la playa ¿eres más de siesta o de paseo?