Un biomarcador de plasma sanguíneo descubierto en pacientes hospitalizados con COVID-19 puede no solo predecir la gravedad del síndrome de dificultad respiratoria del adulto (SDRA), sino que puede conducir a inhibir la progresión, anunció hoy un equipo de investigadores de la Universidad de California.
Los investigadores de la Universidad de California, encontraron que los compuestos, conocidos como leucotoxinas que se originan a partir del ácido linoleico y se convierten en dioles de leucotoxina se han asociado con enfermedades graves y la muerte en humanos y los síntomas son los del síndrome de dificultad respiratoria del adulto. Los dioles de leucotoxina en la sangre de pacientes con COVID-19 podrían actuar como un biomarcador de problemas pulmonares, ya que los dioles de leucotoxina podrían ser responsables de la insuficiencia pulmonar en pacientes con COVID-19. Las terapias para reducir los dioles de leucotoxina podrían tratar la insuficiencia pulmonar y prevenir la muerte en pacientes con COVID-19.
La investigación además evidencio el papel de los metabolitos de oxilipina en las infecciones por COVID-19 conocidos como DiHOME que han sido implicados en la inflamación pulmonar y son prometedores por su potencial para predecir resultados en pacientes con COVID y guiar intervenciones terapéuticas y quizás dietéticas beneficiosas para las poblaciones humanas ya que Informes recientes demuestran que, los niveles de citocinas proinflamatorias están elevados en pacientes con COVID-19 grave y son más bajos que los observados en SDRA sin COVID, lo que sugiere que factores adicionales conducen a resultados graves en algunos pacientes.
Una de las vías clave que regulan la respuesta inmunitaria a las infecciones es la liberación de mediadores de lípidos reguladores que tienen la doble función de impulsar la inflamación o promover la resolución de la inflamación y el retorno a la homeostasis. Los datos recientes indican un papel de los perfiles de lípidos desregulados en COVID-19 e identificaron metabolitos del citocromo P450 (CYP) de los ácidos grasos poliinsaturados (PUFA) como posibles biomarcadores de la gravedad de la enfermedad.
La epóxido hidrolasa soluble (sEH) y sus inhibidores alivian el dolor y los ácidos grasos epoxi controlan la presión arterial, la fibrosis, la inmunidad, el crecimiento de los tejidos, la depresión, el dolor, la inflamación y otros procesos, por lo que sería un medio para resolver la inflamación asociada con COVID-19 y la fibrosis que puede seguir.
Además de las funciones nutricionales y estructurales del linoleato, los metabolitos menores del linoleato, incluidos los dioles de leucotoxina, regulan una serie de funciones que incluyen la temperatura corporal, la salud cardíaca y la permeabilidad vascular. Este estudio advierte que los niveles de linoleato en la dieta en períodos de mucho estrés, como ocurre con COVID-19, pueden afectar estas funciones reguladoras.
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