¿Cómo preparar agua de avena para adelgazar?

¿Cómo hacer  agua de avena casera?

Para elaborar el agua de avena, sólo hay que seguir unos pasos muy sencillos que ofrecemos a continuación. Se conoce tanto como agua de avena o leche de avena, la diferencia entre una y otra es que el agua de avena es el resultado del remojo de la avena y la leche de avena es el agua y la avena batida.

Es preferible, elaborarla de manera casera puesto que las que encontramos en los supermercados tienen gran cantidad de azúcares añadidos que hacen que no tenga las mismas propiedades para su uso como complemento de adelgazamiento.

Vamos a elaborarla diariamente, ya que su conservación es difícil ya que es muy propenso a la fermentación.

La elaboración es muy sencilla, cogeremos un recipiente y lo llenaremos de agua caliente, un litro para una taza de avena y lo pondremos a remojo unas 3 horas junto con una rama de canela o cualquier aromatizante que sea de nuestro agrado.

Una vez transcurrido el tiempo podremos colarla y simplemente consumir el agua, o batirlo en la licuadora todo excepto la canela. El efecto es mayor si lo consumimos licuado, ya que tiene mayor contenido en fibra, para ello incorporaremos un litro más de agua, y volveremos a batir, ya que así conseguiremos una disolución total, esto es lo que se conoce como leche de avena, ya que se consume todo, no sólo el agua ya que el agua no recibe todos los nutrientes de la avena.

Conservaremos el agua de avena en el frigorífico puesto que es más cómodo y agradable de consumir frío a diario, la que no utilices en el día deséchala, ya que puede fermentarse como hemos indicado anteriormente.

¿Qué nos aporta la avena y cuáles son sus beneficios?

La avena nos aporta 350 calorías cada 100 gramos, con una alto contenido en fibra que nos un alto efecto saciante. Sus grasas son muy saludables, contiene fibra, vitaminas, minerales, oligoelementos y fibra.

Es sin duda un súper alimento, y cada vez se extiende más entre las personas que deciden llevar una alimentación saludable.

• Depurativa y controla el colesterol.

Dispone de unos aminoácidos que nos inducen a producir lecitina en el hígado, un componente necesario para depurar nuestro organismo.

Consumir avena nos permitirá limpiar las paredes de las arterias arrastrando, gracias a la fibra, los depósitos de grasa que se forman en ellas por ello se afirma que reduce el colesterol y ayuda a controlarlo. Sus aceites ricos omega 6 y ácido linoléico, constituyen las llamadas grasas buenas, capaces de reducir el colesterol malo y cuidar de nuestro corazón.

• Controla la glucosa en sangre.

La avena es muy recomendable para los diabéticos. Su fibra soluble mejora la digestión del almidón y mantiene estables los niveles de glicemia. Un aliado para perder peso, ya que si nos mantiene los niveles de glucosa en sangre estables nos producirá una sensación de saciedad que nos hará comer menos y que no se produzcan picos de glucosa, haciendo que nuestro organismo no tenga que producir más insulina para controlar las subidas de glucosa.

Es el cereal ideal para los diabéticos, si quieres saber cómo perder peso siendo diabético, consulta la dieta para la diabetes.

• Mejora la digestión y controla el apetito.

La avena reduce nuestros ácidos biliares, facilitando el tránsito y evitando así el estreñimiento. Además como es un hidrato de carbono de liberación lenta nos mantiene saciados y  nos proporciona energía durante todo el día.

• Es anticancerígena

Son muchos los estudios que se han hecho al respecto, concluyendo que determinados fitoquímicos de la avena, nos ayuda a protegernos contra el cáncer, de ahí que sea muy recomendable consumirla a diario, sus agentes antioxidantes luchan contra los radicales libres.

¿Funciona la avena para adelgazar?

Su alto contenido en fibra hace que fomente los movimientos intestinales, y promueva las digestiones rápidas evitando el estreñimiento y facilitando el correcto funcionamiento del sistema digestivo. Generalmente, la avena nos aporta pocas calorías, eso sí, hemos de tener la precaución de que no esté azucarada ni edulcorada; ya que existen variantes de copos de avena para el desayuno que vienen preparados y azucarados. Deberemos tomar siempre copos de avena naturales.

Por otro lado, el alto contenido en fibra, y al ser un hidrato de carbono complejo de liberación lenta y fácil digestión lo hacen un alimento con alto poder saciante, lo que contribuye a saciarnos de forma rápida y prolongada en el tiempo.

Podemos decir que nos aporta calorías en exceso, pero tampoco es un alimento bajo en calorías, por lo que es de aporte medio y gran contenido en fibra que nos ayuda a controlar el apetito, lo que contribuye ayudarnos a bajar de peso.

Además, si lo consumimos con agua, nos ayuda a hidratar el organismo previniendo la retención de líquidos y manteniéndonos saciados.

¿Cuándo y cómo consumir el agua de avena?

En primer lugar, podemos empezar tomando un vaso de agua de avena en ayunas, y sustituir el desayuno o acompañarlo de una pieza de fruta. La cantidad es necesaria para mantenernos saciados y con energía durante toda la mañana.

Para complementar la dieta puedes beber un vaso antes de las comidas, y conseguirás saciarte y comer menos cantidad del resto de alimentos.

Si acompañas el consumo del agua de avena con una dieta equilibrada conseguirás adelgazar de forma más rápida, saludable y podrás mantener tu peso si estableces como hábito el consumo de agua de avena.

La canela, ademas de darle un toque exótico al agua de avena, actúa como alimento quemagrasas porque acelera nuestro metabolismo y nos ayuda a quemar grasas, por ello es de gran ayuda el agua de avena para perder peso.

Puedes probar también el agua de jengibre para adelgazar o el agua de berenjenas, ambos preparados nos ayudan a recargar de energía nuestro organismo y a adelgazar por sus infinitas propiedades.

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