Los bebés, niños, personas mayores y enfermos crónicos son las poblaciones más vulnerables cuando suben los termómetros en verano. El cuerpo de los bebés, por ejemplo, no regula la temperatura de igual modo que los adultos y en los mayores la sensación de sed es menor que en otras edades, si no beben el agua que necesitan tienen más facilidad para deshidratarse. Para que ninguno de ellos sufra un golpe de calor por las altas temperaturas, resulta primordial seguir unas precauciones básicas:
Bebés y niños
«En los bebés y niños lo más importante es que estén siempre hidratados y no demasiado abrigados», explica el doctor Jordi Pou, coordinador del Comité de Seguridad y Prevención de Accidentes Infantiles de la Asociación Española de Pediatría (Aeped). Y no descuidar nunca su vigilancia. Desgraciadamente, el doctor Pou explica que todos los años se dan casos de padres o cuidadores que olvidan al niño en el coche a pleno sol o le dejan unos minutos mientras realizaban alguna gestión. «Esto no se debe hacer nunca», insiste. Para que no ocurra el pediatra aconseja «dejar siempre algún objeto importante, como un bolso o las llaves de casa, en los asientos traseros del vehículo. Son siempre objetos que se necesitan y hay que coger. Así no se olvidará nadie del niño». Este pediatra ofrece las siguiente recomendaciones para evitar los golpes de calor en los más pequeños de la familia:
—Mantener una buena hidratación. La leche materna o de fórmula aporta a los lactantes los nutrientes necesarios. No obstante, el doctor Pou, dice que en situaciones de mucho calor se puede ofrecer a los bebés agua potable, «no está prohibido». A niños mayores hay que ofrecerles líquidos: agua, zumos… Deben beber pequeñas cantidades frecuentemente. Y nunca forzarles a ello.
—Evitar los lugares cerrados, con mucho calor y sin ventilación.
—Se puede utilizar el aire acondicionado (entre 20 y 21ºC) para refrescar el ambiente, pero bebés y niños nunca deben estar cerca del foco por donde sale el chorro de aire.
—No salir en las horas de mayor intensidad solar: entre las 12 y 17 horas.
—No abrigar al bebé. Puede estar incluso solo con el pañal, o con una camiseta.
—Ante el calor se puede refrescar al bebé con agua más fresca que la temperatura ambiente, pero no fría.
—Estar alerta y acudir al médico inmediatamente ante: si el niño se siente incómodo, inquieto o tiene fiebre (37,5 o 38ºC). También hay que vigilar la piel y las mucosas: los primeros síntomas de la deshidratacion se ven en la piel, la boca o la lengua que empiezan a estar secas. Los niños más mayores se pueden quejar de dolor de cabeza.
Mayores (y todas las edades)
La mayor parte de las Comunidades Autónomas ya han presentado durante estos días sus campañas de sensibilización para que mayores y niños, y toda la población en general, estén protegidos frente a las altas temperaturas, ofreciendo toda una bateria de recomendaciones para prevenir los golpes de calor que siguen las directrices del Ministerio de Sanidad. La campaña «Ola de calor» de la Comunidad de Madrid da estos consejos y hace una llamada de atención a las personas mayores:
—Baje las persianas y los toldos de las fachadas expuestas al sol.
—El frigorífico debe estar en perfecto estado de funionamiento.
—En casa, permanezca en la sala más fresca.
—Si no tiene aire acondicionado o una habitación fresca, acérquese a los lugares más cercanos que estén refrigerados: hipermercados, grandes superficies, centros públicos… Y permanezca en ellos urante dos o tres horas.
—Los mayores que viven solos deben estar acompañados en los días de más calor o en contacto continuo con vecinos o familiares.
—No salir a la calle en las horas más calurosas del día, y menos hacer deporte o tareas como el bricolaje, la jardinería… No se esfuerce demasiado cuando hace tanto calor.
—Si tiene que salir, opte por la mañana temprano o las últimas horas de la tarde. Cúbrase la cabeza con un sobrero y vístase con ropa ligera y de colores claros. Ni que decir tiene que se debe caminar por la sombra.
—Dúchese frecuentemente durante el día o refrésquese con paños húmedos.
—Beba bastante agua y con frecuencia (al menos dos litros diarios) aunque no sienta sed. Puede utilizar también bebidas isotónicas para deportistas.
—No consuma alcohol, pues favorece la deshidratación y altera la capacidad de respuesta al calor. Evite bebidas con cafeína (café, colas, tés…) o muy azucaradas porque aumentan la eliminación de líquidos. Evite líquidos excesivamente fríos.
—Aumente el consumo de frutas y verduras en verano (gazpacho ligeros, ensaladas frías…) para cargar el organismo de sales minerales.
Cómo actuar ante el golpe de calor
Síntomas: Aumenta la temperatura corporal, que puede llegar a 40ºC. Piel caliente, enrojecida y seca (sin sudor). Doleres de vabeza, náuseas, somnolencia y sed intensa. Confusión, convulsiones y pérdida de conciencia. También pueden aparecer calamabres y situaciones de agotamiento. Qué hacer: Refrésquese rápidamente el cuerpo mediante sábanas mojadas, abanicos o cualquier otro método. Cese toda actividad y beba líquidos. Si los síntomas se agravan llame al 112 o acuda al centro de salud. Fuente : ABC