Al ser una enfermedad que no presenta síntomas previos, es importante realizar lo que se denomina prevención primaria, para ello se aconseja a partir de los 30 años realizar controles clínicos o cardiológicos periódicamente, cuando el paciente ya presentó un infarto, se practica la prevención secundaria para evitar que sufran otro, en ésta etapa los métodos son similares a la primaria, pero se agregan medicamentos para potenciar los efectos según cada caso.
Antes de tener un infarto se presentan unos síntomas como la fatiga y dificultades para respirar, sudar más de lo normal sin estar haciendo ejercicio, problemas digestivos, nauseas y vómitos, dolor o presión intensa en el pecho que puede extenderse hasta la espalda, dura en torno a 15 minutos, en caso de tener alguno o todos estos síntomas, lo ideal es acudir al médico.
La manera de prevenir un infarto son las siguientes:
- Dejar de fumar es una de las recomendaciones de los médicos para reducir el riesgo de sufrir un infarto.
- Realizar actividades deportivas por lo menos 3 veces a la semana sin importar la edad de la persona, como por ejemplo: correr, ir a gimnasio, caminar, natación o bicicleta.
- Aumentar el consumo de frutas, verduras y pescado ya que en éste se encuentran ácidos grasos insaturados.
- Medir la tensión arterial.
- Medir el azúcar en la sangre.
- Medir los lípidos en la sangre.
- Tomar una aspirina al día.
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