La inteligencia emocional se ha convertido en la actualidad, en una herramienta que permite desde muy temprana edad expresar las emociones de manera asertiva. Observando los beneficios a partir de los 2 años en los infantes, trayendo innumerables ventajas en la vida de estos, puesto que expresar sus sentimientos y emociones ya no será un problema. Hoy, te diremos cómo promover la inteligencia emocional en los niños.
La inteligencia emocional y los niños
La inteligencia emocional, se define como la capacidad u habilidad de controlar y comprender las emociones propias y de las demás personas. En los niños, la inteligencia emocional debe ser estimulada y canalizada, utilizando herramientas para el autocontrol, la empatía, así como el autoconocimiento. Resultando todas, necesarias para un ensamble apropiado a la sociedad.
Los niños para el desarrollo apropiado necesitan del amor y afecto de sus padres, pues así se logra una mejor adaptación al medio ambiente. Sin embargo, estimular esta habilidad emocional, amerita la intervención precoz de manera apropiada ante las acciones propias de los niños desde su inicio, como es la rabia, la furia, golpear al no conseguir lo deseado, etc. Fomentando el razonamiento y control de las emociones.
Por su parte, el control del pensamiento, la emoción y acción es de suma importancia, ya que todas las actividades del día a día ponen a prueba estos elementos. Al existir control emocional complementado con comprensión, buena comunicación y empatía, se obtendrá una visión diferente de la vida, limitando la frustración, la infelicidad y la inadaptación.
Acciones para promover la inteligencia emocional en los niños
La mayoría de adultos reconocen de forma inmediata las necesidades básicas de los niños, como es la alimentación y la educación. Dejando atrás la inteligencia emocional, teniendo como consecuencia niños sin tolerancia a la frustración, irrespetuosos, maltratadores, condenados a la infelicidad, ameritando en muchos casos, la aplicación de algún test psicológico.
Por esto, se proponen las siguientes herramientas para minimizar estas conductas y promover la inteligencia emocional en casa para los más pequeños:
1. Autoconciencia
Es importante que los padres fomenten el conocimiento propio, en donde todo niño tenga la capacidad de reconocer las virtudes y defectos, reforzando su autoconfianza. De esa manera, no se dejarán llevar solo por las emociones del momento.
2. Reconocer las emociones propias y ajenas
Conocer las emociones es una manera de crear autoconciencia en los niños, diferenciando las emociones positivas y negativas. Identificándolas, tanto en sí mismos como en otras personas, lográndose a través de imágenes que muestren rostros con diferentes emociones.
Otra forma de estimular la inteligencia emocional, es permitiendo que los niños otorguen nombres apropiados a las emociones. Esto facilitará la expresión de los sentimientos desde muy temprana edad. Por otro lado, es normal que los niños se dejen llevar de momento por ciertas emociones que no logran identificar, siendo ese el momento ideal para realizar una intervención y promover el control emocional.
3. Enseñar el control de emociones negativas
Es imprescindible enseñar a los niños a través de cuentos y moralejas que existen circunstancias complejas en la vida que generan estrés, donde sobresalen emociones poco agradables como es la ira, la frustración, o el enojo. Siendo necesario manejar control emocional mediante prácticas de respiración para no terminar heridos o perjudicando a otras personas.
4. Empatía y socialización
Los humanos son seres sociables por naturaleza, encontrándose ligada a la empatía. Se recomienda enseñar a los infantes a través del reconocimiento de emociones, que los sentimientos de otras personas son importantes como las propias. Esto permitirá una mejor inclusión social.
5. Motivación y actitud positiva
Si se estimula la motivación y una actitud positiva en la casa y escuela, los pequeños tendrán más tolerancia a la frustración. Esto hará, que no pierdan el horizonte hasta lograr las metas trazadas, manteniendo el optimismo ante la vida.
6. Comunicación asertiva
La comunicación es la clave de la inteligencia emocional, por lo que hablar en un tono de voz moderado, observando a la casa, facilitará la expresión de emociones por parte de los niños. Además, promoverá la escucha activa, prestando atención ante la opinión de las demás.
Para culminar, la inteligencia emocional es una herramienta primordial en la vida de toda persona, pues proporciona elementos para la expresión adecuada de sentimientos y la comprensión de emociones ajenas. Esta favorece la empatía, la inclusión a la sociedad, y la capacidad de los niños de enfrentarse a circunstancias que ponen a prueba la estabilidad emocional.
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