- Elija una raza que tenga una reputación de ser amigable con los niños. Nunca se sabe con toda certeza cómo se comportará un perro, pero los expertos recomiendan razas como los collies y los labradores. Pregunte a un veterinario sobre la conducta típica de ciertas razas antes de llevar el perro a casa.
- Socialice al perro exponiéndolo constantemente a distintas personas y a otras mascotas, de forma que se sienta cómodo en una variedad de situaciones.
- Entrene al perro para que obedezca las órdenes. Evite los juegos agresivos, como las luchas y tirar de la cuerda, que podrían reforzar las malas conductas.
- Vacune a su perro contra la rabia y otras enfermedades, y castre al perro, lo que puede reducir la agresividad.
- Nunca deje a un bebé o niño pequeño solo con un perro.
- Enseñe a los niños a tener cuidado con los perros. Evite correr delante del perro y molestarlo mientras duerme, come o cuida a los cachorros.
- No deje que los niños se acerquen a un perro sin primero pedirle permiso al dueño. Los niños primero deben permitir que el perro los huela, y evitar tocar la cara, cabeza y cola.
- Se debe decir a los niños que si un perro los amenaza, deben permanecer calmados, evitar el contacto visual y quedarse quietos hasta que el perro se vaya, o retroceder lentamente. Si eso no funciona y el perro los tira, los niños deben ponerse en posición fetal y proteger sus caras con las manos.
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