
El refrán popular: "Detrás de un gran hombre hay una gran mujer" quedó en el pasado hace mucho tiempo. Ellas se dieron cuenta que están en la capacidad de estar a la par de un hombre, no detrás de ellos.Hoy no quiero hablar sobre feminismo, machismo, o de aquellos temas que provocarían discusiones sobre que género es más fuerte o quien está sobre quién. En cambio, quiero tratar un tema que no muchos hombres suelen tocar.Cuando apenas estaba empezando con mi novia nuestra relación amorosa, fui percatándome de algo que en primera instancia no había logrado ver. Ella tenía un pasado marcado en su alma que le provocaba dolor y le impedía entregar su corazón por completo hacía mí.Aproveché los momentos de nuestras largas pláticas para comenzar a extraer de su corazón migaja tras migaja todo lo relacionado a su pasado.Ahí comencé a darme cuenta que la mujer que amaba estaba tan lastimada que era necesario sanarla por completo.No solo se trataba de una herida provocada por una relación amorosa pasada que terminó mal, sino que sus heridas eran tan profundas que tenían que ver, incluso, con su infancia.Esto me confrontó en serio y me hizo pensar en qué estoy haciendo para sanar el alma de la mujer que amo. Todos los detalles, cariños y regalos, podrían decirle a ella que la amo, pero seguiría estando estancada hacia la felicidad plena por culpa de esas heridas no sanadas.Es ahí, querido amigo, donde tú y yo jugamos nuestro papel más importante en la vida de una mujer.La mayoría de ellas tienen miedos que están relacionados con nosotros los hombres. Tal vez en su infancia fue violentada por el hombre que debió haberla cuidado, o quizá recibió burlas de quien prometió amar su corazón.
Cualquier sea el caso, está en tus manos sanar a la mujer que tienes al lado.Esto —repito— no tiene nada que ver con feminismo o machismo. Es más bien un mensaje para que cada hombre se levante a marcar la diferencia en medio de la sociedad tan violentada que vivimos hoy en día.La biblia no es ajena a temas como el que escribo en este artículo. En Marcos 5:22-23 encontramos la historia de la hija de Jairo que fue sanada. Fue el mismo Jairo quien buscó a Jesús y postrado a sus pies rogó por sanidad de su niña.Esta escena es la máxima representación de que un hombre es la clave principal para que una mujer sea sanada. Porque no fue la hija de Jairo quien busco sanidad, sino fue su padre quien rogó a Jesús por un milagro.
¿Estas listo para sanar a la mujer que tienes al lado? Sea que estés casado o soltero, debes leer por completo este artículo.Estos son 3 consejos para que un hombre sane a su mujer. Toma nota a cada uno de ellos y compártelo en redes sociales para que más hombres y mujeres puedan asumir este reto.
¿Listo? Empecemos.
1.- Una mujer es sanada cuando es escuchada.La mayoría de hombres en el mundo sin excepción de raza, religión, y color, tenemos el mismo problema: NO SABEMOS ESCUCHAR.Y es que escuchar tiene que ver con prestarle atención a la profundidad de las palabras que una mujer quiere transmitir.El hombre, por naturaleza, es una criatura con deficiencia para escuchar. Puede oír muy bien las quejas de su hijo, la narración del partido de fútbol, los reclamos de su suegra, pero tener la capacidad de escuchar a su mujer, eso es todo un reto que parece inalcanzable.Entonces, si empezaras a desarrollar la habilidad de escuchar, tu mujer jamás sería infeliz.Sí. Una de las mayores causas de felicidad en una mujer es tener a un hombre que la sabe escuchar.Por medio de la ESCUCHA puedes lograr SANAR el alma de una mujer.Parece increíble pero es verdad. Todas las mujeres en el mundo necesitan sanar emociones que les fueron lastimadas durante su vida.Muchas de ellas han aprendido, como el hombre, la habilidad de esconder sus heridas en lo más profundo, hasta que llega un hombre y la escucha con atención y logra sanarla por completo.Créeme, amigo mío, es más importante saber desnudar el alma de una mujer que desnudar su cuerpo.
Es más importante saber desnudar el alma de una mujer que desnudar su cuerpo.Tu responsabilidad como hombre no es solo proveer a una mujer de economía, sino también cuidarla, respetarla, protegerla, mimarla y también sanarla.Puedes ver en lo superficial su belleza, sus habilidades y sus conocimientos, pero cuando aprendas a escucharla, descubrirás cosas que te dejarán impactado.Solo, por favor, no vayas a forzarla para que en una sola plática te lo diga todo. Saber escuchar a una mujer tiene mucho que ver con SER PACIENTE.No olvides tampoco prestar atención a sus lágrimas, su silencio y sus suspiros. Abrázala cada momento, se tierno y cariñoso.Ella se convierte en ese momento en una niña y tú, con brazos fuertes, debes ser su protector.2.- Una mujer es sanada cuando un hombre es responsable.—Max Damián


“Yo nunca confiaría en un hombre que no llore, él no sería humano."En pocas palabras, un hombre que sabe expresas sus sentimientos y entiende los de una mujer, será siempre un hombre capaz de llenar de felicidad la vida de ella y ser feliz por completo él.Por Último.Ser hombre es una investidura de bendición que debes llevar con orgullo. Fuiste creado para marcar el curso de la historia del mundo. Como hombre tienes la responsabilidad de todo lo que sucede con los que están a tu lado (esposa, familia, madre, suegra). Y si alguno de ellos tiene el alma con alguna herida, es tu responsabilidad sanar. ¿Pero qué hay de Dios? Pues en realidad es Dios quien da la sanidad, pero eres tú como hombre quien se debe acercar a Dios, como Jairo, para que Él haga sanidad en tu niña. Recuerda que eres la pieza principal para que una mujer viva con el alma completa en medio de este mudo tan desgarrado. ¿Lo harás? Te ánimo a que sí. ¿Te ha gustado este artículo? Déjame tu opinión en los comentarios y, cuéntame de qué otra forma un hombre puede sanar a una mujer.
—Norman Schwarzkopf