Revista En Femenino
Color apagado, falta de tono, ausencia de luminosidad y de tersura, un aspecto seco... son algunos síntomas de que la piel tiene sed.
Hay una prueba muy sencilla -"La prueba de la arruga"- para saber si requiere agua: presionar ligeramente toda la mejilla entre índice y pulgar y mirar su superficie de cerca. Si se ven arruguitas muy finas que recorren la piel en diagonal, es porque esa epidermis pide su dosis de hidratación urgentemente.
¿Lo mejor para hidratarla? Basta con aplicar una hidratante de forma regular para que esa piel se recupere rápidamente.