Norelys Morales Aguilera.─ Parece un chiste, y en este caso por su trascendencia, de mal gusto que EEUU aún no logre explicar "ataques" a diplomáticos en Cuba, siendo una superpotencia, teniendo el más amplio sistema de espionaje jamás concebido, con su poderoso Buró Federal de Investigaciones (FBI), y con instituciones científicas de gran calibre.
Este martes 9 de enero, en el Subcomité del hemisferio Occidental del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, se tornó evidente la total ausencia de informaciones, informó la agencia Afp, que al igual que AP y Efe, han difundido que el FBI no ha encontrado prueba alguna de los supuestos "ataques sónicos" contra el personal diplomático estadounidense en Cuba, tras meses de investigaciones y cuatro viajes a La Habana.
La audiencia fue tramada por el senador republicado de Florida, Marco Rubio y copresidida por el senador demócrata de Nueva Jersey, Robert Menendez, "ambos con un vasto record de trabajo en contra de mejores relaciones entre Cuba y los Estados Unidos, y promotores de todo tipo de propuestas legislativas y políticas que afectan los intereses de los pueblos cubano y estadounidense, y solo benefician a una minoría cada vez más aislada que históricamente ha lucrado con la agresión a Cuba" dijo la directora general de Estados Unidos en el ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex) cubano, Josefina Vidal Ferreiro.
Donald Trump ha puesto la política de Estados Unidos hacia Cuba en manos de mafiosos de la política y corruptos, como Rubio y Menendez, por el supuesto apoyo que dieron los ultra miamenses a su elección y sus componendas en el Congreso. Aspiran a retrotraer las relaciones a la confrontación y están usando las mismas tácticas ya vistas como cuando el embajador gringo mostró fotos falsas de aviones cubanos que bombardearían aeropuertos cubanos o cuando Colin Powell alzaba la prueba de armas en Irak.
Si no hay pruebas, son pretextos...