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¿Cómo quedó la economía tras la Segunda Guerra Mundial?

Por Manu Perez @revistadehisto

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Consecuencias de la Segunda Guerra Mundial en la economía occidental europea

La Segunda Guerra Mundial fue un enfrentamiento bélico que desequilibró  la sociedad global y afectó a muchos ámbitos más allá del militar. Uno de esos ámbitos fue la economía, en el espacio europeo provocó una grave crisis económica que no afectará por igual a todos los países. A su vez, significó un cambio en el pensamiento económico que se venía desarrollando desde la Crisis del 29, ratificándose así el keynesianismo como base de la recuperación.

Consecuencias de la Segunda Guerra Mundial en la economía occidental europea

Para comenzar, el primer factor que nos ayudará a comprender  la recuperación es la demografía. Este elemento sufrió un gran descenso aunque con diferencias entre la Europa septentrional y Occidental con la Europa central y Oriental, descendiendo más en esta última zona. Por otro lado, aunque existen varias estimaciones sobre el número de defunciones durante la guerra, la más aceptadas son más de cuarenta millones de muertes y entre cincuenta y sesenta millones de defunciones. Las consecuencias de este descenso poblacional fueron; la perdida de la población más productiva, desequilibrios entre sexos y  la escasez de trabajadores especializados y desplazados.

Por otra parte, en el ámbito económico existe  pérdida del capital. En un primer lugar, los transportes sufren una destrucción del sistema de ferrocarril, colapsando y descendiendo el tráfico. A su vez, los puertos, canales y vías flotantes estuvieron dañados o directamente destruidos. Además, el transporte por carretera estuvo limitado debido a que los puentes y túneles se encontraban fuera de servicio.

En cuánto al sector industrial, el capital circulante es casi inexistente. Los edificios  y el equipo industrial se encontraban destruidos, dañados o en deterioro por la  pausa industrial y la  falta de mantenimiento durante la guerra. Igualmente, se aumentó la producción de bienes relacionados con la contienda, dificultando el desarrollo de la industria de bienes de consumo. También, existió un descenso de la producción en sectores básicos para su desarrollo como fue el sector energético o el sector relacionado con la transformación del acero.

Otro sector afectado por la guerra fue la agricultura y la ganadería. Tal y como pasó con la industria, la agricultura  también sufrió daños y extinciones en sus equipos. Una acción realizada a lo largo de la guerra fue acabar con la tierra enemiga para que el contrario no obtuviera producción de ellas. Igualmente, existieron unas pérdidas del ganado, causando el descenso del consumo de grasas y, a su vez, una perdida de un tercio de la carne.

También, el comercio  se vio afectado por la situación de los transporte y la falta de productos para su comercialización. Los datos nos muestran un descenso de las exportaciones de hasta un  20 %, menos en Suiza, Reino Unido y los países escandinavos.  Al igual, las importaciones no superan el 50%  y  las  inversiones extranjeras sufren un grave descenso.

En consecuencia, las rentas nacionales sufren un descenso entre 1938  y 1946, aunque con una leve recuperación en 1945, por ejemplo, países como Polonia y Austria descienden un 50 % su renta Nacional,  frente a ello se situaban Gran Bretaña, Suiza o lo países escandinavos que mantuvieron su renta nacional. A su vez, la escasez de bienes y productos  provocaron una gran inflación y  una alta dificultad monetaria donde se tuvo que realizar una reestructuración monetal. Ante esta situación, la solución dada fue la llegada de activos desde Estados Unidos debido a que la guerra no afectó a su territorio continental. Entre el transcurso dado desde el final de la guerra en  1945 hasta el Plan Marshall en 1948, Estados Unidos  pone en marcha una serie de ayudas como fue el GARIOA (Government Aid and Relief in Occupied Areas), un plan alimenticio para luchar contra las enfermedades y frenar los disturbios en países como Austria y Alemania. Además, se creó una serie de instituciones para ordenar la reconstrucción y regir la economía futura. En la ciudad norteamericana de Bretton Woods se acordó crear las siguientes instituciones; FMI (Fondo Monetario Internacional), BM (Banco Mundial) y OCM (Organización del Comercio Mundial). Estas instituciones utilizarían como referencia monetaria el dólar, ello provocó que ya se empezará a utilizar el dólar como moneda internacional. 

La recuperación económica en Europa Occidental: el Plan Marshall y el Estado del Bienestar.

Plan Marshall

El Plan Marshall se empezó a en negociar en julio de 1947, este plan de ayuda económica no buscaba solo proteger la economía de Europa, si no que también buscaba desplazar al comunismo de los países occidentales como Francia. Este mismo año, en el ámbito político,  se despliega la Doctrina Truman, este ideario buscaba  luchar contra la expansión comunista en Europa.

Volviendo al plano económico, aunque Estados Unidos planteó estas ayudas económicas, no era un planteamiento unitario en la política estadounidense, porque los republicanos lo rechazaron hasta  que los comunistas se hicieron con el poder en Checoslovaquia en 1948  y se empezaron a organizar  movilizaciones populares en Francia e Italia. 

En 1947 hubo dos conferencias en París para desarrollar el proyecto; en la primera se reunieron  Reino Unido, Francia y la URSS  entre el 27 de junio y el 2 de julio, en esta conferencia los soviéticos se negaron a dicho plan, y con ello  toda Europa Oriental. En oposición, los soviéticos crearon el Plan Molotov y, más tarde, se empezó a desarrollar el KOMECOM o Consejo de Ayuda Mutua. En la segunda conferencia se amplió el número de participantes a países como  Austria, Irlanda, Turquía o Portugal. En esta última reunión se valoró las necesidades de cada país para decidir la cantidad que debían de recibir cada país.

Los fondos se repartieron entre 1948 y 1951 y  fueron más de 12.800 millones de dólares, llegando hasta los 27.000 millones de dólares en 1957.  El reparto de fondos fue bastante desigual porque países como Reino Unido, que tienen una leve mejoría entre 1945-1947, reciben una cuantía mayor en comparación con países donde la guerra tuvo un mayor impacto. Aun así, el Plan Marshall causó la modernización de los beneficiarios y la transformación de Alemania Occidental y otro países.

El Estado del Bienestar

El origen del Estado del Bienestar reside en el siglo XIX, más concretamente en los problemas sociales que surgen por la revolución industrial y el desarrollo de la producción capitalista. La alta precarización  de los trabajadores  chocó con la sociedad, provocando fuertes reacciones que pidieron la protección del estado, la llamada “cuestión social”. Ante esto, los estados liberales crearon una legislación  embrionaria que protegía a los trabajadores. Por otro lado, se empiezan a organizar los primeros sindicatos de trabajadores en Europa que junto al reformismo socialdemócrata, el socialismo cristiano y la élites ilustradas empezaron a dar una serie de mejoras ya no laborales, si no educativas, sanitarias y democráticas como fue la expansión del sufragio universal a lo largo del tiempo.

A  principios del siglo XX, antes de que Keyness desglosará su ideas, surgen  las primeras medidas. La primera tiene su origen en Inglaterra, este Estado creó un sistema de pensiones para ancianos pobres, un seguro de enfermedad y subsidio contra  el paro. Por otro lado,  Alemania  se anticipó a la peticiones del movimiento obrero.

Tras la  Crisis del 1929, Suecia creó un sistema de protección que tiene un amplio compromiso con la creación de empleo, formando un dogma desde que entran en el poder los socialdemócratas hasta nuestros días. Otra programa importante de políticas keynesianistas fue en Estados Unidos y la creación del  New Deal durante el gobierno de Roosevelt, el programa se dividió en dos parte: en la primera  se realizaron políticas de asistencia social a desempleos  y la intervención de la economía paras estimular la demanda. La segunda etapa comienza en 1935 con la creación de pensiones privadas de vejez y desempleo, además se crea una ley de relaciones de trabajo que reconoce el derecho de sindicación y negociación colectiva. En estos programas se reconoce una influencia del economista John Maynard Keyness, aunque la historiografía ha puesto en duda su grado de participación.

Tras la  Segunda Guerra Mundial y el Plan Marshall, Estados Unidos se erige como potencia económica mundial. Los países europeos se ven obligados a comprar materias primas a los estadounidenses y este país dirigió la economía europea. En estos países europeos también siguieron las consignas del keynesianismo para su recuperación económica. Los resultados fueron los siguientes; Alemania tuvo un crecimiento anual de 7,6. En Alemania se produce el “milagro económico” alemán, ello estuvo liderado por Ludwig Erhard (ministro de finanzas y futuro canciller alemán), las primeras medidas que tomó fue la creación del marco alemán, más fuerte que el reischmark  (antigua moneda oficial que estuvo en circulación desde 1924 hasta 1948) y con un valor diez mayor, provocando la detención de la inflación, la auto regulación de la demanda y la oferta, fomentando así la competencia. Por otro lado, acabó con el control de precio implantado durante el mandato de Hitler, causando que los artículos marcaran su valor real y la entrada masiva de productos en las tiendas. Finalmente, se realizó una remodelación fiscal  por la cual se unificó el impuesto sobre la renta empresarial y minimizó el impuesto de los  contribuyentes. En Consecuencia, se triplicó el producto interior bruto alemán, se aumentó el número de estudiante universitarios, se sextuplicó sectores de la industria como fue la química, la textil  o la electrónica a través del consenso entre patronal y  trabajadores y las diferentes reformas que llevó acabo el gobierno alemán. Por otro parte, se expandió el comercio exterior, aupado por la Guerra de Corea.

Por otro lado, Gran Bretaña creció un 2,9 anualmente, en este país existe una fuerte seguridad social instaurada por el Partido Laborista, instaurando los planteamientos del informe de Beridge.  A su vez, la recuperación del capital provocó la llegada del capital de Estados Unidos,  dándole el capital necesario para reorganizar la  producción. Por otro lado, en  Francia e Inglaterra realizaron una nacionalización de sectores como la industria, los sistemas bancarios, transportes o la extracción de materias primas. Por otro lado,  Holanda, Bélgica y Austria se quedaron un por detrás de los países anteriormente mencionados en cuanto a crecimiento se refiere, pero en la década de los setenta conseguirá superarlos.

También se produce la generalización y consolidación del Estado del Bienestar, este Estado del Bienestar va a estar ligada a las políticas económicas que seguían la línea marcada por Keyness. El gasto público en los estados pasó de un 8% en 1950 a un 16% en 1975.  Este gasto público fue destinado a sufragar sociales, por ejemplo, los subsidios por maternidad o desempleo, la creación de becas, la universalización de la educación o el sistema sanitario. El Estado se despreocupó por hacer frente a la inflación o buscar el equilibrio presupuestario para así  lograr el pleno empleo.

Finalmente, durante varias décadas el keynesianismo trajo consigo progreso pero se vio afectado por el panorama internacional partir de los años setenta, donde se produce la crisis del petróleo y con ello, una sobreproducción que no se comercializa internacionalmente. Además se produce un descenso en las prestaciones  del Estado y de las cotizaciones de la seguridad social. Por otro lado, el estado aumenta sus gastos más rápido que los  beneficios, sin poder resolverlo a través de un aumento de los impuestos. En consecuencia, surge una corriente crítica contra las ideas de Keyness que proponía descender el gasto a través de desmontar la protección social, además, propusieron bajar los impuestos y volver a la economía autorregulada, por ello buscarán acabar con los impedimentos estatales. Esta nueva corriente se instaura en Inglaterra en el gobierno de Margaret Thatcher y en Estados Unidos de Ronald Reagan, teniendo consecuencias muy dispares.

Autor: Víctor Manuel González Castillo para revistadehistoria.es

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Bibliografía

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