Con los cambios de tiempo llegan los primeros resfriados de los bebés y niños, y con ellos los mocos. Cuando son pequeños los bebés no saben sonarse la nariz y por lo tanto tenemos que ser los padres los que quitemos los mocos al bebé. Y… ¿Cómo quitar los mocos a los bebés? Con aspiradores nasales.
Y conforme crecen…¿Cómo ayudarles a respirar mejor?
Hay un montonazo de virus (lo típico que nos dice el médico ¿verdad?) causantes de catarros, y los mocos son “nuestros amigos” y salen en nuestra defensa para eliminar todos esos virus y gérmenes que quieren entrar en nuestro cuerpo y en el de nuestros hijos. Podéis leer más sobre esto en el blog de Lucía mi pediatra.
¿Qué hacen los mocos en los niños?
Los mocos impiden respirar bien a los bebés y niños, por eso intentamos siempre que los mocos sean fluidos y puedan salir. Para conseguir que los mocos salgan, lo más importante es que el bebé o niño esté hidratado. Mientras tienen muchos mocos los niños suelen mostrar poco apetito, o tienen menos fuerzas para tetar si son bebés, pero es importante que tomen mucho líquido (pecho, agua).
Echarles suero por la nariz también es una manera de ayudarles a hidratar las fosas nasales, esto es lo que se llama lavados nasales. Y además normalmente con un “chute” de suero muchos mocos salen disparados. Aunque no siempre es así, y tenemos que recurrir a los aspiradores nasales. No suele gustarle mucho a los bebés y niños. Y menos cuando ya saben lo que les espera, ¿verdad?
El tema del aspirado nasal tiene cierta controversia. Es bueno aspirarles para ayudarles a sacar mocos, pero hay que hacerlo pocas veces porque sino puedes acabar irritando también las fosas nasales. Por lo tanto hay que darle prioridad a los lavados nasales frente a los aspirados nasales.
No recuerdo en que momento de mi primer embarazo vi o leí los métodos para quitarles los mocos a los bebés. ¡¡No veáis que variedad!!
Tipos de aspiradores nasales para bebés y niños
Aspirador nasal tipo “pera”
Este es el método más tradicional, el que debían usar nuestros padres. Este aspirador nasal funciona de la siguiente manera, tú lo apretas, lo metes al orificio nasal del bebé, y al soltar coge el aire y suciedad de la nariz del bebé. Por lo visto no es el más recomendado, porque puedes aspirar demasiado, no controlas la “potencia” y puedes hacerle daño al bebé.
Aspirador nasal de tubo
No sé cuales son los nombres técnicos de estos aparatitos para sacarles los mocos a los bebés y niños. Este es el aspirador nasal que más recomiendan. La primera vez que uno ve el sistema se queda un poco asqueado impactado, porque hay que absorber aire por la boca, tu boca, a través de un tubo que termina en la nariz del bebe. Vamos, que da la impresión que te vas a comer los mocos. Pero no os preocupéis, ¡¡es imposible!! En cuanto lo hagáis un par de veces se va la idea de asquete. Además se puede controlar muy bien la fuerza de aspirar en función de como veas que aparecen los moquillos.
Aspirador nasal eléctrico
Este aspirador nasal eléctrico no he llegado a verlo in situ. Una amiga me pasó un vídeo en el que si hija de año y medio se los quitaba sola de lo que le gustaba el aparato. Tiene varias potencias para sacar los moquitos. De este no he leído nada sobre recomendaciones, pero podemos extrapolar lo de la fuerza de aspiración que no la controlamos.
Aspirador nasal con la aspiradora
Sí, también existe, se llama “Pocos mocos”. Es un accesorio que se conecta a tu aspiradora de casa. Es uno de los productos presentados en la Feria de Puericultura de Madrid 2018.
Como aspirar los mocos a tu bebé en 4 pasos
1. Echar suero por la nariz. Para ello hay que girar la cara del bebé a un lado y echar suero por el orificio que queda en la parte de arriba. Si echas el suero con cierta presión es fácil que los mocos salgan solos por el otro orificio o de un soplido los saque el bebé o niño.
2. Coger el aspirador y aprovechar que se ha humedecido la zona para sacar los mocos al bebé. Una vez al día, y solo si ves que no han salido con el chute de suero.
3. Repetirlo en el otro orificio.
4. Darle besitos y jugar con el bebé o el niño para calmarlo, no suele gustarles mucho…
Recomendaciones:
- Lavar con suero varias veces al día al bebé, pero aspirar solo una o dos máximo.
- Si es un bebé, aprovechar antes de las tomas para hacer el lavado nasal para que respire mejor y pueda comer mejor. Si lo haces después podría vomitar.
- Si es más mayor hacerlo cuando esté de acuerdo, para que sea menos “traumático”, hacérselo a los bebés de juguete (se aprende mejor con juego simbólico), y ser rápidos para que no les de tiempo a huir 😉
Nuestra experiencia y nuestros trucos
Nosotros hemos usado el aspirador nasal de tubo. Al principio solo lo hacía yo, que al papi le daba asquillo, pero enseguida que se aseguró del sistema (que no iba a comer mocos) también lo hizo él.
Cuando mi hija era pequeña le salían mejor los mocos con los lavados que con el aspirador nasal.
En cambio con mi segundo hijo, que nació en pleno invierno con todos los virus que traía su hermana de la guardería, con el suero no era suficiente para que pudiera respirar bien y poder comer a gusto.
Ahora que son mayores llevan bien el hecho de tener que echarles suero, pero la verdad que aprendieron rápido a sacar mocos y con pañuelos o en el lavabo antes de dormir ellos mismos se dejan la nariz despejadita, una maravilla.
Conforme se hacen mayores se complica usar estos métodos de los aspiradores nasales. Pero empiezan a aprender a sonarse solos, y eso es lo que mejor les va.
TRUCO 1: Usamos el truco de la cebolla. ¿Mito o realidad? No lo sabemos pero el resultado es que a nuestros hijos les ayuda a respirar mejor.
TRUCO 2: También usamos humidificador. Desde principios de octubre lo ponemos muchas noches para tener un ambiente húmedo que les ayude a que no se les reseque la nariz por las noches. Y oye, eso nos va de maravilla a todos.
También cuando les vemos congestionados de manera exagerada, antes de dormir les damos apiretal, para que al menos descansen bien.
Y vosotros, ¿qué aspirador nasal usáis? ¿Tenéis algún truco?