Cómo os contaba, cuando solo eramos mi marido y yo al disponer de espacio, lo del cambio de armario no era un problema ni me preocupaba demasiado, pero al llegar los niños eso cambió radicalmente y de pronto el espacio empezó a escasear. Era por tanto necesario planificar un buen cambio de armario recogiendo de forma efectiva las toallas de playa, sombreros, bolsos, zapatos, bikinis y resto de ropa de verano para dejar sitio a las prendas de otoño e invierno.
Yo lo primero que hago es vaciar los armarios y aprovecho para limpiarlos y si os gusta perfumarlos podéis aprovechar a cambiar las bolsitas de lavanda, por ejemplo, e incluir naftalina para evitar las polillas.
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Una vez limpios los armarios selecciono la zona donde voy a guardar todo lo de verano que previamente he lavado y guardado en bolsas o fundas dependiendo de las prendas para evitar que se estropeen. Pero antes de todo reviso si hay alguna prenda estropeada o que ya no uso así evito ocupar espacio con prendas que no necesitamos.En el zapatero hago lo mismo, quito los zapatos y sandalias de verano y los guardo en sus cajas a la espera del siguiente verano. Antes de eso los reviso como con la ropa, si hay alguno dañado decido si merece la pena o no guardarlo, es un buen momento para hacer limpieza y tirar aquello que no interese guardar. El resto se limpian o se llevan al zapatero para que estén listos para cuando vuelvan a ser necesarios.
Los sombreros o las pamelas de playa suelen ser lo más complicado de guardar. También debemos revisarlos y limpiarlos si es necesario y luego guardarlos si tienes espacio en una caja con agujeros para que circule el aire y no se acumule humedad o en una bolsa de tela.
Una vez tienes todo preparado en bolsas o cajas es hora de guardarlo. Si tienes bajo la cama un arcón es un buen lugar para guardar todo lo del verano, en caso contrario aprovecha la zona de maletero de los armarios. Lo principal es dejarlo todo ordenado agrupando por ropa de baño, toallas, ropa de verano, zapatos y accesorios. Así cuando llegue de nuevo la primavera te será mucho más fácil volver ha realizar el cambio de armario, al saber donde esta cada cosa será tarea de un momento el cambiar las cosas de sitio.
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Ahora toca poner en el armario la ropa de otoño-invierno. Yo suelo dividirla entre la ropa que voy a usar con más frecuencia y la que no. Luego dentro de esos dos grupos vuelvo a agrupar por ropa de trabajo y ropa sport o por colores según el uso que necesites. Lo mismo te recomiendo hagas con los zapatos. De esa forma será mucho más fácil acceder a la ropa y encontrar lo que buscas en cada momento.Una vez tengas ya organizados los grupos ya puedes ir colocándola en el armario consiguiendo tenerlo ordenado y limpio. Es importante intentar mantener este orden y limpieza, así siempre tendrás a la vista la ropa y los zapatos más habituales de uso y perderás mucho menos tiempo por las mañanas decidiendo que ponerte.
Como os comentaba, este es mi ritual de cambio de armario. La primera vez me costó un poco pero una vez tienes definidos los espacios para cada cosa y todo limpio y ordenado los posteriores cambios de armario son mucho más rápidos y sencillos. Espero que mi experiencia os ayude y haga que vuestro cambio de armario sea una tarea menos desagradable.
Un beso y os veo en mi siguiente post