Padecer este trastorno aumenta tu riesgo de diabetes y enfermedades cardiovasculares. Por lo tanto, lo mejor que puedes hacer por tu salud es seguir estos consejos que te ayudarán a reducir la resistencia a la insulina (o evitar su aparición):
- Adelgazar.
Aproximadamente el 80% de los obesos padece insulinoresistencia. Por lo cual, prevenir el sobrepeso equivale a prevenir la resistencia a la insulina. Al adelgazar estarás mejorando la sensibilidad de tus tejidos a esta hormona. - Reducir las grasas saturadas.
Las dietas ricas en grasas saturadas aumentan el riesgo de intolerancia a la glucosa, aumentan la glucemia de ayuno y los niveles de insulina en sangre. Estas grasas están presentes en los quesos, la leche entera, la manteca, los fiambres, embutidos, las carnes y vísceras. Compra productos descremados, magros o con bajo tenor graso para evitar los excesos. - Aumentar las grasas insaturadas.
Este tipo de grasas aumentan la sensibilidad a la insulina, reduciendo el riesgo de diabetes tipo 2. Para ello, recuerda incluir en tu alimentación pescados, frutos secos como nueces y almendras, semillas y aceites de buena calidad. - Aumentar la fibra dietética.
La fibra tiene los mismos efectos beneficiosos de las grasas insaturadas. Verduras, frutas, leguminosas y cereales integrales no pueden faltar en tu alimentación habitual. - Aumentar la actividad física.
Una de las mejores formas de aumentar la sensibilidad a la insulina es practicar ejercicio físico. Escoge una actividad, preferentemente aeróbica, y practícala con regularidad.
Foto: Flickr (Liz Jo)