Revista Empresa

Como registrar una marca, estos son los pasos, ¡no te saltes ninguno!

Publicado el 30 mayo 2019 por Jmgomezzorrilla @gomezzorrilla

¿Estás pensando en crear empresa?, uno de los primeros pasas será cómo registrar una marca. En ese caso te interesará saber cuál es el proceso para el registro de marcas.

A continuación, encontrarás los pasos para registrar una marca correctamente.

Todo lo que tienes que saber sobre como registrar tu marca

Veamos cuál es el proceso completo y como registrar una marca, paso a paso:

Comprueba que tu marca no está registrada ya

Debes elegir el nombre de tu marca, el logo o ambos elementos (en ese caso hablamos de marca mixta), y comprobar que no han sido registrados ya, o no existen marcas fonéticas o gráficamente parecidas. Si no lo haces puedes tener problemas después, ya que puedes encontrarte con la oposición de otra marca que te impida registrar las tuyas, o al menos se puede alargar bastante más el proceso.

Decide el número de clases del nomenclátor

A continuación tendrás que decidir el número de clases del nomenclátor (Clasificación de Niza) en las que deseas registrar tu marca.

El precio del registro de la marca va a depender del número de clases en las que la vayas a registrar.

La tasa oficial para una marca en una única clase es de 146,03 euros, y de 94,60 euros en la segunda clase y las siguientes. Si haces la presentación telemática de la solicitud, el importe se reduce a 124,12 y 80,41 euros, respectivamente.

Cumplimenta la solicitud de registro de una marca nacional

Puedes descargar esta solicitud en la página web de la OEPM.

Abona las tasas oficiales

Para ello tienes que generar el modelo o carta de pago. Lo que vayas a pagar dependerá del número de clases en que hayas decidido registrar tu marca, tal como comentábamos líneas atrás. Después de rellenar la carta de pago, debes imprimirla y pagarla en una oficina de CaixaBank.

Entrega la documentación en la OEPM

El siguiente paso es imprimir tres copias de la solicitud, e ir con ella y con la carta de pago pagada y sellada por el banco a una de las oficinas de representación de la OEPM. También puedes enviar la solicitud por correo certificado a la OEPM, a la siguiente dirección:

Paseo de la Castellana, 75

CP 28046, Madrid

Si lo haces de esta manera, no debes olvidar que en la oficina de Correos te sellen la primera hoja de solicitud con la fecha y hora de presentación.

Espera la respuesta a la solicitud

Hecho todo lo anterior, los examinadores de la OEPM van a estudiar tu solicitud, y si no hay ningún defecto de forma ni oposición de otra marca, te comunicarán que tu marca queda registrada por un plazo de diez años, renovable por plazos del mismo tiempo.

Recoge tu título de propiedad

En último lugar, si se ha aprobado tu solicitud, podrás recoger el título de propiedad de tu marca, que te concede todos los derechos sobre la misma. Puedes hacerlo de forma presencial, en la dirección de la OEPM que te dimos antes, o bien pedir que te lo envíen por correo certificado mediante el número de fax 913495302 a la atención de “Títulos”. En la actualidad, la OEPM envía junto con la notificación de concesión un vínculo para descargar online el título de propiedad.

¿Por qué es tan importante registrar una marca?

Ya hemos visto cuáles son todos los pasos que hay que seguir a la hora de registrar una marca, pero, ¿por qué es tan importante hacerlo?

La respuesta es muy sencilla: porque es fundamental cuando se va a comercializar un producto o servicio, para brindarle la protección necesaria.

Cuando registramos una marca esta queda blindada ante terceros, ya que podemos demostrar que a efectos legales somos quién la ha creado y quién cuenta con toda la protección necesaria para poder darle uso.

El nombre de una marca tiene un papel trascendental dentro de una estrategia comercial.

Es totalmente imprescindible protegerlo, para evitar que la competencia u otras personas puedan utilizarla. Hay que tener en cuenta además que el nombre de la marca es un elemento de diferenciación, captación de clientes y generación de fidelidad por los mismos.

¿Es lo mismo un nombre de marca que un nombre comercial?

Una marca es un símbolo que identifica a un producto o servicio en el mercado, mientras que un nombre comercial es un título que adquiere una empresa y que le da derecho exclusivo a utilizar cualquier denominación o signo como identificador. El nombre comercial sirve para diferenciar la actividad de la de otras empresas comerciales.

Es decir, que ambos nombres podrían ser distintos y no habría problema alguno. Expliquémoslo con otras palabras: el nombre de marca sería como nos gustaría que nos llamaran nuestros amigos, si de nosotros mismos se tratara; y el nombre comercial sería el que aparece en nuestro documento nacional de identidad.

¿Qué conseguimos cuando registramos una marca?

Desde el momento en que registramos una marca, conseguimos una serie de ventajas que resultan absolutamente fundamentales para nuestro negocio.

Veamos de cuáles se trata:

Podemos hacer un uso exclusivo del nombre de la marca, impidiendo que terceras personas puedan comercializar productos idénticos o al menos similares con la misma denominación, o utilizando una marca tan parecida que pueda dar lugar a confusión.

Se le da un valor incalculable al negocio, que le aporta valor. Esto es debido a que los consumidores dan un gran valor a las marcas, al conjunto de cualidades que asocian a la misma y a su reputación. Así las cosas, estos tienen más predisposición a pagar más por un producto de una marca que conocen ya.

Tenemos la posibilidad de franquiciar, licenciar o vender la empresa, lo que supone una fuente de ingresos adicional.

Damos mayor credibilidad a nuestra empresa, al mostrar al público una imagen más profesional.

Aunque el dominio de nuestro negocio no se encuentre registrado, quedará protegido una vez que tengamos la marca. En caso de que una tercera persona lo haya registrado anteriormente, sería necesario probar que actuó con mala fe, ya que nuestro negocio tenía ya notoriedad para que tenga que traspasar su propiedad.

Existe la opción de obtener la propiedad de usuarios en redes sociales por infringir una marca comercial, si bien sería necesario estudiar caso por caso.

¿Qué nos puede pasar si no registramos nuestra marca?

Si no procedemos a registrar nuestra marca, y tal como indicábamos antes, pueden aparecer competidores que utilicen nombres idénticos o similares, lo que llevará a los consumidores a la confusión. Esto puede afectar a nuestra reputación, en caso de que los productos de la marca sean de una calidad inferior.

Podemos tentarnos a pensar que esto es algo que no nos va a pasar, pero lo cierto es que ocurre mucho. De hecho, es algo que pasa frecuentemente entre socios que finalizan su relación profesional. Es común que el más avispado, que sabe que no se ha registrado la marca, decida hacerlo él y continuar con el negocio solo.

Algo que también puede ocurrir si no registramos nuestra marca es que otro empresario lo haga e impida que se siga utilizando. Nuestro negocio tendría pérdidas económicas y de reputación, ya que sería necesario comenzar de cero. Sí podríamos continuar facturando con el mismo nombre, ya que no tienen nada que ver el registro mercantil con el registro de marcas.

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