Revista Música

Cómo rehacer blues de bar clandestino y triunfar, en un solo paso

Por L

The rolling stones – England’s newest hit makers

Cómo rehacer blues de bar clandestino y triunfar, en un solo paso
Parece titulo de libro de autoayuda para rockeros desorientados y con hambre de triunfar, y de eso aquí nada, al menos no lo que nos reúne acá el día de hoy. Para ponernos en contexto y lograr entender mas menos bien, o pretender captar la esencia promiscua, sexual y rebelde de los Rolling es necesario retroceder lo suficiente, a sus orígenes, ya saben que su fotografía actual, no es de lo mas decidor. Mas parecen de esos generales que recuerdan viejas batallas con nostalgia, no los cabrones desenfadados, que aullaban por orgías, y le gritaban al sistema que se llevara sus ideas puritanas donde mejor le pareciese. Y como es injusto medirlos por su patética actualidad, rindamos respetos a los que fueron la sección mas cruda y siniestra del rock, en esos lejanos viejos tiempos, hablemos entonces sin tapujo alguno de los bien llamados “satánicas majestades” y sus acordes blueseros.
1964, el mundo no estaba preparado para lo que venia a mover las aguas, esas aguas sucias, llenas de racismo, y “cartuchismo” ridículo, con el paradigma de sociedad perfecta que tanto le gusta mostrar a estos gobiernos de viejos chalados, incluso en nuestros días ( a que no?).
Todos esperaban esa gotita que derramara el vaso, expectantes ya, habían sido muchos años de purga y aparente inmaculidad, asi que tenia que llegar Richard y compañía para quitarles la virginidad a cuantos oídos jóvenes, se le cruzaran por delante, absorbiendo todo el caudal de los sonidos mas sucios y negros posibles. Retorciendo la moral de esos corderitos blancos que tantos años de hipnotismo mental le habían costado a sus padres, para hacerlos sucesores de una furia escondida pero presente por muchos años, asi fue, el momento en que, se abandonan las ideas inocentes y comienzas los mas fuertes escarceos con…las melodías sexuales y mugrientas.
Como bien dice ese dicho “Lo prohibido se vuelve tentador” entre mas trataban de censurar a los Rolling, mas expectativas generaban en un público joven, que los pedía a gritos. ¡Si! Ellos son los responsables de crear el libertinaje, en nuestro amado rock, jajaja.
Bueno si tal vez se me fue la mano y exagere algo, se me da bien eso de exagerar, pero cosas ciertas hay, y lo mejor de todo es que hay como demostrarlo, de la manera mas fácil, con su legado, canciones por millares, ahora si bien no son inmediatas como las de the Beatles y no son complejísimas tampoco, pero tienen piel, incluso expelen sudor, van al hueso , nada de andar pidiendo besitos a lo tonto, al grano de inmediato,¡señorita quiero hacerle el amor, y nada mas! Así de honesto.
Puras versiones, nada original
La primera entrega discográfica de los Stones, era un compilado simple y llanamente lleno de covers de blues y rockanroll, seamos justos hay una sola canción original y funciona bien, no es que sea deslumbrante pero matiza bien, en oposición a tanta banalidad.
¡Si! nada nuevo, pero si hay alguien que sabe darle vida a versiones de otros artistas esos son los Stones, es mas bien como si ellos hubiesen hecho las canciones, y no suenan a una imitación de nada, de hecho llega a tal punto la interpretación, que le roban, si le roban, todo rastro de una personalidad anterior, y la transforman en un engendro propio, retorcido, y bluesero, caramba que hasta da sed de solo oírlo unos diez minutos.
Una guitarra trémula abre los fuegos y va tomando ritmo rápidamente, esta pertenece a Not fade away, nada del otro mundo, mas su armónica y espíritu campechano, es una muestra promedio.
Con Route 66 y I just want to make love to you alcanzan de manera rapidísima la cumbre de este primer pack de canciones. Consiguiendo enganchar con divertidos arreglos de guitarra, bastante raquíticos y efectivos, de esos que transmiten miseria humana, pero al mismo tiempo se ríen de esa miseria. Me parece ese es el gran denominador común, rockanroll interpretado, y poseído desde adentro. La primera se hace corta, con ese ritmo súper lúdico y la segunda ya fue el primer seudo escándalo tan sobre comentado, mientras que la canción hasta sin letra, dejaría entrever las intenciones, finales de sus interpretes.
La primitiva Honest i do, vaga de lo áspero a algo mas lento, tal como hace el instrumental que la procede. Now I’ve Got a Witness, tiene una acritud propia, mas rápida eso si, no deja caer en sopores, saliendo (una vez mas) la armónica como ingrediente esencial.
Little by little, es semi instrumental, camina acida y ásperamente, entre el humo, coqueteando demasiado con el blues, delirando, mientras bebe del licor amigo y habla de la vida y sus trampas.
Im a king bee, no me pilla de buen humor, notas lisérgicas, entre resaca, la dotan de una personalidad tan fuerte, que me espanta, no empatise del todo con esta locura de acordes punzantes, que para muchos es la mejor o bien una de las mejores, para mi no.
Carol, es otro pedazo de rockandroll, tiene un ritmo frenético, tan fresco y candensioso, que caramba enciende hasta el agua. Tell me (You’re Comming back) es la única pieza original de todo el album, y queda bien parada frente al resto, quizás no de igual a igual, pero no quedo para nada frustrante en comparación con lo demás, es mas inocentona dulzona y demases apelativos, pero es tan suave, que incluso gusta mucho, al hacer de contraste con la crudeza a la que nos veníamos exponiendo.
Can i get a witness? , repetitiva y todo, tiene un ritmo que no se llega a poner odioso e inescuchables, de hecho, las replicas del coro, salen airosas o medianamente. Mas la voz pierde algo de originalidad. No afectando negativamente el resultado final.
Con You can make it if you try, si que nos abandonan a la desdicha y el aburrimiento, estancamiento puro y duro, jajja, bueno no tanto, pero se hace menos digerible y mas soporífera, cuando descienden las velocidades como banda, también nos hacen descender nuestra atención hacia ellos. Al menos en lo que nos atiende.
Cierra ya, luego de una buena actuación Walking the dog, mmm, es media complicada, porque aporta mucho a la totalidad, hace que funcione bien la unidad, dando el golpe de gracia, mas si la separamos, es propietaria de ciertas cuestiones bien molestas, cuestiones que se dejan olvidar claro, ante la guitarra mordaz. Cerrando una buena tarde de chelas.
Redondísima, actuación de mandaron estos jovencitos (en ese tiempo, jajaja) cuyas cualidades resaltan muy bien, rindiendo honores al blues, y la música negra, no inventando nada, mas mostrándonos colores, que estaban ahí, pero no habían sido bien resaltados por sus predecesores. Sin mucho mas que decir, me despido, de verdad que dan ganas de irse al pub de costumbre a tomarse unas cervezas con los amigos mientras el blues guía la conversación hacia muestras trivialidades humanas.
“no quiero que seas una esclava, no quiero que trabajes todo el día. No lo quiero porque estoy triste y deprimido. Solo quiero hacerte el amor, nena, amarte nena…etc.”

Tracklist

• Not fade away
• Route 66
• I just want to make love to you
• Honest i do
• Now I’ve Got a Witness
• Little by little
• Im a king bee
• Carol
• Tell me (You’re Comming back)
• Can i get a witness?
• You can make it if you try
• Walking the dog

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