A veces es el tiempo que llevas administrando tu blog. A veces es la desmotivación por no tener feedback. A veces la ausencia de comentarios, la falta de ideas, el poco tiempo que te queda en el día… La cuestión es que, sea lo que sea, hace tiempo que sientes que ya no te gusta tanto escribir en tu blog como antes. Pero te gustaría recuperar la ilusión de los primeros días, de cuando lo ideaste e incluso te entra un poquito de envidia sana por esos blogueros que siguen activos con su blog y te preguntas cómo lo harán.
Hoy te traigo algunas técnicas que puedes aplicar para recuperar la ilusión por tu blog, porque te gusta, porque crees que si creyeras un poco más en ti, si trabajaras cosas como la inspiración y la planificación o la constancia, volverías a tener ese blog que ideaste algún día.
1. Revisa tu contenido y si no crees que estés escribiendo sobre lo que te apasiona, cambia la línea editorial de tu blog. La pasión por lo que escribes será lo que te haga sacar tiempo de donde no lo hay, buscar inspiración donde creías que jamás la encontrarías y animarte a innovar cuando creas que ya está todo dicho, todo hecho.
2. Analiza cuáles son tus puntos flacos, esos en los que fallas. La falta de energía, el llevar mucho tiempo y no evolucionar, la desmotivación al no obtener feedback… Hay muchos problemas comunes a casi todos los blogueros, sobre todo en aquellos que están “empezando” su andadura (aunque, al final, todos pasamos por lo mismo) y, ¿sabes lo mejor? Todos tienen solución ;)
3. Para conseguir darle una visión diferente a un tema utilizado por otros blogueros, lee a tu competencia. Visita otros blogs de tu nicho, aprende de aquellos que “lo hacen bien” (en cuanto a estrategia, en cuanto a promoción de post, en cuanto a temas…). Analiza por qué lo hacen bien y proponte cada día hacerlo tú un poquito mejor… Y sobre todo, hacerlo diferente.
4. Si no tienes ilusión por tu blog, habrás descubierto que esto tiene su parte mala… ¡Supera fases! Afronta que no siempre puedes estar al pie del cañón, que habrá veces que tengas que tomarte respiros, tú marcas los tiempos. Recuerda que a veces viene bien cerrar el blog aprovechando periodos estivales o festividades. Sirve para desconectar y volver con la mente mucho más despejada (además, no sé tú, pero yo vuelvo con muchas ganas cada vez que he cerrado por vacaciones). No eres una máquina y porque el día que tienes programado un post, no lo subas, NO PASA NADA, no se acaba el mundo. NO SE MUERE NADIE, ni siquiera tú. Relájate y disfruta, estás aquí porque lo has elegido. Diviértete.
5. Si lo que te desmotiva es que tu blog esté desierto, a pesar de todo lo que curras en él, empieza a pensar en una solución y no te centres en el problema. El feedback es importante para motivarte. Saber que hay gente que te lee, que espera tus posts, gente a la que le gusta lo que escribes y cómo lo escribes, es una de las mejores inyecciones de ilusión que podrá traerte tener un blog. Si quieres atraer a más gente, si quieres que esa gente pase a la acción, tendrás que hacer algo. ¿O es que alguien consiguió un resultado diferente haciendo constantemente lo mismo? ;)
Y ante todo recuerda escribir de lo que te apasiona. Escribe de lo que quieras, pero que sea con el corazón. Ninguna idea es demasiado descabellada y ningún proyecto es demasiado ambicioso, siempre que tú creas en él. Tu blog tendrá picos, como una buena (y divertida) montaña rusa. Tú, como autor, también los tendrás. Pero mucho mejor que mirar lo bien que lo hacen los demás es empezar.
Sí, simplemente empieza.
Hasta el lunes, almas cándidas ;)