Revista Coaching

Cómo reinventarte y recuperar la ilusión y el entusiasmo después de los 40, 50, 60…

Por Coach De La Profesional @scientistcoach

Uno de los temas o preocupaciones más frecuentes entre mis lectores y clientas es la reinvención personal o profesional a partir de cierta edad.

Pasa a otras edades también, claro, pero es verdad que a partir de los cuarenta, cincuenta, etc, empiezas a ver la vida de otra forma.

Finita.

Empiezas a hacer balance, a reflexionar más o tienes más ansias de aprovechar al máximo todo (aunque siempre hayas sido de aprovechar) o de, en cierta forma, empezar a vivir.

Es probablemente la famosa crisis de la mediana edad. Personalmente creo que puede haber varias diferentes y esta es una de ellas.

Así que hoy te voy a contar algunas maneras que puedes considerar para recuperar la energía, la ilusión, el propósito a partir de los 40, 50, 60, 70…

Cuando sientas que necesitas un cambio, que estás estancada, que la vida pasa y ya es tu turno, como me dicen algunas clientas.

Si estás en ese momento, puedes probar algo de esto:

Cambia de profesión

Siempre hay casos de personas, clientas, conocidos que me han dicho:

«Yo es que siempre he querido ser enfermera».

«Lo que quiero ahora es ser inspectora de Hacienda».

«Quiero tener mi propio negocio y ahora es mi momento«.

«Me he dado cuenta de que quiero ser coach como tú, me encanta«.

Quizá ese sea tu caso también y sea el momento de lanzarte o de al menos empezar a ver qué se necesitaría para empezar con esa nueva profesión, ese nuevo negocio que te hace ilusión o que siempre te ha hecho ilusión.

Esa puede ser una forma de volver a recuperar el entusiasmo y seguir con tus sueños y objetivos.

Añade o prueba nuevas aficiones

Si no quieres o no puedes plantearte un cambio profesional, otra cosa que puedes hacer para recuperar la ilusión y el entusiasmo e incluso reinventarte es empezar a añadir nuevas aficiones a tu vida.

No eres consciente del impacto que una nueva afición puede tener en tu vida.

En primer lugar el entusiasmo, porque estás haciendo algo que te apetece hacer o probar, pero además se puede abrir un abanico de posibilidades que ahora mismo ni siquiera tienes en mente.

Yo, por ejemplo, he empezado a tocar el piano que es algo que quería hacer desde que era pequeña y que he ido posponiendo por distintas razones. Tú puedes querer cantar o tener tu propio grupo o aprender un instrumento también o que te haga ilusión crear un un club de lectura.

¿Qué aficiones puedes incorporar a tu vida que te hagan conocer gente nueva, aspectos desconocidos de ti, que te hagan disfrutar, aprender?

Nunca sabes dónde te pueden llevar esas aficiones o qué puertas te pueden abrir.

A veces pueden convertirse en una nueva carrera profesional, como me pasó a mí con el coaching y con el doblaje.

Otras veces, no, ni hace falta.

Pero tener nuevas aficiones hará que tu vida de un cambio y todos los cambios son bienvenidos y abren puertas a nuevas oportunidades, nuevas personas que pueden convertirse en apoyo, compañía, diversión, compañeros. Personas que te abren la puerta a otras opciones.

Por ejemplo, a mí me ha pasado también con el remo que me apunté por probar y ahora es algo que forma parte de mi vida, he conocido a un grupo muy interesante de personas, he descubierto lo que me gusta competir, que me gusta el deporte más de lo que me imaginaba y es algo que ha aportado mucho a mi vida; así que si no sabes qué hacer puedes empezar con esto.

Voluntariado

Otro cambio que puedes hacer es un voluntariado. Esto es algo que a mucha gente le viene de dentro, le gusta mucho ayudar y siempre que hablas con una persona voluntaria de cualquier causa te comenta lo mucho que aporta a su vida.

Te puede proporcionar no sólo ilusión y entusiasmo sino la realización de ver que estás haciendo algo útil más allá de ti misma, más grande que tú, como se suele decir, un propósito incluso.

Ayudar a los demás, por experiencia te digo, te ayuda también a ti y quizá incluso más que a ellos.

Y, por supuesto, también te puede abrir puertas y ayudar a descubrir nuevos recursos, habilidades, pasiones o incluso profesiones.

Esto me recuerda una charla que vi el otro día de un médico que había estudiado en una universidad estadounidense prestigiosa, era cirujano, deportista profesional, toda su carrera bien encaminada según los estandares de la sociedad y…

Tuvo un accidente y se rompió la columna.

El mazazo fue tremendo. Imagínate.

Él menciona que tenía la vida ya encaminada y, de repente, la vida te da un golpe. Y no podemos evitarlo. Para él fue ese, también puede ser la muerte de un ser querido u otro suceso que suponga un revés importante para ti.

Que te de la vuelta de arriba abajo. Que haga que tengas que replantearte MUCHAS cosas.

Una de las cosas que hace ahora es estar involucrado en la lucha para que haya accesibilidad para todas las personas; para que si una persona con necesidades especiales no quiere hacer algo, que sea porque no quiere no porque no puede.

Además, sigue haciendo deporte en su silla de ruedas y visibilizando que un atleta no tiene por qué tener un físico determinado.

Su nombre: Feranmi Okanlami.

Estar involucrado en una causa mayor que tú también te da muchísima satisfacción y sensación de plenitud y puede convertirse en un propósito.

Y es que…

Muchas veces pensamos que nuestro propósito tiene que estar relacionado con lo profesional y no siempre es así.

Tienes que estar dispuesta a probar cosas nuevas, incluyendo aficiones, para descubrir nuevos aspectos de ti y quién sabe si quizá un propósito y así volver a sentirte realizada, a reconectar contigo misma (aunque suene un poco difuso eso) y a sentir que estás aprovechando la vida como quieres independientemenet de las cartas que te de la vida.

Deporte

Otra cosa que te puedes plantear para salir del estancamiento y que suele hacer mucha gente es empezar a hacer deporte de manera constante.

Es algo que también te puede aportar mucho más de lo que crees.

En mi caso con el remo, por ejemplo, o puede ser que te animes a probar el CrossFit o clases de baile, o que decidas que quieres empezar a correr.

Que empieces a tomarte el deporte de manera seria y constante, eso aportará mucha satisfacción a tu vida, porque ya sabemos que hacer deporte es un antidepresivo natural, aparte de mejorar tu forma física y salud.

Además te ayuda a superar tus propios límtes, crecer y sorprenderte y eso da mucha sensación de satisfacción y, por supuesto, conocer a otras personas de otros ambientes con unos estilos de vida saludables.

Hay muchas cosas que puedes probar por ejemplo un club de senderismo o de montañismo, algún deporte acuático como el surf, el remo; correr, marcha nórdica, escalada, patinaje…

Algo que hagas de manera consistente, que forme parte de tu vida.

Yo tengo por una amiga que corre ultra maratones de montaña (que yo es que no veo nada más difícil que eso), y ella empezó en un principio proponiéndose salir a correr, luego hacer diez kilómetros. Después se propuso una media maratón, paso a una maratón y ahora ya está haciendo ultramaratones de montaña .

Ella me decía que jamás se lo hubiera imaginado.

Y ahora mismo le da la vida correr por la montaña.

Muchas veces pensamos que reinventarnos o cambiar nuestra vida es en el aspecto profesional y NO es así.

A veces añadiendo algo de este tipo tu entusiasmo y tu sentido de realización y de plenitud  se completan.

Cambiar de vida

Con cambiar de vida me refiero, por ejemplo, a que si siempre te ha hecho ilusión vivir cerca del mar te propongas trasladarte.

Siendo flexible porque la vida da muchas vueltas y luego al final a lo mejor no te gusta tanto o necesitas otra cosa.

Es normal.

Recuerdo a una clienta, una colega ahora, a la que le hacía mucha ilusión vivir cerca del mar y allí que se trasladó y, más adelante, decidió volver a su ciudad de origen porque allí tenía a su familia.

Yo quería irme a estudiar a Estados Unidos, me fui a Canadá, fui súper feliz y luego decidí volver a España por temas familiares también.

Cambias de objetivos, es normal, hay que ser flexible.

Pero puede ser un buen momento para un cambio de vida, el que siempre has querido.

He puesto como ejemplo vivir cerca del mar, pero también conozco casos de personas urbanitas, que de repente se han ido a vivir a un pueblo o a una zona más alejada entre las montañas. O viceversa, que siempre hayas vivido así y te atraiga ahora el ritmo de la ciudad.

O quizá te apetezca simplificar al maximo tu vida.

O irte a vivir al extranjero.

O pasarte un año viajando.

O tener perros, algo que siempre has querido y por el motivo que sea pues nunca nunca te has animado.

Que digas, es que estoy hasta las narices de coger el coche para ir a todas partes a partir de ahora quiero vivir en un sitio sin coche.

¿Qué cambio puedes hacer en tu vida o en tu dia a día que te haga mucha ilusión?

Es una opción que a mí me encanta porque depsués de haberlo vivido varias veces, de cambiar de ciudad, de país, de profesión aprendes MUCHO: sobre ti y qué estilos de vida te gustan y cuáles no, cuál creías que sí  pero luego no; qué cosas hacen que tu calidad de vida sea mucho mejor de la que esperabas.

Y aquí te puedo recomendar un ejercicio, parecido a uno que envié a mis suscriptores sobre la felicidad, es este:

  • Haz un listado con todo lo que crees que influye ahora mismo en tu calidad de vida, que hace que para ti tu calidad de vida sea buena o muy buena.
  • Cuando tengas esa lista hecha, y no antes, pasa a la segunda parte.
  • En esta segunda parte, lo que quiero es que empieces a recordar momentos en los que tu vida era exactamente como querías, que tenías una calidad de vida estupenda. Apunta qué hacías,  dónde estabas, con quién.
  • Compara ambos listados.

–> Muchas veces lo que creemos que nos hace feliz, que nos aporta calidad de vida, no coincide con lo que en la práctica nos la da y hasta que no lo ves, hasta que no empiezas a pensar en las experiencias y en los momentos vividos no te das cuenta.

Reflexiones extra

Tenemos que ser muy conscientes también de que, a veces, parte de la sensación de estar estancado, bloqueados o de que nos cuesta reinventarnos, es porque estamos totalmente apegados a la idea que tenemos de nosotros mismos.

No nos percatamos de que la vida cambia, que nuestras circunstancias cambian, que nos pasan cosas y nosotros cambiamos.

Racionalmente lo sabes pero en la práctica no te das cuenta.

Entonces a veces tú tienes esa idea de ti mismo, quizá de que eres una profesional ambiciosa y entonces te surge esa idea de que te quieres ir a vivir al campo y poner una panadería y dices:

¡Esto no puede ser, qué tonterías digo! Si yo soy una profesional ambiciosa y quiero ganar mucho dinero, influir en el mundo, superarme, ¿cómo voy a querer eso?

Hay momentos en los que tenemos contradicciones internas, algo normal porque somos seres contradictorios.

Una parte que dice «quiero esto» y otra que dice «qué dices, tú no quieres eso»; y ahí te quedas, en un limbo de dudas y un tira y afloja.

Por eso es importante en momentos así ser especialmente honesta y revisitar quienes somos en este momento. Qué ha cambiado, cómo hemos cambiado; si nuestros valores, prioridades y necesidades siguen siendo las mismas y ser muy honestas.

A veces estamos tan aferrados a una parte de nuestra identidad que nos cuesta soltarla, porque es como si dejaras de ser tú misma; pero sigues siendo tú, solo que tienes derecho a cambiar y a dudar y a lo mejor hace unos años erás una profesional cuya prioridad número uno era su carrera, pero ahora ya no.

Y no por eso eres mejor o peor persona o profesional.

Simplemente eres tú en otra etapa de tu vida.

Si eres capaz de aceptar eso, serás mucho más feliz, tomarás decisiones coherentes con la persona que eres ahora y no con quién crees que eres o con quién fuiste en el pasado.

Si estás pasando una etapa así de un poco de apatía, desilusión o una apatía, pero estancamiento es importante que te abras a experiencias nuevas, que hagas cambios, que conozcas a gente nueva, que vayas a exposiciones a conciertos.

Para que puedas pensar: esto me encanta, esto hay que repetirlo, esto me ilusiona, esto me ha alegrado el día, esto no me gusta nada, aquí no encajo ni con calzador, esto me encantaría hacerlo.

Luego también hay etapas de de tranquilidad en las que si tienes demasiada información o estás saturada de ideas, lo que necesitas es lo contrario, estar tranquila, irte, hacer una escapada, desconectar de todo y dejar que tu mente descanse, tome decisiones y conecte ideas.

Importante también es exponerse a cosas totalmente diferentes de las que sueles hacer porque de ahí pueden salir muchas ideas. Leer una novela si solo lees ensayos, o poesía o libros de suspense si  solo lees románticos.

Haciendo cosas diferentes, leyendo sobre temas distintos, temas sobre los que estés de acuerdo temas sobre los que no, que te hagan tener ideas nuevas y y afianzar o descartar cosas sobre las que tenías dudas.

Que aborreces algo, lee sobre ello, infórmate.

Que desconoces algo, haz lo mismo.

No tienes que dedicarles toda tu vida pero tener distintas perspectivas enriquecerá tu mente y tu experiencia.

PRUEBA COSAS DIFERENTES.

Comidas, lugares, música.

Pedir ayuda

Que no te dé miedo pedir ayuda, eso es importantísimo, en especial para las personas auto-exigentes, independientes y perfeccionistas que siempre hemos pensado que las cosas o las hacemos solas, o si no no valen, que si pides ayuda ya no es lo mismo y todas estas creencias limitantes.

Quiero ponerte un ejemplo que ponía este chico que te he mencionado antes, el médico que se rompió la columna.

Él dice que somos como un puzzle con una serie de piezas, tú siempre tienes esas piezas y tienes que saber encajarlas de distintas maneras pero también es igualmente válido si hay una persona que te ayuda a hacer ese puzzle o si lo tienes que unir al de otra persona, porque al final todos estamos conectados y la conexión es importante.

Saber pedir ayuda si la necesitas, que puede ser un psicólogo si te encuentras en un momento en el que ves que tú sola no puedes, o que si estás estancada y emocionalmente bien puedas decir quiero un coach, quiero una persona que me ayude, que me dé ideas que me ayude a sacar lo que tengo dentro de mí.

Atrévete también a pedir ayuda como un recurso más que tienes y que muchas veces no utilizas. Un recurso igual de válido que los demás.

Y no pienses que con eso vas a ser más dependiente o vas a ser más débil, los seres humanos necesitamos conexión, necesitamos estar unidos.

Es típico empezar a pensar…

¿Pero esto cómo me está pasando a mí? No lo entiendo, si yo no era así, fíjate yo con lo que sido siempre. Pero si yo soy fuerte, nunca he necesitado ayuda.

Bueno, pues a lo mejor ahora sí.

Con esto esto vuelvo otra vez a lo de que no te aferres a la idea que tienes sobre ti misma.

Las circunstancias cambian, hay situaciones que te dejan hechas polvo y te hacen replantearte qué necesitas con humildad y con ganas de de reinventarte y de disfrutar de la vida, que al final para eso estamos.

Tenemos que ser muy conscientes también de que la parte física de nuestro cuerpo puede cambiar, y no me refiero solamente al envejecimiento, sino a enfermedades, lesiones que ojalá no nos pasen pero que pueden pasar.

Esta es la razón por la que si tú eres deportista de élite, por ejemplo, siempre es interesante que tengas otras opciones en mente por si llega un momento en el que por edad ya no rindes igual y tienes que cambiar de carrera.

O si, de repente, te diagnostican alguna enfermedad  y tienes que cambiar gran parte de tu vida.

No hay que vivir con miedo pero sí ser conscientes de que, si nos pasa algo de eso, como decía este médico hay que coger las piezas del puzzle y sacar de esas piezas lo que necesitamos para seguir encontrando algo que nos haga ilusión y nos de un propósito.

* * * * * *

Como decía al principio, todas estas reflexiones y consejos te las puedes aplicar independientemente de la edad que tengas.

Sin embargo, soy totalmente consciente de que a partir de los cuarenta, a veces más tarde a veces un poquito antes, tu forma de pensar cambia mucho porque ves que se acerca otra etapa de la vida.

Por eso, considero que son especialmente útiles a partir de los cuarenta, cuando empiezas a plantearte ya muchas cosas que antes quizá no te planteabas.

¿Qué me dices, por cuál vas a empezar? ¿O qué has probado tú que te haya ayudado a reinventarte a partir de cierta edad?

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