Te seguimos aquí contando cuáles son nuestros diez consejos para que aprendas a aprovechar mejor tus fuerzas y no tengas ninguna situación peligrosa cuando salgas a rodar con viento.
Intenta reducir tu resistencia al aire.
La posición en el ciclismo es fundamental. Todos sabemos que gran parte de la energía que debemos de desarrollar está dirigida a romper nuestra resistencia al aire, y que cuanto mejor sea nuestra posición sobre la bici menos esfuerzo tendremos que hacer para alcanzar una velocidad de crucero.
Si eso es tan importante en el día del cicloturista imagínate cómo lo será si además tienes viento de cara y tu mayor dificultad de avance ya no es la pendiente de la carretera o el mal estado del firme, sino ese aire que te frena, te frena y te frena. Por eso es tan importante que adoptes una postura lo más aerodinámica posible para intentar conseguir que tu pedalada sea eficaz y avances con fuerza y soltura.
Olvídate de las posturas de los profesionales que ves por la tele, porque esas están, seguramente, fuera de tu alcance. Son fruto de miles de kilómetros de entrenamiento unidos a una flexibilidad increíble propia de los deportistas de élite. Pero si que puedes intentar hacer algunas cosas para penetrar mejor al aire que seguramente están a tu alcance. Sobre este supuesto vamos a escribir en unos días nuestros diez consejos para mejorar tu postura sobre la bici….piensa en estas líneas como un adelanto de ese artículo mucho más extenso.
Lo primero será tu inclinación sobre la bicicleta. Olvídate de ir asido a la cruz del manillar, porque de esa forma tu tronco va muy erguido y representa un parapeto enorme al aire. Lo ideal sería que agarraras el manillar por la curva del mismo, aunque si esto te resulta fatigoso en largas distancias también puedes hacerlo por las gomas de los frenos. En cualquier caso tendrás que procurar que los codos vayan en forma de ángulo recto y lo más pegados posible a los costados de tu torso. Lo contrario romperá completamente el conjunto y hará mucho más dificultoso tu avance. Lo mismo ocurre con las rodillas, que si van muy separadas de la barra horizontal de la bici irán creando pequeños frenos a tu energía. Además de la falta de estética que eso supone, claro.
Tu cabeza debe de ir siempre erguida y es fundamental que mantengas el mayor tiempo posible la misma postura, sin cambiar constantemente de desarrollo o levantarte cada pocos metros sobre la bici. Es preferible ir a una velocidad un poco inferior pero que la misma sea de crucero antes de ir a tirones rompiendo la aerodinámica, ya que esto resulta a la larga más fatigoso.
Por último intenta aprovechar más que nunca las pequeñas bajadas o los taludes de la carretera donde hace menos viento para acelerar un poco y entrar con algo más de inercia en los lugares realmente expuestos al aire. Seguro que tus piernas lo agradecerán.