¿Cómo saber que la bicicleta necesita mantenimiento?

El buen mantenimiento de la bicicleta es fundamental aunque no mucha gente lo comprende en su totalidad. La realidad es que el mantenimiento no es una tarea que se debe realizar únicamente cuando algo se rompe y no se puede utilizar sino que es el mejor método para prevenir que las cosas se rompan por completo. En el ciclismo esto es importante porque en ocasiones se puede llegar a escuchar ruidos que a uno le pueden molestar, pero más importante aún son ruidos que pueden estar indicando que algo está por fallar.

El primer ejemplo es el de un ruido como un golpecito seco cada vez que los pedales dan una vuelta completa. Esto en general se debe a que le falta grasa y lubricación a los pedales. Es importante tomar nota de esto y lubricarlos a la brevedad ya que en general esto se debe, por ejemplo, a suciedad. La suciedad que traba los pedales puede provocar que se claven por completo, y si bien se puede pedalear con un pedal trabado, ya que solo impide el movimiento del pedal propiamente dicho, esto puede resultar en algo sumamente incómodo. El problema, más allá de la incomodidad, es que uno se distrae y deja de prestarle atención a otras cosas más importantes como el camino y el estado general así como también al tránsito vehicular.

Un chirrido casi siempre es porque le falta lubricación a la cadena. Puede ser constante o puede ser intermitente, pero en cualquier caso es indicio de que la cadena pide ayuda. En el peor de los casos la cadena se puede cortar si no se la lubrica ya que la tensión que debe soportar es aún mayor, y esto se suma a que la cadena sufre de un desgaste mayor como resultado de la mala (o inexistente) lubricación. El problema no es que se corte la cadena y el ciclista quede varado. En tal caso el ciclista puede simplemente caminar y llevar la bicicleta a algún lugar para reemplazar la cadena y seguir montando. El problema real radica en que existe la posibilidad que la cadena se corte justo en un momento en que necesitamos pedalear para evitar un problema aún mayor, como por ejemplo para ganar velocidad y así evitar una posible cuasi colisión con un vehículo. En el caso de necesitar de esa tracción y no disponer de ella porque la cadena se cortó, lo más probable es sufrir un accidente, un accidente innecesario.

Si el manillar hace un ruido como un chillido en ascensos (que es cuando más peso aplica uno sobre este) la solución es la de ajustar firmemente el manillar. Esto se logra al ajustar los pernos de sujeción que se encuentran al frente. En caso que el ruido persista entonces se debe aflojar los pernos, lubricar correctamente el manillar y limpiarlo para dejar simplemente una película muy fina y posteriormente ajustarlos firmemente. Esto debería eliminar el ruido.

Estos puntos son algunos de los que hay que tener en cuenta para lograr un mantenimiento adecuado de la bicicleta. Un andar suave no solo permite que uno no se distraiga sino también que puede circular más tranquilo. El objetivo es disfrutar de montar en bicicleta y hacerlo de manera segura al reducir lo más posible las probabilidades de sufrir un accidente.