Son cosas que a veces ocurren, por una u otra razón ella no consigue llegar al orgasmo y, con tal de evitar que aquel vaivén se prolongue demasiado, entonces una mujer decide engañar a su pareja haciéndole creer que alcanzó el clímax. Esto sin duda puede decepcionar a más de uno, pero cómo saber si finge el orgasmo.
En el caso de los hombres es bien sencillo, si no eyaculó, o si ni tan si quiera hubo esa tensión previa a la eyaculación entonces no hay que darle más vueltas, él te engaño. Sin embargo, al contrario de lo que muchas pelis porno nos quieren hacer creer, la mayoría de las mujeres no eyaculan ningún liquido al alcanzar el orgasmo, con lo cual saber si realmente ella llegó no es fácil.
Lo normal sería creerla, a fin de cuentas es nuestra pareja y ¿por qué iba a querer dejar pasar la posibilidad de disfrutar de un orgasmo?.
El orgasmo es como el signo de exclamación al final de la frase que has estado escribiendo
Quién sabe, el caso es en ocasiones nos asalta esta duda, puede que porque ella grite “demasiado” en comparación con lo que estamos habituados, porque sus gemidos no vayan en consonancia con los estímulos (por ejemplo que una leve caricia entre las piernas libere un profundo gemido…), puede que tarde “muy poco” en llegar al orgasmo, o puede que ni sude ni se altere lo más mínimo, casi como si estuviera doblando una peli para adultos o atendiendo una llamada de una linea caliente.
Si crees que tu pareja está fingiendo los orgasmos, podrías fijarte en cosas como su temperatura corporal, si se le acelera la respiración, si se le tensan los músculos al llegar al orgasmo o si tiene los genitales hinchados y lubricados.
Si estás “dentro” durante el orgasmo, puede que ella experimente contracciones en su vagina, que sentirás en tu pene como pequeños apretones. Esto no siempre ocurre, ya que también depende de qué tan en forma tenga su suelo pelvico.
Si al fijarte en estos indicadores sientes que tu pareja está fingiendo el orgasmo es inútil comenzar una agria discusión, más bien en primer lugar te deberías plantear por qué puede estar haciendo esto, quizás el cansancio, el estrés, la ansiedad por quedar bien en la cama contigo o problemas sobre su aspecto físico la impulsen a actuar así, por tanto es mucho más sensato abordar el tema con sinceridad y comprensión.
En cualquier caso, a medida que vayas acumulando experiencia sabrás que los orgasmos no son espontáneos, sino fruto de un estímulo que se ha venido produciendo con cierta constancia, es como el signo de exclamación al final de la frase que has estado escribiendo. Si ese broche final se da sin haber trabajado lo más mínimo, probablemente no sea un broche de oro.