Revista Empresa

¿Cómo saber si tienes alma emprendedora?

Publicado el 15 agosto 2016 por Celia Espada García @ElPerrodePapel

¿Cómo saber si tienes alma emprendedora?
Si has leído la última entrada publicada por Mónica en el blog y estás con nosotras en nuestro grupo privado de facebook, habrás visto en primera persona el gran debate que se ha llevado a cabo en torno a su artículo. Y es que el tema de si emprender es para todo el mundo o no, da para largo.
Y hoy, aprovechando que el pequeñín está con los abuelos, quiero compartir contigo mi visión respecto a este tema y te animo a que tú me cuentes la tuya. Porque es cierto que aquí no hay solo blanco y negro, sino toda una gama cromática detrás y cada caso es distinto, pero pienso que la esencia, la base, el trasfondo... es el mismo para todas.
Si me conoces un poco, y supongo que así es si me estás leyendo en estos momentos, sabes que yo no te animo a lanzarte de lleno a hacer realidad tu idea sin tener claro que es lo que quieres y necesitas. Tampoco a que dejes ese trabajo que te da cierta seguridad y estabilidad a fin de mes, sobre todo si tienes otras responsabilidades o peques en casa.
Pero si te animo a intentarlo, a compaginarlo con tu trabajo actual, comprobar si tu idea es en realidad viable, te hace feliz y entonces, cuándo tengas unas bases sólidas y un sistema mínimo viable que te permita prescindir de tu otro trabajo, lanzarte a la aventura de emprender.
Por que sí, esto de emprender es una aventura, una montaña rusa con sus subidas y sus bajadas. Ya he compartido contigo mis momentos buenos y malos, por lo que no creo que pienses que emprender es la solución a todos tus problemas o, al menos, que es la única solución, la más sencilla y rápida.
Porque no es ni una cosa ni la otra. Yo tardé 6 meses en empezar a ver beneficios de las horas y recursos invertidos. Y tardé dos años en dejar mi oficina gris atrás. No di ningún paso en falso sin haber analizado antes muy bien las posibles consecuencias y si sería capaz de hacerles frente. Por eso, algo que yo no he hecho, no voy a animarte a hacerlo a ti.
Sería una locura... como lanzarte al vacío sin paracaídas y ni ver tierra firme. Pero si llega el momento en el que sientes que es lo que necesitas, que estás preparada y quieres hacerlo, no seré yo la que te desanime y te desmotive con estadísticas. Al contrario, compartiré contigo mi propia experiencia, mis sacrificios, mis logros y fracasos, para tratar de facilitarte el camino que has escogido para ti.
Porque quiero que entiendas una cosa y que la grabes a fuego en tu mente: Tú también puedes. No me gusta nada la nueva moda de que emprender es solo para unos cuántos elegidos que son capaces de sacar su idea adelante. Parece que se está transformando en una especie de club privado dónde todos los que estamos trabajando en ello somos superdotados o especiales. Y no es así.
Somos gente normal y corriente, como tú, que un día decidió tomar las riendas de su vida y llegó a la conclusión de que emprender su propio negocio era la solución más acertada a sus problemas. No la más sencilla ni la más rápida, pero sí la que quería llevar a cabo porque a largo plazo le haría más feliz.
Y es la idea que intento transmitir en este blog, en cada una de las entradas en las que hablo sobre emprendimiento desde mi experiencia personal. Que no somos afortunadas ni especiales, tampoco diferentes a ti. Solo nos hemos arriesgado y apostado alto por nuestra idea, invertido un montón de horas y recursos en hacerla realidad y hemos asumido que los inicios son duros, pero cuándo el sistema funciona, si has seguido los pasos correctos, vuelve la calma y puedes disfrutar de tu nueva vida.
Es cierto que emprender NO es para todo el mundo, habrá quién tire la toalla antes de empezar o poco después. Pero no PORQUE NO PUEDA o sea menos que los que hemos convertido nuestra idea en nuestro negocio, sino por otros motivos que, si bien son importantes, pienso que pueden solucionarse con otras alternativas que no sea abandonar.

Entonces ¿Qué necesitas para emprender con tu idea genial y convertirla en tu forma de vida?


    Que te apasione. Sí, lo sé. Esto lo habrás leído en mil blogs y webs. Pero es que es cierto. Los primeros meses son muy duros, si no estás enamorada hasta la médula de tu idea... terminarás desmotivada, quemada y tirando la toalla. Tienes que ser tu fan number one.
    Que asumas que no empezarás a facturar mañana. Ya te dije que no es una solución rápida ni verás beneficios a largo plazo. Por lo que tienes que tener muy claro que abrir tu blog hoy no va a darte un sueldo digno hasta dentro de varios meses. Y puede que incluso más, pero eso te lo cuento en el siguiente punto.
  Que vas a tener que invertir mucho tiempo. Y con mucho, me refiero a M-U-C-H-O. Así, en mayúsculas. Sobre todo si, como yo, empiezas compaginando tu fuente de ingresos principal con tu emprendimiento. Yo he llegado a dormir una media de 4 o 5 horas. Pero es que no es fácil... ni rápido.
  Que si creces deprisa, tendrás que delegar, subcontratar, externalizar... llámalo como quieras. Llegará un momento en el que tocarás techo, te sentirás incapaz de sacar todo el trabajo tú sola. Sentirás que pierdes tiempo llevando las cuentas al día o actualizando tus bases de datos... Y que no haces lo que de verdad te gusta hacer. 
Querida amiga, ha llegado el momento de revisar tus cuentas y formar un equipo o delegar tareas. Como te decía, no somos especiales ni tenemos super poderes. Si el negocio crece, tenemos que crecer con él. Y si te estancas, te sientes imprescindible y no confías en que otra persona pueda hacer tu trabajo igual de bien que tú... Prepárate para quemarte, agobiarte, desmotivarte... Y terminar tirando la toalla.

¿Cómo saber si tienes alma emprendedora?

Internet está lleno de grandes profesionales que hacen maravillosamente su trabajo: asistentes virtuales, redactores freelance, diseñadores, marketers, communities managers, gestores, asesores, programadores,... Es SU TRABAJO. Para lo que se han formado y su pan de cada día. ¿Qué te hace pensar que lo van a hacer peor que tú?
Si has llegado hasta aquí, supongo que ya entiendes por dónde voy. Yo no soy especial, ni única, ni imprescindible. Es cierto que soy diferente y tengo una forma especial de hacer las cosas. Pero eso no quiere decir que si formo un equipo y les transmito mi mensaje, propuesta de valor, objetivos... ellos no sean capaces de sacar el trabajo como lo haría yo o incluso mejor, al dedicarse en exclusiva a la tarea asignada.
No confundas diferenciación y especialización con delegar y externalizar. No contratas a un extraño para que escriba artículos en tu blog o lance tus campañas de email marketing. Antes de elegirle, hablas con él o ella sobre tus valores, los de tu empresa, tus objetivos, lo que quieres conseguir... Y él o ella, como buen profesional, capta el mensaje y hace su trabajo. Que para eso se ha formado y para eso le pagas.
No eres imprescindible. Y ese es uno de los grandes secretos de crear una marca con alma. Que tu marca, tu idea, tu misión... puede comunicar tu mensaje sin que tú estés presente. Has sido capaz de transmitir tus valores a tu marca, a tu equipo, a tu gente... Y ya no hace falta que estés en primera persona animando el cotarro si no es lo que quieres.

En resumen:


¿Emprender es para todo el mundo?
No, solo para aquellos que quieren cambiar su vida, están dispuestos a sacrificarse hoy para obtener beneficios mañana y han asumido que no es cuestión de suerte, sino de dedicación, paciencia, perseverancia y mucha, mucha, mucha pasión.
¿Puede emprender todo el mundo?
Sí. todo el mundo puede emprender un negocio. Otra cosa es que quiera o no quiera hacerlo. En mi opinión, todos tenemos la capacidad suficiente para formarnos, especializarnos, sacrificarnos y tener éxito si nos comprometemos al 100% con nuestra idea y asumimos que no es fácil ni rápido, pero sí posible.

¿Hay que ser especial para tener éxito con tu idea?
No, ni especial ni tener un golpe de suerte. Soy fan de la causalidad. Toda causa, tiene su efecto. Si pasas un año compaginando tu trabajo habitual con el desarrollo de tu idea, arañando horas al sueño y tu tiempo libre, invirtiendo tiempo y recursos en formarte, crecer y avanzar, tú también puedes hacerlo.
¿Es fácil ser emprendedor?
No, no es fácil. Vas a tener que sacrificar muuuuchas cosas, entre ellas tus horas de descanso y ocio. Tampoco te saldrá barato. Las mejores herramientas para automatizar tareas son caras pero ya sabes... lo barato, a la larga, sale caro. Si te tomas tu emprendimiento como lo que es, tu negocio, tienes que asumir que tendrás que invertir en él para hacerlo funcionar.
Como ves, en ningún momento te animo a hacer una locura o dejar tu trabajo actual si no puedes arriesgarte a ello... pero sí a probar tu idea, compaginarla con tu actual trabajo y ver si sacando tiempo de otras áreas de tu vida eres capaz de impulsarla y sacarla adelante
Pero lo que no quiero que pienses es que eso del alma emprendedora... es algo que solo tienen unos pocos y que tú no serás capaz de conseguirlo si de verdad es lo que quieres hacer. Quiero que te quedes con la idea que resume toda la entrada:

Si quieres y estás dispuesta a sacrificarte y comprometerte al 100% con tu idea genial, tú también puedes hacerlo.


Y llegados a este punto, cuéntame ¿tú qué opinas? ¿crees que para emprender hay que nacer con estrella? ¿qué es cuestión de suerte? ¿qué hay que tener un padrino dispuesto a tenderte su mano? ¿o que es cuestión de invertir tu tiempo y tus recursos para cumplir, poco a poco, tus objetivos marcados?


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