Revista Arquitectura

¿Cómo salvar la ciudad? Urbanismo Sostenible en educación plástica y visual.

Por Paisajetransversal @paistransversal
Por Gema Santamaría.
¿Cómo salvar la ciudad? Urbanismo Sostenible en educación plástica y visual.
«Las ciudades son el mayor destructor del ecosistema y la mayor amenaza para la supervivencia del hombre sobre el planeta.»[1]
No quiero ser alarmista, ni exagerada, tampoco pretendo que cunda el pánico. Pero mi admirado Sir Richard Rogers sabe bien de lo que habla. Echando la vista atrás recuerdo con nostalgia cuando la ciudad estaba viva, cuando transmitía emociones, era una prolongación de la vivienda, un lugar de encuentro. Sin embargo con los nuevos patrones de crecimiento urbano todo está cambiando,  las calles se vacían de contenido y se convierten en tierras de nadie, en las que se tiende al aislamiento y se pierde la cohesión social. Estamos creando ciudades inhabitables e insostenibles, que se vuelven peligrosas, que han olvidado su función como espacio social. Definitivamente, la ciudad se ha olvidado de sus ciudadanos.
Es incomprensible e indignante ver como el futuro de las ciudades recae en manos inexpertas sin formación, sin principios cívicos ni morales, que en la mayoría de los casos se mueven por intereses económicos. Es necesario parar de forma inminente esta arquitectura del espectáculo, este urbanismo sin ciudadanos.
Como arquitecta y como docente, veo clara la única solución posible ante este tremendo caos: EDUCACIÓN. No es una propuesta aleatoria ni caprichosa, es una propuesta firme y convencida. Está basada en los resultados de un trabajo de investigación propio, «Urbanismo Sostenible en Educación Plástica y Visual», llevado a cabo con los alumnos de 1º y 2º de Educación Secundaria Obligatoria del IES Rei en Jaume de Alzira, Valencia.
Los niños son el futuro, y por ello es absolutamente necesario formarlos como ciudadanos críticos, con conciencia cívica, educarles en el urbanismo sostenible y en la buena práctica para el desarrollo de la ciudad, que sean conscientes y responsables con su entorno, que crezcan con el respeto por la ciudad. Sólo de este modo tendremos ciudades sostenibles y comprometidas con el mundo, que además mimen a sus ciudadanos.
Claro que es importante formar a nuestros alumnos en historia, matemáticas o idiomas pero desgraciadamente estamos olvidando prepararlos para el papel más importante de su vida: el de ciudadanos del mundo. Si educamos a las futuras generaciones conseguiremos que los niños sean ciudadanos conscientes, que amen y protejan su ciudad. Deben desarrollar una relación especial con ella y asumir su compromiso, sus derechos y deberes.
«El niño tiene derecho a recibir una educación que desarrolle sus capacidades y que lo instruya en la paz, la amistad, la igualdad y el respeto por el medio ambiente». [2]
Varias experiencias a nivel mundial avalan el interés y la importancia de introducir al niño en el mundo de la arquitectura y el urbanismo, destacaré algunas de ellas: el proyecto «La ciudad de los niños» (Fano, Italia), «Children and Architecture» (Australia), «Architecture by Children, ABC» (Ohio, USA), «Kid Architecture camp», (Illinois, USA), ARKKI, School of Architecture for Children and Youth. (Helsinki, Finland), «Architecture in the Schools: Hands on Learning Program». Washington Architectural Foundation. (USA),…el error es enfocar estos contenidos sólo a programas voluntarios o campamentos de verano. Es necesario que puedan llegar a todos los niños y jóvenes, por ello deben impartirse en los centros escolares, deben formar parte de su educación obligatoria.
¿Cómo salvar la ciudad? Urbanismo Sostenible en educación plástica y visual.
En el currículum de educación actual, y de forma inicial para introducir la propuesta, la asignatura que debe acoger estos contenidos es  Educación Plástica y Visual. En ella se presentan una gran variedad de métodos de trabajo para el alumno (maquetas, planos, bocetos,...) y supone una mejora en sus capacidades de diseño y composición,  así como de organización espacial. Las imágenes y los trabajos prácticos son el material didáctico más adecuado para llevar a cabo el aprendizaje, ya que en muchas ocasiones los alumnos no son capaces de expresarse (y de la misma forma, no son capaces de comprender) de una manera tan rica como lo hacen con imágenes.
La investigación realizada con los niños se basa en la comprobación de esta hipótesis inicial: destacar la importancia de educar a nuestros alumnos en Urbanismo y Desarrollo Sostenible como medida correctora de sus conocimientos innatos, y  su efectividad como posible solución a la irresponsable gestión y al lamentable estado de las ciudades actuales.
Para ello, dentro de la investigación, se plantea una actividad muy sencilla a los niños: «Diseña tu ciudad ideal», que desarrollaré a continuación.
Partimos con una presentación oral común para dos grupos, 1º y 2º de ESO, en la que se les explica qué es una ciudad y cómo funciona, atendiendo a distintos parámetros como tamaño, servicios, equipamientos, tipos de transporte o elementos urbanos. Los alumnos se muestran emocionados ante la propuesta, es algo nuevo que nunca han viso en clase y les entusiasma la idea de crear una ciudad.
Dada una plantilla modulada el alumno representa en ella el plano de una ciudad que tendrá que organizar según sus prioridades y preferencias, ellos mismos serán los que repartan equipamientos y viales, los que elijan cada detalle para conformar su ciudad ideal. Es un ejercicio de diseño y distribución, de composición y color, así como de conciencia. Es un ejercicio donde los alumnos puedan despertar toda su creatividad y expresarse sin miedo. Definirán una ciudad como suya y plasmarán en ella sus pensamientos y sus sueños, despertará su sentimiento como ciudadano.
Para los alumnos del grupo de 1º de ESO se añade un anexo, punto clave en el estudio que nos permitirá evaluar su validez, en el cual explicamos de forma adecuada a su nivel qué es una ciudad sostenible, qué parámetros debe cumplir y qué elementos debe contener. Insistimos en los problemas más importantes que sufre la ciudad actual: como la contaminación ambiental, los vertidos tóxicos, la saturación automovilística y la conquista, explotación y destrucción de los parajes naturales por parte del hombre. A continuación proponemos a ambos grupos el diseño individual de su ciudad ideal.
Los alumnos se encuentran muy animados ante el nuevo reto al que se enfrentan, quieren empezar cuanto antes y sus cabezas son auténticos hervideros de ideas, propuestas y preguntas. Es una actividad totalmente nueva y los contenidos son diferentes a todo lo que han visto, quieren ser partícipes de ello y diseñar la mejor ciudad nunca vista, se convierten en auténticos arquitectos y urbanistas. Incluso los alumnos más dispersos se centran en la actividad, quieren experimentar su capacidad para desarrollar este nuevo rol que se les ha asignado.
¿Cómo salvar la ciudad? Urbanismo Sostenible en educación plástica y visual.
En el estudio comparativo de las ciudades obtenidas en ambos grupos, se aprecia cómo los alumnos formados en urbanismo sostenible crean ciudades cuya premisa principal es el respeto al medio ambiente. Asimilan los conceptos aprendidos y los ponen en práctica, proyectan ciudades con un patrón de diseño ecológico y sustentable. Respetuosas y comprometidas con el ciudadano. Estos son algunos de sus testimonios:    «Los alrededores del colegio son peatonales para que los niños puedan ircaminando tranquilamente a clase» (Piera, A.)
«He puesto muchos carriles bici para que podamos acceder cómodamente a todos los lugares, sin contaminar, por ejemplo para ir desde mi casa al parque o desde las zonas deportivas a mi casa, así no corremos peligro en el trayecto» (Roselló, M.)
Sin embargo, los alumnos que no han sido instruidos en ello crean ciudades similares a las actuales, atestadas de vehículos y de centros comerciales, ciudades que no respetan las premisas básicas para asegurar la calidad de vida de sus ciudadanos. No conocen otro patrón de ciudad, aunque son conscientes de la existencia de algunos puntos importantes, como el reciclaje o las energías alternativas, no son capaces de aplicarlo a la ciudad. Quieren introducirlo en sus intervenciones pero se pierden en la actuación.
«Autobús sólo hay uno porque no hace falta más. Hay dos paradas de autobús para que la gente se desplace de una parte a otra de la ciudad.» (Pons, L.)
Los alumnos no disponen de las herramientas necesarias para abarcar la nueva escala que se les propone, no saben cómo hacerlo porque nadie les ha enseñado. No obstante, una vez lo hayan aprendido lo asimilarán y recordarán, serán puntos siempre presentes en su concepto de ciudad ideal. Simple y eficaz.
«Si los niños participan en proyectos de la ciudad la sentirán, ahora como niños y mañana como adultos, como “suya”, ciudad que hay que cuidar y defender» [3]
Es importante destacar que esta propuesta supone una mejora de doble dirección, Por una parte los formamos, pero por otra ellos nos pueden formar a nosotros, sorprendiéndonos con sus ideas frescas, desinhibidas e innovadoras. La interacción de los niños con la ciudad puede desarrollar soluciones muy interesantes que contribuyan al enriquecimiento de sus espacios. No sólo de los técnicos debe depender el desarrollo de la ciudad, mediante este tipo de actividades se pueden llegar a desarrollar propuestas serias  de arquitectura colaborativa.
Por tanto concluyo subrayando, a raíz de los resultados obtenidos, la importancia de formar a nuestros niños y jóvenes en Urbanismo Sostenible como los formamos en cualquier otra, de modo que nos ayude con la labor de generar ciudadanos conscientes y responsables que adopten una actitud de respeto y compromiso ante la ciudad. En su futuro como ciudadanos podrán proponer o llevar a cabo intervenciones justificadas y fundamentadas, muy alejadas de la especulación y de los intereses económicos.  Con ello obtendremos ciudades vivas, pensadas para mejorar la calidad de vida de aquellos que las habitan. ¿No merece este propósito un espacio en el actual currículum educativo?
[1] ROGERS, R. (1997) Ciudades para un pequeño planeta, 1º ed, 5º tirada, Barcelona, Ed. Gustavo Gili. [2] Art. 29 de la Convención sobre los Derechos de Niño, aprobada por las Naciones Unidas el 20 de Noviembre de 1989 en New York.
[3] TONUCCI, F. (1997), La ciudad de los niños, 5ª ed., Madrid, Fundación Germán Sánchez Ruipérez
Gema Santamaría García es Arquitecto por la Universidad de Valencia y ha formado parte de grupo de trabajo arquitectura en la infancia y la juventud del Colegio de Arquitectos de Madrid.
Créditos de imágenes:
Imagen 01: Urbanismo sostenible en educación plástica y visual (fuente: Manel & Marc il.lustradors, fotografia Eixample Blau)
Imagen 02: Investigación con alumnos de ESO (fuente: Gema Santamaría)
Imagen 03: Investigación con alumnos de ESO (fuente: Gema Santamaría)

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