Ahora que termina el año, después de habernos hecho todas las perrerías del mundo, estos mentirosos del gobierno, con su presidente a la cabeza, se atreven a decir que estamos mejor, que la crisis ha finalizado. Además de una cara dura, denotan una falta de sensibilidad tremenda y una psicopatía profunda: “el engaño compulsivo”.
Y eso que estamos todavía lejos de las próximas elecciones –salvo las europeas, que tienen menos importancia—, qué dirán dentro de un año cuando estén cercanas las elecciones municipales y autonómicas, y a un año de la generales. ¿Qué inventarán?
Lo mejor ante esta nueva mentira es dar datos, y en base a ellos, opiniones. Y ahí quedan:
- El paro este año ha aumentado en 300.000 personas
- Las familias en situación de pobreza han llegado a 3.000.000
- Las familias con todos los miembros en paro 1.300.000
- Los parados que recibían y ya no reciben ningún tipo de prestación. puesto que al continuar su situación han consumido el tiempo previsto.
- El precio de los servicios básicos como el gas, el agua o la electricidad han aumentado alrededor del 4% de media.
- Los sueldos de los trabajadores que quedan, ha disminuido un 2%.
- La precariedad de los trabajadores ha aumentado considerablemente.
- Siguen los desahucios, a pesar de que la movilización ciudadana (PAH) ha conseguido ciertos acuerdos.
- Acaban de congelar el salario mínimo, cuando aumentan todos los gastos
Entonces, dónde está la luz del final del túnel, y donde los brotes verdes. Nos toman el pelo miserablemente, y lo triste es que hay quien se lo cree, si no sería difícil de explicar que sólo hayan perdido 15 puntos, según las encuestas.
Entonces, a mí qué me importa si las exportaciones han aumentado –aunque ahora parece que últimamente van decayendo—, o que la prima de riesgo ha bajado, cuando el déficit es prácticamente el mismo que el año pasado y la deuda pública ha aumentado un 12%. ¿A qué mejoras se refieren?
Son simple y llanamente unos mentirosos compulsivos, llevados sólo por el afán de engañar y de intentar, como sea, de que no se les vayan sus electores más fieles.
Este partido deplorable está empeorando las cosas y cuando la crisis acabe, que ocurrirá puesto que todo pasa, la situación de España será de barbecho profundo, sin que haya quedado nada sembrado, porque este gobierno es lo más parecido al caballo de Atila. Ya saben: Por donde pasan no volverá a crecer la hierba. Y tardaremos décadas si es que volvemos a recuperar los derechos de hace cuatro años.
Por cierto, acabo de reflexionar y sí, es verdad que 2013 ha sido mejor. Claro que estos chicos se refieren a:
- El partido popular que, a pesar del hedor de corrupción que se respira en Génova y otros lugares, sigue sin pagar el peaje.
- Las empresas del IBEX-35 que han multiplicado sus beneficios durante 2013. En particular a las energéticas que actúan como un monopolio de facto y suben precios en aras de un mercado que manipulan.
- La Agencia Tributaria que puede hacer y deshacer, favoreciendo a quien es afín al Partido Popular
- Los empresarios en general que se han encontrado con el regalo de una reforma laboral que les permite manejar a su antojo a los trabajadores.
- Carromero y otros tantos enchufados que han entrado a dedo en la Administración cuando se han congelado todas las oposiciones y no se cubren las bajas de los funcionarios de carrera.
- El sistema financiero intervenido que, como cabía suponer a pesar de lo dicho por el gobierno, no tendrá que devolver el rescate sino que lo harán los ciudadanos.
- El propio gobierno que disfruta de una salud de hierro dada por una mayoría absoluta ilegítima, ganada con un programa electoral falso y contrario a sus actuaciones.
- Las empresas privadas de Sanidad que esperan como lobos hambrientos poder entrar a negociar con la salud de los ciudadanos.
- Las empresas de seguros y fondos de pensiones que ven cómo con el exiguo aumento de las pensiones se van a forrar.
- Las empresas de seguridad que, con la ley de seguridad privada, se están empezando a frotar las manos.
Sí, sin duda a estos últimos y a los suyos les ha ido mejor. Y es que, como hemos venido diciendo desde hace dos años, este gobierno no da puntada sin hilo, está haciendo una revolución ideológica cuyo resultado es hacer más rico al rico, llevar a la clase baja a quien estaba en la clase media, y dejar a la clase baja en la indigencia. Y lo grave es que, aunque sea con mentiras, lo está consiguiendo.
Salud y República