Revista Cultura y Ocio
Es una pregunta que me he hecho siempre, desde que he leído y desde que comencé a escribir. Aunque esta pregunta se acentuó más en el momento en el que publiqué, cuando ya estuve de lleno en el mundo de la literatura, no sólo como lectora, sino como escritora, como creadora de contenido. ¿Qué hace al buen escritor? ¿Tener una buena editorial que respalde su escritura? ¿Tener una buena historia pese a que nadie te esté aupando por detrás? Creo que la formula secreta es la conjunción de ambas. Actualmente vivimos en un momento en el que, a mi opinión, salen miles y miles de libros. Antes se tenía un primer filtro, que era la editorial. Ahora, con la autopublicación ya no conocemos barreras, ni de contenido, ni de fechas de publicación, ni de autores. Ponemos las palabras que queramos en el navegador y podemos encontrar literatura que en otro momento no hubiéramos llegado a ver. ¿Esto es bueno o malo? Pues ambas, la verdad. Ahora el escritor no sólo se tiene que encargar de escribir, sino que también tiene que ser un community manager, encargarse de que su novela sobresalga entre el océano literario (que ya no mar) y que la gente si se preocupe por ella, que se interese, que la lea, y que guste. Y bueno, lo último creo que es lo más importante: que la novela sea leída y que guste. Los escritores tenemos mucho que agradecer a esas personas individuales, esos bloggeros o lectores que se interesan por nuestra novela, porque ahora todos estamos comunicados y se nos da bien hacer opiniones, crear reseñas sobre nuestros libros. Soy escritora novel, he publicado dos novelas y ambas tienen críticas, tanto buenas como malas. Me alegra escuchar las buenas, me gusta saber cómo mejorar las malas, pero sobre todo quiero que mi libro sea leído. Hay un momento en el que te da hasta igual la forma - conocido es por todos el pirateo y lo fácil que es hacerlo -, pero quieres que sea leído, que las opiniones te lleguen, y que tu libro se recomiende. En el océano literario en el que vivimos triunfa no sólo el que se mantiene a flote, sino el que es capaz de navegar a otros rincones de ese océano.Con todo esto quiero llegar a una reflexión, para lectores, escritores, bloggeros, gente en general: como lectora nunca me di cuenta, pero, ¿Sabéis que vosotros, lectores, tenéis los remos de nuestra embarcación? Podemos hundirnos entre obras literarias de otros autores. Podemos ser conocidos por un pequeño grupo de gente, sin alejarnos más de nuestra barca... pero vuestros remos pueden hacer que nos movamos por otros circulos, que la novela llegue más allá. Como he dicho, hay un momento en que te da igual si la barca en la que te mueves es un galeón del imperio español o es una tabla, porque el escritor quiere aprender, mejorar y que su novela sea conocida, sea criticada para lo bueno y para lo malo...Señores, no sabéis lo complicado que es ser escritor a estas alturas de la vida.