Lorenzo y Rossi, en el podio de Mugello. Foto: Reuters.
Antes de aterrizar en MotoGP, Jorge Lorenzo (Palma de Mallorca, 1987) fue invitado por TVE para comentar el GP de Estados Unidos. Segundos antes de entrar en directo desde el pit lane, Àlex Crivillé se lo encontró muy tranquilo. "Jorge se había estirado tranquilamente sobre el muro del circuito de Laguna Seca... ¡y se había quedado dormido tomando el sol!", recuerda Ernest Riveras en Jorge Lorenzo. Por fuera desde dentro: "Pero lo mejor de todo es que, cuando se despertó, cuando se despierta, es como si sólo se hubiese apagado un rato. Porque «arranca» desde el punto anterior a la cabezadita... sin problemas". En ese momento está Lorenzo en el Mundial. Se activa al mínimo pestañeo y completa solo, en cabeza, casi todo el circuito. Así ganó en Jerez y Le Mans, y también en Mugello. Tres victorias consecutivas que le acercan a al líder, su compañero en Yamaha Valentino Rossi, protagonista de otra remontada (partió octavo y acabó tercero), y que sólo tiene seis puntos de ventaja. "Ha sido mi día, la moto iba muy bien. Por suerte he podido ir adelante. Era no fallar, y no lo he hecho", dijo Lorenzo en Carrusel Deportivo, de la Cadena SER. Salió como cuando se despierta, activo y directo. Sin dudas. Andrea Dovizioso, que más tarde se retiró por problemas mecánicos, se puso primero tras una mala salida de Iannone y Lorenzo le superó en una acción tan arriesgada como efectiva. Ocho vueltas después, el mallorquín tenía un colchón de cinco segundos y nunca vio peligrar su cuarta victoria en el GP de Italia en los últimos cinco años. La carrera de Marc Márquez fue completamente diferente. Tras una multitud de errores el sábado, el campeón de los últimos dos años en MotoGP partió 13º, pero salió tan bien que en la segunda vuelta era tercero, y en la tercera, segundo. A seis giros para el final, quizás perjudicado por haber escogido el neumático delantero duro, Marc Márquez se fue al suelo y ya está a 49 de Rossi: "El Mundial no está perdido". Es su segundo abandono del año. Así que Iannone recuperó, y supo defender, el segundo puesto ante Rossi. Dani Pedrosa, todavía lejos de su mejor forma tras la operación, logró un meritorio cuarto puesto.