Se llama síndrome de Asperger a un determinado conjunto de situaciones emocionales que se encuentra dentro de los trastornos del autismo. En ocasiones es denominado “síndrome del planeta equivocado” porque quienes lo presentan se sienten normales, viviendo en un mundo normal pero lleno de cosas raras.
Síntomas del síndrome de Asperger
Dependiendo de la personas, pueden aparecer unos síntomas u otros, en función del grado de autismo que presenten. Los más frecuentes son:
- Son personas con problemas de motricidad, torpes en los deportes- Presentan dificultades para entender a los demás, carecen de empatía- No saben distinguir cuando una persona está bromeando de cuando no lo está - Varían la entonación o el volumen de la voz. - Odian los cambios en su vida - Aprenden a hablar muy pronto o muy tarde - Aprenden a leer muy pronto o muy tarde - No se integran con facilidad- No entienden como piensan los demás - Sienten pasión e interés por temas concretos: se convierten en verdaderos expertos en música, televisión, estadísticas... - Se mueven de manera repetitiva - Acostumbran a ser personas ingenuas
Las personas que están diagnosticadas con el Síndrome de Asperger, con frecuencia están dotados con algún talento, es decir, hacen con total naturalidad algo que a los demás les resulta muy complicado. Por ejemplo:
- Son expertos en juegos de lógica - Recuerdan detalles de cosas que otras personas no ven - Presentan una memoria fuera de lo común - Son mejores escribiendo que hablando - Muchos son especialmente hábiles en informática y programación - Muchos tienden a desarrollar un gran talento musical- Se divierten repitiendo lo mismo muchas veces- Suelen ser personas fieles, leales y sinceras.
En la actualidad, se dice que este síndrome es un trastorno del desarrollo del individuo, una alteración neurobiológica en el proceso de la información. Los adultos con este síndrome, que acostumbran tener un coeficiente intelectual superior a la media, sostienen que no se trata de una enfermedad, sino que ven el Síndrome de Asperger como una forma de ser.
Foto vía PsicoencuentroPubliqué este artículo por primera vez el 11/01/2012 en el blog "Apuntes de Salud"