Hoy de nuevo, contamos con Margaret González como autora invitada en el blog.
Ella es instructora de porteo y es la mamá al frente de la tienda online Tela de Abrazos. También escribe artículos muy interesantes sobre crianza, porteo y lactancia en el blog de Tela de Abrazos. ¡Te recomiendo visitar su blog porque es muy interesante!
¿Cómo sé si mi portabebés es ergonómico?
Cuando estamos embarazadas y queremos portear a nuestro bebé, la mayoría de las veces los primeros portabebés que nos llegan son las mochilas de marcas más comerciales. Muchas veces nos la deja una cuñada, o nos la regalan, o incluso la compramos, pensando que esa es la mejor para nuestro bebé. Pero no.
No todos los portabebés respetan el desarrollo fisiológico de nuestros bebés ni permiten que su postura sea la adecuada para su crecimiento.
El portabebés adecuado debe ser un portabebés ergonómico.
El portabebés adecuado siempre debe ser un portabebés ergonómico.
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Y claro, el problema viene cuando no sabemos qué características debe tener un portabebés ergonómico y qué posición debe tener nuestro bebé para que hagamos uso de un porteo seguro y cómodo.
Te he resumido aquí las 10 características que debe tener un portabebés ergonómico, para que sepas reconocer si un portabebés es ergonómico o no, y por lo tanto, adecuado para llevar a tu bebé.
1. El portabebés debe permitir que el bebé vaya en la posición que él mismo adoptaría de forma natural.
El bebé tiene que ir tripita con tripita con su madre/portador, de forma vertical. Cómo cuando estaba en el vientre materno o cuando le coges en brazos. Es decir, prácticamente en posición fetal. Vamos, la misma posición que coge cuando te lo tumbas en el pecho, para que lo reconozcas más visualmente.
2. El portabebés debe poder adaptarse al cuerpo de tu bebé y a su crecimiento. El portabebés se adaptará al crecimiento de tu bebé y crecerá con él.
3. Debe respetar la curvatura natural de la espalda del recién nacido y su apertura de las piernas.
Esto es, sin forzarle a estar más recto ni con las piernas más abiertas. La tela del portabebés debe adaptarse al bebé como un guante, que es como lo hacen los fulares.
4. La apertura de las piernas, junto con la curvatura de la espalda, es la característica más importante que debe respetar el portabebés para que el bebé vaya en una posición adecuada para su desarrollo fisiológico.
La apertura de las piernas debe ser de aproximadamente 45 grados cada una. Aunque cada bebé es distinto, y unos permiten una mayor apertura que otros. Ahí eres tú quien mejor lo puede ver.
La apertura debe ser la que el bebé pueda adoptar sin forzarlo. Un bebé recién nacido tiene las piernas más cerradas, y esa una de las razones por la que muchos portabebés no sirven para recién nacidos.
5. Siguiendo con la posición de las piernas… Las piernas, además de tener una apertura de unos 45 grados cada una, tienen que estar en forma de M. Es decir, con las rodillas dobladas y que queden un poquito por encima del culete. Lo que llamamos posición de “ranita”
Esta posición permitirá, además, que la curvatura de la espalda sea la optima, ya que al doblar las caderas de esta forma, se produce la curvatura natural de la espalda.
Si puedes, pruébalo tú misma en una hamaca. Verás que en cuanto te hundes, las rodillas suben por encima del trasero y la espalda se nos curva. Pura física
6. La tela de las piernas debe de ir de corva a corva (debajo de las rodillas).
Solo de esta forma la tela del portabebés sostiene las piernas para que estén en forma de M y el peso del bebé lo sostenga el portabebés y sus piernas no cuelguen.
Esto es lo que suele pasar con las mochilas comerciales, que el peso recae sobre los genitales del bebé por que las piernas no están sujetas sino colgando.
Además de que no es adecuado para el desarrollo del bebé, es muy incómodo para ellos y para nosotros.
7. Un portabebés siempre debe llevar un soporte para la cabeza del bebé si aún no la sostiene solo.
Puede ser tela que dejemos para sujetar la cabeza cuando necesitemos, como hacemos en un fular o bandolera, o bien una capucha como suelen tener las mochilas ergonómicas y algunos Mei tai.
8. El portabebés nunca debe llevar ninguna parte rígida que quede en la espalda del bebé. Eso provocaría que la curvatura se modificara, además de ser muy incómodo para el bebé.
9. El portabebés tiene que permitir que el bebé y su porteador vayan bien pegaditos. Nada de espacios entre medias. Tu bebé y tú debéis formar un solo eje, de otra forma, el bebé no se sentiría seguro y sostenido, y para ti sería muy incómodo ya que cargarías el peso sin ningún soporte.
10. Un portabebés ergonómico nunca se lleva mirando hacia el frente.
Como ya te he explicado en los puntos anteriores, es muy importante mantener la curvatura natural de la espalda en forma de C y la posición de M, de “ranita”, de las piernas, y mirando hacia el frente esa posición es imposible.
Además de que un bebé mirando al frente va completamente expuesto a cualquier estímulo externo sin tener posibilidad de resguardarse de él.