La percepción a mi llegada como lo dije en mi primera crónica era un ambiente de fiesta y tuve la oportunidad de confirmarlo. Entre más me acercaba al centro de la ciudad de Nashville, más intenso se volvía el ambiente con personas que caminaban vistiendo el jersey de su equipo favorito en dirección al escenario que en ese momento, alrededor de las 14:00 horas, se encontraba tocando una banda de rock.
Se comenzaban a ver a muchos aficionados aglomerados cerca de una barrera que colocó el personal de seguridad aproximádamente a dos cuadras del escenario, para que les permitieran avanzar hacia el punto más cercano al escenario. Cuando llegué aún estaban trabajando en los últimos detalles y acomodo del escenario donde se llevaría a cabo el Draft NFL así como algunos camarógrafos de NFL Network simulando el seguimiento de los jugadores avanzando hacia el comisionado para recibir su gorra y su jersey. Otra vez hubo secciones para los aficionados de cada equipo que estuvieron cerca de donde Roger Goodell hace el anuncio de cada pick. Y mis respetos para los fans que se mantuvieron al aire libre a lo largo de la duración en la primera ronda porque cayó una buena tormenta.
El lado derecho viendo de frente el escenario era el espacio que NFL Network ocupó para su cobertura, el lado opuesto estaba ESPN. El que desde temprano estaba ocupado y recibiendo llamadas era Ian Rappoport y a pesar de mi intento por escuchar alguna información relevante, la música ambiental no me lo permitió.
Por cierto, me di cuenta que en esta ciudad no puede haber un momento sin escucharse música, en todo momento y de todos lados habrá una buena rola para ponerte en modo fiesta y es algo que se aprecia.
La organización fue muy buena aunque la logística tuvo algunos inconvenientes desde mi perspectiva. El evento prácticamente fue al aire libre a orillas del río Cumberland, al otro lado de donde se encuentra el Nissan Stadium y desafortunadamente el pronóstico del tiempo auguraba lluvia. Además, como es una costumbre, hay actividades para los fans en el NFL Experience y este año tenías que atravesar el río por un puente para llegar al estadio donde fue colocado. Incluso también la alfombra roja ocurrió también allá.
Otra de las cosas que no estuvo cómodo fue que el área de prensa no tenía visibilidad directa hacia el escenario por lo que teníamos que estar siguiendo la actividad a través de pantallas. También el tema con la conexión de internet dejó mucho que desear y entiendo que mantener el servicio para cerca de 500 personas conectadas es un reto. Justamente faltando 10 minutos para las siete de la noche se perdió la conexión y el resto de la noche se mantuvo intermitente. Mal ahí.
Para lo que no tengo queja alguna sino al contrario, lo celebro, es la comida que sirvieron para los medios. A medio día había buenas opciones, incluso para los veganos al ver por ahí Meatloaf vegano lo cual me pareció una opción interesante pero al ver más adelante Mac & Cheese y Brisket con salsa BBQ, la verdad me rendí a la tentación. Y estaba delicioso.
Regresando al tema del Draft, teníamos cerca la sala de prensa en donde los jugadores seleccionados son llevados para responder a preguntas rápidas. Obviamente se llenó el lugar para recibir a Kyler Murray, la primera selección global pero apareció justo cuando transcurría el pick 18. Tomaron mucho tiempo para llevar a los jugadores para tener no más de 10 minutos disponibles. Por cierto, Nick Bosa habla como si estuviera bajo los efectos de un sedante (fun fact).
Al finalizar la primera ronda hubo una buena exhibición de juegos pirotécnicos desde el Nissan Stadium y del puente John Seigenthaler que lució impresionante. La fiesta continuó con un concierto de una banda llamada Moon Taxi aunque ya no estuve mucho tiempo ahí.
En general fue un buen evento, no todo tiene que salir perfecto y creo que a pesar de los inconvenientes se disfrutó. Hoy espero que aunque el interés en la gente baje, la fiesta aumente en Nashville, sobre todo al final con el concierto de Tim McGraw.