Si alguna vez te pasó por la mente decir que tú país es un infierno por el calor, créeme cuando te digo que a menos que vivas en el país que mencionamos en este artículo, no estás ni cerca de saberlo que es el infierno en la tierra.
Catar es un pequeño país Árabe situado al oeste de Asia donde anualmente decenas de personas mueren por las temperaturas extremadamente elevadas que se producen durante todo el año.
Catar tiene 9 meses de verano y 3 meses de una interminable lucha por sobrevivir, la temperatura promedio anual es de 30° grados, lo cual hasta el momento podría parecerte normal, el problema está en que en medio del largo verano que este país experimenta la temperatura puede subir hasta 55° grados, haciendo casi imposible salir a la calle expuesto a los rayos del sol.
No conforme con las elevadas temperaturas que experimentan, la lluvia en este país es extremadamente escasa y si llega a llover es a penas un chubasco. Las tormentas de arenas tampoco se quedan atrás, constantemente se producen tormentas de arena que pueden durar incluso días nublando las calles de la ciudad, detalle este que hace que la temperatura sea mucho peor.
El simple hecho de salir a la calle, realizar trabajos que te obliguen a exponerte al sol o practicar deportes que requieran de un campo abierto, es definitivamente como someterse a un juego extremo donde te debates día a día entre la vida y la muerte. El hecho de que una persona se desmaye en la calle totalmente normal, por tal razón es indispensable andar bien hidratado todo el tiempo.
Afortunadamente el gobierno de este país tiene los recursos necesarios para combatir hasta donde es posible esta ola de calor. De manera que todos los edificios, la mayoría de las casas, los autobuses, las paradas de los trenes y hasta los estadios de fútbol tienen aire acondicionado, pero lo más increíble de todo es que este gobierno tiene como proyecto crear nubes mecánicas de carbono a las que se les inyectarán helio para que se mantengan flotando, las nubes serán manejadas a control remoto para que se dirijan a cualquier dirección en la que esté el sol, logrando de esta manera regular las temperaturas hasta 20° grados.
Sin duda, esto marcaría un antes y un después en la tecnología de la tecnología universal y les permitiría a estas personas llevar una vida normal. Pero hasta que ese momento llegue, seguirán debatiéndose entre la vida y la muerte con el simple hecho de salir a caminar.