Sinopsis:Tras la muerte de su tutor, las tres hermanas Royle se dirigen hacia Londres dispuestas a descubrir el enigma de sus progenitores y a encontrar un esposo acorde con su linaje. Porque, a pesar de parecer sencillas campesinas, estas bellas jóvenes albergan un secreto que puede cambiar el futuro del trono de Inglaterra. Con el inicio de la temporada social londinense, Mary, la mayor de las tres, empieza la conquista del vizconde lord Wetherly, un apuesto galán al que ha amado platónicamente desde su llegada a la capital y al que por fin tendrá oportunidad de conocer. Sin embargo, el hermano del vizconde, conocido como el Duque Negro por su reputación de canalla con las mujeres, distingue a las cazafortunas al primer vistazo y no va a permitir que su hermano caiga en la trampa tejida por una cándida joven de provincias, aunque sea tan hermosa y seductora como Mary.
Opinión personal
Primera entrega de la trilogía Hermanas Royle y también primera novela que leo de esta autora y me gusta lo que me he encontrado. Es una novela no muy extensa con algún que otro pasaje bastante divertido y seguramente me animaré con los otros dos si la editorial también los reedita.
Mary es la mayor de tres trillizas huérfanas que han llegado a Londres para asegurar su futuro mediante un buen matrimonio. Es una joven bastante responsable y, tras la muerte de su padre con el que se han criado, la persona en la que recae la decisión de los temas importantes. Ella administra el dinero, organiza la casa y lleva la batuta. Es una mujer resolutiva y que sabe tomar decisiones, su problema, que a veces no se para a pensar en las consecuencias y esto le mete en más de un lío. Tiene buen corazón y es una mujer leal, aunque lo que le falta es un poco de sentido común.
Rogan Wetherly, el duque de Blackstone, es un perfecto libertino. De aspecto imponente y un poco alejado de los estereotipos de la época, hace mucho tiempo que desconfía de las mujeres, sobre todo de las hermosas y de poca fortuna. No cree en el amor y, aunque sabe que llegará un día en el que, para perpetuar el título, deberá tomar la determinación de buscar esposa, por ahora, se contenta yendo de flor en flor. Como cabeza de familia, se siente responsable de su hermano pequeño, Quinn, al que cree fácil presa para las cazafortunas en busca de una buena posición social y un título y, para él, Mary parece haber fijado en él su meta.
Si soy sincera la historia es un verdadero sinsentido y muchas de las situaciones que plantea pecan totalmente de falta de lógica y chirrían por todas partes. En más de una ocasión te preguntas exactamente qué es lo que pasa por la cabeza de Mary para decidir hacer algunas de las cosas que hace. Al final, lo mejor es dejar la lógica de lado y disfrutar de las situaciones irrisorias en las que ella misma se mete. Ya desde las primeras páginas y leyendo la primera escena te puedes hacer una idea de lo que vas a encontrar. No sé si es porque se han criado en el campo, aisladas de la buena sociedad, pero, a pesar de que tienen un comportamiento acorde a su estatus social, dejan de lado muchas de las normas que rigen la estricta moral inglesa.
Lo más destacable de la novela es que es divertida. Las escenas que comparten los dos protagonistas no tienen desperdicio, algunas son graciosas y ocurrentes y otras cuentan con algún diálogo mordaz. Plantea una relación precipitada y rápida, muy basada en el aspecto físico y provocada más por los errores que ambos cometen que por decisiones que hayan tomado. Es una temática bastante recurrente, el libertino que no cree en el amor y que, sin saber cómo, cae rendido por la inocencia de la bella damisela.
La pareja se fragua en apenas unas pocas escenas y, al mismo tiempo, cojea un poco a la hora de profundizar en los personajes, al menos yo no me he quedado con la sensación de llegar a conocerlos. Aparecen bastantes secundarios de los que poco acabas sabiendo y la trama gira en torno a la resolución del misterio de un posible linaje real de las tres que tampoco resulta muy consistente. Esta trama supongo que será un hilo conductor entre las tres novelas, a parte de estar protagonizadas por cada una de las hermanas, y supongo que habrá que esperar al último libro para saber el desenlace.
«Cómo seducir a un duque» no es un gran novelón, pero aún así la recomiendo para pasar un rato divertido. Toda la historia está narrada con un tono jocoso que te arranca más de una sonrisa y resulta una lectura fresca y ágil. En mi opinión, su punto fuerte es Mary, con esas ideas absurdas que no duda en llevar a la práctica arrasando la organizada vida de Rogan.
Datos de interés: Ficha del libro: - Ficha de la autora:
Pepa