Revista Coaching

Como seducir a una mujer

Por Jocoma

ligar
La mayoría de las mujeres que están por ahí fuera, simplemente esperan que se les acerque un hombre como otro cualquiera y que pronuncie de forma natural unas palabras mágicas que ella este dispuesta a oír.
Muchas chicas cuando más se arreglan menos se le acercan. Los chicos Simplemente se limitan a mirarlas desde lejos de arriba abajo. A veces cuando van con unos cuantos amigotes, se les acercan pero lo hacen de forma grosera.
Pero pocos se acercan y les dicen con naturalidad: hola, me llamo “tal” y quería decirte que estas muy bonita esta noche. Si se las entra de esta forma y ellas ven que eres un chico sincero, con el que se puede hablar. Ellas continúan charlando hasta terminar incluso enrollándose contigo.
No es necesario esperar a estar en una discoteca para conocer a una bella mujer y contactar con ella. A la mayoría de las chicas les apetece mucho conocer hombres en cualquier otro lugar. De hecho, el entablar una conversación en cualquier sitio es más fácil que dentro de una discoteca. Ya que no suelen estar preparadas para reaccionar de forma negativa.
Para empezar cualquier tipo de relación con una chica, lo primero que se debe hacer es hablar con ella.
Si ves a una chica que te gusta lo más importante es tener valor y sin pensarlo dirigirte a ella y decirle “Hola”, vale cualquier cosa que sea capaz de iniciar una conversación.
Hay hombres que piensan “yo nunca ligo “o “las mujeres no me hacen caso” o “siempre que lo intento me rechazan”. Pero si se les pregunta cuántas veces han intentado entablar una simple conversación, responden “una vez” ó “me pasó en un par de ocasiones”.
Debes de perder el miedo a entrar a las chicas, no va a pasar nada si no te contestan o si te rechazan. Pero cuantas más veces lo intentes más probabilidades tendrás de ligar. Y cada vez adquirirás más soltura y lo harás con más naturalidad, que es precisamente lo que a ellas más les gusta “la naturalidad“.
Muchas chicas hermosas están dispuestas a mantener relaciones sexuales con un chico, siempre y cuando su reputación no se vea en entredicho. Lógicamente ese chico tiene que saber llegarle y tratarla con elegancia para resultar deseable.
Una chica extremadamente guapa suele tener una personalidad egocéntrica y consentida. Está acostumbrada a que todo el mundo la mime y reconozca su belleza. A que todos los chicos caigan redondos a sus pies y las tengan en un pedestal.
Pregúntese por tanto si lo que desea es tener una mujer de exposición a su lado o tener una chica para pasarlo bien. Que sea agradable, simpática o con solo alguna característica personal que le vuelva loco.
Cuando se enamora a una chica, aunque no sea muy guapa, se vuelve mucho más encantadora, deseable y atractiva que antes. Su cara, sus expresiones y su cuerpo parecen despertar de un largo letargo.
Aunque no lo parezca, las mujeres son tan ardientes como los hombres, solo hay que saber cuando están más dispuestas y que las hace sentirse así. Casi siempre están dispuestas a enrollarse con un chico, lo que pasa es que la mayoría no saben como tratarlas. Ellas necesitan sentir algo más que solo un deseo sexual.
A las chicas también les gusta terminar haciendo el amor, pero si antes se han dado cuenta de que se interesan en ellas como personas, que no solo ven un cuerpo y ya está.
Como podéis ver ellas están dispuestas siempre que el chico se acerque cumpliendo el requisito más importante: no tratarlas solo como un cuerpo que hay que poseer, sino como una persona con sentimientos y con inquietudes. Los ligones profesionales utilizan un lenguaje con las chicas que con frecuencia hacen alusión a temas sexuales, lenguaje picante y palabras con doble intención.
A las chicas les encanta que un hombre hable sin tapujos de cualquier tema. A ellas también les gusta tocar el tema del sexo, pero que salga de alguna forma en una conversación desenfadada.
Pero no les gusta que se acerque algún chico y sin venir a cuento empiece a hablar de follar. Eso no les gusta a ninguna. Hay que entrarlas de forma natural, amigable y correcto pero no soso. Hay que ser decidido, valiente y algo picante.
No tengas miedo ni vergüenza de pedirle a una chica su correo electrónico, su teléfono, una cita o lo que te venga a la cabeza. La cuestión es en principio iniciar una conversación, romper el hielo, reírse un poco. Contactar y después continuar.

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