¿Has trabajado con niños o adolescentes con los que no hablaras el mismo idioma?
¿Has estado en Bulgaria o en la zona de los Balcanes?
¿Te has ido al extranjero una temporada porque querías para vivir una experiencia?
Si has contestado que sí a alguna de las preguntas, ya tenemos algo en común. Y lo que te voy a contar es parte de lo que he aprendido y algunas historias que viví trabajando con niños.
Estuve en Bulgaria, si. Concretamente al norte, en Pleven, trabajando de voluntaria en una ONG. Open Door, es un centro de Rehabilitación e Integración Social para las mujeres y niñas víctimas de la violencia, que gestiona también una casa de acogida para niñas en situación de crisis.
Al principio no tenía muy claro si mi trabajo allí era útil o no. Si tenía sentido o no, que fuera por la tardes a jugar con las niñas, hacer manualidades o enseñarles algo de inglés. Pero a raíz de hablar con algunas trabajadoras sociales y el día a día con las niñas, estando junto a ellas, vi que realmente era un apoyo útil.
Pero… ¿Por qué me voy a Bulgaria para ver cómo funciona una Ong y trabajar con niños pudiendo hacer lo mismo en España?
Porque hacía tiempo que buscaba el momento y el lugar apropiado para vivir una experiencia en el extranjero. Pero también quería hacer algo que me aportara, a mí y a otros. Al estar estudiando psicología, me resultaba muy interesante conocer un ong por dentro y trabajar con otros psicólogos o trabajadoras sociales de otro país.
A través de una organización universitaria, AIESEC, (leed la entrevista que me hicieron de mi experiencia) encontré el trabajo de ONG que buscaba. La ONG estaba en Bulgaria, un país del que apenas nada conocía. Salvo que no salía en las noticias y por ello aparentemente no peligroso. Parte de la aventura era esa, poder ir descubriendo un país, con su cultura y tradiciones, su comida, aprender algo del idioma y su alfabeto (tienen cirílico, el mismo que el ruso) y darte cuenta de que en carácter, ciertamente compartes más cosas que con otros europeos.
Una de las lecciones que aprendí, fue como comunicarme y entender, a un nivel básico, aprendiendo parte de un idioma totalmente desconocido para mí, ya que no había estudiado el cirílico antes. Y de eso es de lo que os voy a hablar a continuación:
¿Cómo ser cercano y comunicarte, sin saber el idioma?
1. Primero de todo, hay que asumir que no vas a entender todo lo que te digan u oigas, palabra por palabra, y que no pasa nada. Te darás cuenta, que la comunicación es mucho más, son gestos, expresiones, intenciones que transmites…
2. Una sugerencia es estar dispuesto a aprender el idioma. Da igual, si lo vas a usar luego, si te va a ser útil o cuánto tiempo vas a estar en ese país. Siempre es enriquecedor. Saber decir ciertas palabras tipo buenos días, gracias, hola, por favor, que tengas buen dia… añadidas de una sonrisa, no solo te facilitara las cosas a ti, sino que la gente intentará comprenderte mejor y ganarás algo de su simpatía. Cómprate también algún libro de gramática y frases. Para ello:
- Hay que escuchar mucho, estate en la conversación que haya. Presta atención como si entendieras. Aunque no hables, escucha. Luego puedes preguntar a la persona de confianza, con la que puedas hablar, acerca de si lo que has entendido era así o te lo has inventado todo o sobre qué hablaban. Escuchando, puedes llegar a aprender muchas palabras, ya sean porque son de otros idiomas, o porque son palabras internacionales. Otras en cambio, se repiten varias veces y las aprendes por situación.
- No hay que tener vergüenza a hablar “en plan indio”. Si con quien estas hablando no habla ni entiende inglés, ni hipotéticamente español, pero tu hablas algo de su idioma, podrás comunicarte con ellos. Yo al final conseguía entenderme con los taxistas o en las tiendas.
3. No te quedes callado e intenta hablar aunque sea en ingles, que quizá te entiendan algo y añade, cuando haga falta, mímica o sonidos onomatopéyicos para comunicar lo que quieres.
4. Lleva una libreta y un boli a mano, siempre puedes dibujar la palabra que quieras decir o anotar los nombres, horarios de trenes o palabras nuevas para que no se te olviden.
5. Trata de ayudar en las tareas o actividades que se realicen, e intégrate en lo que se haga. Así como tratar de anticiparte a lo que la gente quiere o necesita, tipo un lápiz, un pañuelo…
6. Sonríe.
7. Observa e imita y sino pregunta o intenta preguntar. Seguro que verás cosas o formas de hacer las cosas distintas a tu país de origen. Ya sea la forma de saludar, cómo pagar el billete de tren o metro, horas de comer, u otras costumbres.
8. Ten paciencia, para entender lo que te están diciendo y para hacerte entender.
9. Especialmente si trabajas con niños, trata de dar muestras de cariño, y abrazos. Sobre todo si ellos te lo piden, es porque de verdad lo necesitan. Aunque revisa esto, según al país que vayas.
¿Cómo enseñar inglés sin tener otro idioma con el que explicarlo?
Principalmente lo que hice fue buscar un libro bilingüe de vocabulario con dibujos. Había un dibujo por palabra y luego un dibujo grande en medio, donde estaban los dibujos de las palabras que aprendías. Por ejemplo aprendías las palabras: café, pan y papá. Y el dibujo de en medio era una familia desayunando. De tal forma que podías preguntar ¿Dónde está la mamá? ¿Dónde está el café?El libro era ¿Dónde está…? Inglés. Ediciones Langenscheidt.
Por supuesto añadía unos caramelos, unos “bomboni” como premio. Si acertaban las tres o cuatro palabras que les preguntaba, caramelo, sino no. Les gustaba mucho aprender inglés con este método, quizá no fuera el perfecto, pero es el que me funcionó.
Fue una especie de intercambio, yo aprendía búlgaro y ellas inglés. También les escribía la pronunciación de las palabras en alfabeto cirílico. De esta forma le resultaba más fácil aprenderlo.
En la segunda parte os contaré algunas de las anécdotas con las niñas del centro.
Pero, ¿Tienes tú algún otro consejo para comunicarte o método para enseñar inglés?