Revista Cultura y Ocio

Como ser un buen amante: Antes, durante y después.

Publicado el 23 octubre 2014 por Águeda Lorena García González @aguedlgg

COMO SER UN BUEN AMANTE

Tener un amante no es difícil, lo difícil es ser un “buen amante” y si ellos creen que con cumplir “en horizontal” es suficiente, va a ser que no.

Una amiga me explicó su teoría sobre los requisitos que debía cumplir un buen amante para ser considerado como tal y yo que me quedé “flipada” con su discurso, lo escribo literal: “Un buen amante lo es antes, durante y después” (Ea…¡que arte tiene mi niña!)

Le pregunté a qué se refería con esos requisitos temporales  (antes, durante y después) ya que al amante yo lo entendía, como un “durante” pues su misión es complacerse mutuamente en un espacio de tiempo determinado (que a muchos les dura….lo que dura, dura y poco más) pues al no haber relación más allá de la sexual ¿para qué sirve el antes? y ¿para qué sirve el después? Además de para dormir plácidamente y luego “si te he visto no me acuerdo”, que suele ser la tónica más habitual ¿a ver si lo de buen amante es que no desaparezcan? (me quedo con la duda.) La teoría es la siguiente:

Un buen amante “antes”: Aunque quede contigo para pasar un buen rato y disfrutar ambos de una sesión “erótico festiva”, te cuida, te mima, te lleva a cenar o tomar una copa y suele tener el detalle de invitar (esto de invitar, con lo de la igualdad de sexos se ha ido a la mierda…da lo mismo si te dobla el sueldo o si te sale a 50 euros por persona la cena) además tiene una buena conversación y resulta ser un hombre interesante con el que disfrutas tanto dentro como fuera de la cama.

La clave, es que aunque ambos sepan como va a terminar la cosa (porque el sexo está asegurado) se comportan como si todavía tuvieran que “currárselo” y te tratan como a una “reina” porque valoran tu tiempo, tu actitud de no pedir nada a cambio, de no exigir fidelidad, de no querer una relación exclusiva y seria (que es lo que a muchos hombres les da pavor) y por lo tanto te respetan.

Un buen amante durante: Aquí poco tengo que explicar ¿no? Porque no me voy a poner a describir gráficamente lo que queremos que nos hagan para salir satisfechas de ese encuentro…en fin ¡imaginación al poder! Y si alguno todavía no tiene claro lo que queremos y como lo queremos…pues lo llevas claro amigo, que aquí no estamos para perder el tiempo.

Un buen amante después: Un hombre debe saber que a las mujeres hay que “amarlas” no sólo con el cuerpo sino también con las palabras, con los gestos, con las miradas, con los detalles y con un poco de “cortejo” aunque vayamos de “modernas y sobradas”.

Después de habernos desnudado (en todos los sentidos) queremos que nos cuiden, que nos mimen, nos acaricien con algún masaje tierno (no hace falta tener título de fisioterapeuta)

Por cierto, después ….¡se puede repetir! ¡Se puede conversar, se puede reír y también descansar!

Analizados estos tiempos antes, durante y después del encuentro sexual, no me queda más remedio que reconocer que es cierto, hay amantes bandidos y amantes baratos…pero “buenos amantes” seguro que cuesta encontrarlos.

 El que no vale más que para el “durante” porque ni tiene charla ni es delicado y lo que quiere es terminar y largarse cuanto antes no vaya a ser que te enamores de él como una idiota porque se ha quedado a dormir (que todavía hay gilipollas que se creen que nos enamoramos por una buena sesión de cama, que no…que nos hace falta más.) Éste NO es buen amante.

El que no tiene “después” ni tampoco” antes” porque llega con prisa y con la misma rapidez se va pues “una vez te la han metido se jode lo prometido” y es que “tengo mucho lio.” (Éste tampoco es buen amante.)

Y ya es lo más, si tiene el detalle de enviar un mensaje al día siguiente para recordar lo grata que fue la velada (y este punto vale para ambos) a todos nos gusta gustar y estos detalles le suben el ego a cualquiera, aumentando las posibilidades de que el encuentro se repita ¿o no? Porque si encuentras un amante que te cuida antes, durante y después …todavía se acuerda de ti, entonces lo que tienes un “buen amante” de los que ya no quedan.


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