Cuántas veces me habré planteado esta pregunta: ¿Cómo puedo ser mejor madre?
Creedme, tantas como cualquiera de vosotros!
En ocasiones, cuando leo vuestros comentarios en el blog, en twitter o facebook me siento totalmente identificada con lo que contáis, no creáis que por ser psicóloga infantil educar a mis hijos sea más fácil.
Soy madre de dos pequeños (actualmente de 4 años y 20 meses respectivamente), y al igual que vosotras, los problemas que se me plantean día a día con ellos son los mismos que en cualquier otra familia.
La reflexión de hoy sobre cómo mejorar como madre o qué es lo que puedo hacer para ser mejor padre viene inspirada por todos esos comentarios que tanto os agradezco. Esos comentarios a veces desesperados, a veces buscando respuestas o sencillamente cierta complicidad, buscando un lugar donde volcar la desesperación que provoca la frustración del día a día cuando nada de lo que hacemos parece funcionar ...
Cierto es que sobre el papel las cosas parecen muy fáciles y luego nada tienen que ver con la vida real, yo misma lo experimento a diario, así que se muy bien lo que queréis decir cuando expresáis ¡Que bonita la teoría!
La verdad es que la receta o la poción mágica no existe, como tampoco existe una única forma correcta de educar y criar a nuestros hijos pero sí que teniendo en cuenta algunas pautas podemos ayudar a que nuestros hijos crezcan sanos y felices a nuestro lado.
¿Qué podemos hacer para ser unos buenos padres?
- Demostrémosles todo nuestro amor. No nos avergoncemos de decirles cada día a nuestros niños: "Te quiero. Eres especial para mí". Dar muchos abrazos y besos. Amor y cariño a raudales, recordemos que nunca sobra un beso ni un abrazo.
- Escuchémosles. Escuchar a nuestros hijos les demuestra que pensamos que ellos son importantes y que estamos interesados en lo que ellos tienen que decirnos.
- Hagamos que nuestros niños se sientan seguros. Consolarlos cuando están asustados. Demostrarles que hemos hecho todo cuanto estaba en nuestras manos para protegerlos.
- Proporcionemos orden en sus vidas. Mantengamos un horario regular para comidas, siestas y para la hora de dormir. Los hábitos y las rutinas son muy importantes para los niños, les ofrece seguridad y confianza en aquello que va a ocurrir después de. Si tenemos que cambiar el horario, expliquémosles con anterioridad que va a haber cambios.
- Elogiar a nuestros niños. Cuando nuestros hijos aprenden algo nuevo o se comportan bien, es importante que se lo digamos, es tan sencillo como comunicarles que estamos orgullosos u orgullosas de ellos. Podéis consultar los artículos sobre el elogio publicados en este mismo blog "El poder de elogiar"
- Critiquemos el comportamiento no el niño. Cuando nuestro niño cometa un error no le digamos "fuiste malo". Expliquemos a nuestro hijo lo que hizo mal. Por ejemplo es mejor decir: "Cruzar la calle corriendo y sin mirar no es seguro". Después de esto debemos explicarle al niño lo que debe hacer en vez de eso: "Primero mira a ambos lados para ver si vienen carros".
- Ser consistente. Nuestras normas o reglas no tienen por que ser iguales a las que otros padres tienen, pero tienen que ser claras y consistentes. Consistentes quiere decir que las reglas son iguales todo el tiempo. Tanto mamá como papá han de tener las mismas reglas. Además, debemos asegurarnos de que las niñeras y los parientes conocen y siguen las reglas de nuestra familia.
- Pasar tiempo con nuestros niños. Hacer cosas juntos tales como leer, caminar, jugar y limpiar la casa. Lo que los niños más desean es nuestra atención. El mal comportamiento por lo general es un intento de llamar su atención.
Detrás de cada al comportamiento hay una necesidad no cubierta: sueño, hambre, sed, cariño, atención ...
publicado el 25 abril a las 14:59
me llena de alegria saber que soy una excelente madre, Dios me a dado la mejor bendicion mi hija
publicado el 11 marzo a las 12:54
MI HERMOSA FAMILIA ES UN REGALO DE DIOS DEBO DE CUIDARLA Y LLEVARLOS DENUEVO ASU PRECENCIA .