Publicado por Álvaro Saval
Voy a escribir una serie de posts (en principio 3) sobre autoestima. Pero lo voy a enfocar de manera diferente a lo que suele haber en blogs de psicología, coaching, autoayuda o cualquier otra disciplina que se encargue de estos temas. No será esto un compendio de estadísticas o interpretaciones de estudios que hablan de cosas que entiendo todo el mundo sabe. Si no sabes, pones autoestima en google y te saldrán posts suficientes para pasarte leyendo sobre ello el resto de tus días. (Recordemos que los estudios son pagados que igual eso explica según qué resultados).
Mi idea inicial es que es fácil tener autoestima (lo que esta gente llama autoestima) si eres Cristiano Ronaldo pero parece muy complicado si eres una mierda. No pondré a nadie de ejemplo porque no quiero que abandonéis todavía el ideal de que sois seres especiales elegidos por algún ser superior en el espacio que está pendiente de vuestras acciones, que tenéis un destino que el universo ha escrito en exclusiva o que vuestra existencia cambiará el devenir de la historia. Acepto ser yo la mierda (objeto) de análisis. No trabajo, no estudio, no tengo pareja, no soy bueno en eventos sociales, vivo en casa de mis padres y en definitiva soy un tipo normal o, si nos ponemos estrictos, por debajo de la media. Además soy bastante inútil, no tengo ningún talento especial que me vaya a hacer ganar mucho dinero. Me cuesta tener hábitos saludables de comida, sueño o de cualquier cosa. Cumpliría prácticamente los siete pecados capitales. Hago eso que se llama procrastinar con todo. Ah y soy pesimista. Y no pasa nada. Esta frase simple es la primera clave. " Nunca pasa nada" la mayoría de veces que pensamos que algo muy grave nos va a sacudir, nos va a arrojar a una vida mísera y sin ningún gramo de felicidad. La mayoría de veces, no pasa nada de eso. La vida sigue.
Pero esa clave no tiene mucho que ver con lo de autoestima. O sí pero no ahora. Empezando por el principio podemos decir que autoestima es quererse y que para quererse no es necesario ser súpermegachachiguay en nada. Quererse no es opción, es obligación. En un plano bastante simple de la realidad, sin demasiados ambages idealistas, con quererse entiendo: poder reírse de uno mismo, valorarse como persona digna, ser consciente de que no hay que aceptar humillaciones, disfrutar las cosas que nos gusten, no culpabilizarse por nada, responsabilizarse de aquello que tenemos responsabilidad, aceptar que habrá sufrimientos pero intentar que no se eternicen, trazar un camino propio hacia eso que se llama crecimiento personal...bueno menudo rollo de definición. Querer es querer lo mejor para alguien. Entiendo que para un sí mismx será lo mismo. Ese mejor es subjetivo. Pero tiene que ver más con disfrute presente (que es lo que tienes) que con una felicidad futura (que el mañana no existe). Y esto no quiere decir que haya que vivir cada día como si fuese el último porque probablemente no lo será. Algún día será, pero sólo uno. El resto no serán el penúltimo de nada.
Así que para empezar por el principio. Puedes quererte sin perfección, ni éxito ni nada. Debes quererte, mejor dicho. Veremos cómo.