Revista Cultura y Ocio
"El cielo estaba gris, encapotado, y la mañana de aquella incipiente primavera de 1953 amenazaba lluvia. El calendario, aunque acababa de cambiar de estación, no había estrenado todavía los primeros rayos de sol. Parecía que el invierno no quería irse en aquellos primeros meses del año en los que todo invitaba a pensar que lo peor de la posguerra había pasado ya."
Nieves Herrero fue de esos primeros periodistas mediáticos a los que todo el mundo era capaz de poner rostro. O, al menos, todos la identificaban como la chica rubia del programa de Jesús Hermida a quien dedica este último libro, muestra de la importancia que tuvo en su vida este hombre. Tras el éxito obtenido con Lo que escondían sus ojos, regresa a las librerías con el libro que hoy traigo a mi estantería virtual. Hoy traigo, Como si no hubiera un mañana.
Ava Gardner aterriza en España tras el rodaje de Mogambo. Será en este viaje en el que conozca a Luis Miguel Dominguín un famoso torero del momento con el que tendrá una apasionada relación durante aproximadamente un par de años y que será, junto con el poso que les deja, el motivo del libro.
Nieves Herrero habla de una relación que fue sonada en el momento, tanto por lo liberal en idas y venidas, más pasión que amor, como por las personas que estaban implicadas. En unos años en los que la guerra aún se recordaba con demasiada nitidez, dos figuras que eran, no ya de una clase social superior que vivía cómodamente, sino casi de otro planeta para la población más humilde, se enamoraron. Ava Gardner, el animal más bello del mundo, esposa de un matrimonio en vías de fracaso con Frank Sinatra, tercero en discordia del que Nieves no se olvida, diosa del celuloide que no olvida sus orígenes de campo y mujer acostumbrada ahora a obtener privilegios y ser admirada. Y Luis Miguel Dominguín, torero en tierra de toros y perteneciente a familia de toreros elevado a la categoría de ídolo y con un poder que le hacía meritorio de cuanto se le ocurriera, ya fuera material o carnal. Una mirada que confirma la atracción y el comienzo de una historia que será aprovechada por la autora para hablarnos de esa otra sociedad que vivía ajena a las penurias, que se mantenía en un círculo cerrado y por la que vemos pasar a personajes famosos y conocidos por todos. Nos abre una ventana a un mundo vetado para la inmensa mayoría de los españoles y nos muestra una instantánea de cómo se vivía en él. Una dictadura vista desde una selecta sociedad que puede sorprender a algunos por no estar acostumbrados a verla tratada en la literatura. Y el Madrid de la época.
Al igual que en su anterior novela, Nieves convierte la historia en revista y mezcla ese periodismo meticuloso que siempre la caracterizó, con las sensaciones y descripciones de detalles que, a veces, pueden parecer propios de la prensa del corazón. No se deja caer en la tentación de convertir el libro en un folletín sobre un idilio, sino que aporta datos hasta rozar lo minucioso y dibuja a sus personajes de tal forma, que terminamos el libro creyendo haberlos conocido. La pasión por las estrellas de cine, el mundo del toreo, los círculos cerrados... nada escapa a la documentación que imagino interminable de la autora para que los lectores consigamos conocer perfectamente cada escena. Y todo ello lo completa con una serie de fotografías que se incluyen en la zona central del libro, completando así una edición francamente bonita y cuidada.
Como si no hubiera un mañana, así ha de vivir un torero que se juega la vida, así se siente, así se ama, y así se titula el último libro de Nieves Herrero. Una novela perfecta para quienes disfrutan con este tipo de historias.
Comentaba antes que su autora fue una figura mediática, periodista, muy conocida de la pequeña pantalla. Ahora parece que muchos son los que saltan de la pantalla a las páginas de los libros, y no añado aquí el término"periodistas", llenando las mesas de las librerías. Decidme, ¿vosotros juzgáis los libros de una forma diferente si sus autores pertenecen a este sector de estrellas mediatizadas?
Gracias