Cómo Sobreponerse Al Divorcio

Vivimos en una sociedad en la que aquella frase de “Y vivieron felices para siempre” se encuentra en un alarmante peligro de extinción.

Y es que, incluso para quienes incursionaron en el matrimonio con la mayor determinación de tener una unión duradera, los retos tanto internos como externos a los que se enfrentan, los han hecho tambalear en dicha determinación y es justo a éstas personas tan luchadoras en pro de su permanencia matrimonial a quienes les resulta más dificil sobreponerse al final del matrimonio, simplemente porque los empieza a embargar aquella sensacion de “para qué me esmere tanto”, “valió la pena esforzarme al máximo?” La respuesta es simple: SI VALIO LA PENA, porque independientemente del desenlace, permitieron que afloraran cualidades que no se pierden con la ruptura, lograron desarrollar aguante, paciencia, autodominio, humildad, lograron crecer como seres humanos y mantener esos aprendizajes como herramientas para hacerle frente al futuro. Ahora bien, el solo haber sacado a relucir esas cualidades será motivación suficiente para sobreponerse? Tristemente no, y más siendo que cuando todos los sentimientos están entrelazados y afectados, nos cuesta mucho concentrarnos en esos aspectos positivos que podemos extraer de una situación que nos cambió el plan de vida. Qué hacer entonces? PRIMERO: HAY QUE DRENAR! Llorar, gritar, dormir, comer, partir cosas, todo eso que muchas veces evitamos son justo las que debemos dejar salir en momentos como estos, porque antes de enfermarnos físicamente o, peor aun atentar contra nosotros, es mejor utilizar una de éstas válvulas de escape. SEGUNDO: NADIE PUEDE IMPONER CUANTO DURARA NUESTRO DOLOR. Generalmente aquellos que más nos quieren, con buenas intenciones querrán forzarnos a “pasar la página” pero, aunque se les agradecen sus motivos, este es un proceso que no se puede apresurar, cada quien a su ritmo logra sanar las heridas de la ruptura, intentar forzar esa sanación puede más bien dejar en la mente y corazón sensaciones inconclusas que tarde o temprano saldrán. TERCERO: ENTENDER QUE FRACASAR EN UN MATRIMONIO NO NOS CONVIERTE EN FRACASADOS. Hacer un ejercicio mental que nos recuerde a nosotros mismos nuestros éxitos en otras fascetas de la vida, nos ayudará a poco a poco ir quitando el acento a ese aspecto en el que por ahora no hemos podido triunfar, y más bien veremos el hermoso panorama completo, donde apenas hay una pequeña mancha que limpiar. CUARTO: APRENDER A PERDONAR AUNQUE ESTO NO IMPLIQUE RECONCILIACIÓN. Aunque definitivamente no exista solución al matrimonio, es indispensable que en algún momento perdonemos. Por que? Porque es el perdón lo que nos permitirá eliminar el rencor, si no eliminamos éste terrible sentimiento nos resultará muy difícil continuar con nuestras vidas y ser felices. Llega un punto en que se debe entender que lo que paso, ya paso! Y el odio hacia la otra persona solo nos dañara a nosotros mismos, asi que no vale la pena. En conclusión, la tarea puede ser larga y fluctuante, pero sin lugar a dudas se puede salir adelante y ser completamente feliz, solo nosotros podemos forjar el camino para obtener dicha felicidad.