Como solucionar los callos de los pies

!Seguro que alguna vez un callo te ha impedido andar o calzarte¡
La salud de los pies es muy importante, pues son ellos los que nos sostienen y se estima que como media caminan unos 160.000 kilómetros a lo largo de la vida.

Y aún así parecen los grandes olvidados, salvo cuando dolencias como callos, durezas, grietas, etc  nos recuerdan lo necesarios que son y porque debemos proporcionarles cuidados diariamente. Además debemos saber que las afecciones de los pies, pueden repercutir asimismo en otras estructuras corporales : espalda, tobillos, rodillas o caderas. Prestando atención a nuestros pies también podemos descubrir con antelación otras patologías como artritis, diabetes, o problemas circulatorios entre otros.

El origen de los callos

El callo es una engrosación bien definida de la piel de los pies, aunque también podrían aparecer en manos. Surgen por el roce continuo de los huesos del pie contra los zapatos, sobre todo los cerrados. Una horma deficiente o una talla inadecuada puede ser la causa. Tienen preferencia  por lugares como la parte superior de los dedos o en los lados. Visualmente distinguimos una zona central o clavo o raíz rodeada de una zona inflamada que es una capa de células muertas.
Si el callo presiona terminaciones nerviosas el dolor puede llegar a incapacitar para caminar.

Como actuar ante un callo

Prevenir la aparición de callos

Es posible prevenir la aparición de los callos de los pies manteniendo la piel de éstos, muy bien hidratada. En el mercado existen pomadas y lociones específicas para hidratar esta zona, por ejemplo, dan muy buenos resultados la hidratación diaria con lociones de urea al 5 o al 10%. Como siempre una exfoliación suave y cuidadosa de los pies, antes de aplicar la loción conseguirá una mayor penetración y por lo tanto aumentará la eficacia del producto.

Curar un callo

Una vez que aparece el callo, tendremos que intentar reducirlo. Para ello aprovechamos el momento del baño o la ducha. Podemos antes de la higiene corporal, pasar suavemente una piedra pómez o una lima por la superficie engrosada, para conseguir eliminar capas de células muertas, ablandando el callo. O bien podemos hacer un baño de pies, con agua caliente y sales o aceites esenciales, manteniendolos a remojo durante 20 minutos. Posteriormente exfoliar la piel con un producto exfoliante específico para pies , una piedra pómez, o una lima. También existen en el  mercado cuchillas anti callos, pero en ese caso, se debe utilizar con mucha precaución y cuidado y se encuentra desaconsejadas en personas diabéticas. Puedes encontrar comercializados apósitos de silicona que colocados sobre el callo, ablandan la piel y después es  fácil reducirlos. Al ser almohadillados, retienen la presión del zapato sobre la piel lesionada, lo que permite calzarse e incluso caminar de nuevo. Otros apósitos contienen callicidas  a base de ácido salicílico con función queratolítica, de modo que con el uso continuado van reduciendo las capas gruesas de células muertas. Igualmente es preciso en este caso, utilizarlos con cuidado para evitar dañar la piel sana que rodea al callo. Siempre que haya dolor es aconsejable visitar al médico o al podólogo. Cuida tus pies al máximo que  son los que te llevan a tu destino. Espero que te haya gustado el artículo de hoy y que lo compartas. Si tienes alguna duda utiliza el formulario de contacto. ¡Hasta pronto!